Stefano Tosso. El actor opina de la obra sobre denuncias al Sodalicio, escrita por Claudia Tangoa y Alejandro Clavier.,En San Bartolo, un grupo católico reunió por décadas a adolescentes vulnerables en el Sodalicio de Vida Cristiana, en una casa al sur de Lima. Las denuncias contra Jeffery Daniels, apodado ‘el apóstol de los niños’, aparecieron con nombre y apellido en el libro Mitad monjes, mitad soldados, que fue el punto de partida para una cruda y honesta obra teatral. En la creación colectiva (hasta el jueves en el Teatro Peruano Japonés, Jesús María) Stefano, el hijo de Ricky Tosso, interpreta al denunciado por abuso sexual. “Fue muy duro, porque uno no puede juzgar a su personaje. Es probable que haya sido abusado también. No lo justifico, pero si nadie te cura... me imagino que repites patrones”. PUEDES VER “En San Bartolo hay cosas de las que debemos hablar” ¿Qué investigación hiciste para interpretarlo? Vimos la película de Karadima de Chile (El bosque de Karadima, la mayor denuncia de abusos sexuales en la Iglesia chilena). Traté de ver un montón de documentales sobre asesinos, violadores, pederastas. Cuando les hacen entrevistas no sienten culpa o no son conscientes del daño. Nicolás Valdés dijo que las escenas explícitas eran necesarias. ¿La tuya estuvo en el guion o la propusieron? Para la escena con Sergio (Gjurinovic), nos dieron un texto. Ninguno de los dos dudó, ni nos incomodó. PUEDES VER Película sobre la vida del poeta Javier Heraud se estrena este año [VIDEO] ¿Han abandonado la sala? No muchos, pero creo que se fueron un par con el desnudo con Nico y con mi escena con Sergio. Y claro, no pueden soportarlo, me imagino que no saben cómo lidiar con eso o hay personas que son tan cucufatos que simplemente no vamos a cambiarlos. Sin embargo, ha sido positivo que muchos que fueron diciendo: ‘vamos a ver San Bartolo, ¡qué regio!’(ríe), han salido impactados, con una nueva manera de ver las cosas. Eso era lo que esperaban, ¿no?, además de incomodar. Sí, claro, y se ha logrado un montón. Me encanta que el teatro sea eso. A Sergio y a mí nos gusta incomodar, me ha parecido genial que San Bartolo incomode, porque no es algo gratuito, se trata de alguien real. Álvaro Urbina (el primero en denunciar abuso sexual en el Sodalicio) es nuestro amigo y a él nadie le tuvo consideración. Fue un valiente que dio la cara, porque en su momento fue el único.