Raúl Pérez-Reyes, ministro de Economía: “Subimos la meta del déficit a 2,5% para no heredar una economía en recesión”

En medio de un contexto de menor recaudación y con una cartera significativa de proyectos paralizados, el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, anunció que el Ejecutivo ajustará la meta de déficit fiscal para este año de 2,2% a 2,5% del PBI. La decisión responde a la necesidad de reasignar recursos para garantizar la continuidad de obras de infraestructura y, al mismo tiempo, preservar la sostenibilidad fiscal del país.

“Lo que estamos trabajando desde el lado del Poder Ejecutivo, que tiene que ver más con la política fiscal, es justamente una política fiscal seria, que no plantee metas que no necesariamente se puedan cumplir”, explicó en el programa Ampliación de Noticias de RPP.

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El titular del MEF negó tajantemente que se esté impulsando una “farra fiscal” y precisó que la estrategia del gobierno consiste en reasignar el presupuesto hacia inversiones productivas, especialmente a nivel local. En ese sentido, también justificó el proyecto que redistribuye una mayor parte del IGV hacia los gobiernos subnacionales, siempre que se destine exclusivamente a obras.

“Vamos a sacar un decreto supremo en ese sentido: estos recursos que son solamente para inversión, no para gasto corriente, tienen que ir a cosas que realmente se necesiten. No a monumentos ni a plazas, sino a pistas, veredas, centros de salud, escuelas”, afirmó.

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Déficit creíble y responsabilidad fiscal

Según explicó Pérez Reyes, el nuevo objetivo fiscal se sustenta tanto en la desaceleración de los ingresos tributarios como en la urgencia de continuar con obras de infraestructura ya iniciadas. “Hay un gran número de proyectos paralizados […] que necesitan tener recursos para poder continuar y cumplirse las obras”, señaló.

Afirmó además que la meta de 2,5% “es una meta creíble, razonable”, validada incluso por analistas internacionales, pero aclaró que el objetivo será cerrarla por debajo de ese umbral.

El ministro también defendió la necesidad de un “aterrizaje más suave” hacia los próximos dos años, en lugar de aplicar un ajuste fiscal abrupto que pudiera comprometer la recuperación económica.

“La idea también es que podamos tener un aterrizaje mucho más suave hacia los siguientes dos años en términos de déficit fiscal por no dejarle al gobierno que venga una economía encaminada a una recesión”, sostuvo.

Redistribución del IGV

Consultado sobre la aparente contradicción entre el ajuste fiscal y la aprobación del proyecto que redistribuye el IGV hacia gobiernos locales y regionales, Pérez Reyes fue enfático: “No hay ninguna contradicción”. Precisó que del 16% que hoy queda para el Tesoro Público, aproximadamente el 2% será derivado a inversión municipal, sin afectar la caja central.

“Este cambio, que además es gradual, no es inmediato, es asegurar que los gobiernos nacionales tengan recursos, pero solo para inversión”, indicó.

Además, reconoció que la calidad del gasto municipal aún es dispar: la ejecución de la inversión pública en los gobiernos locales cerró en 66% en 2023, muy por debajo del promedio nacional de 90%. Por ello, anunció que el MEF impulsará nuevas medidas para elevar la eficiencia.

“No significa gastar más, sino mejor. Tener proyectos que cumplan con estándares y que atiendan las necesidades de la ciudadanía”, recalcó.

Industrialización regional sin subsidios ni proteccionismo

En otro tramo de la entrevista, el ministro defendió el compromiso del gobierno con la industrialización regional, aclarando que esta no se hará vía subsidios ni barreras proteccionistas. Resaltó el avance del reglamento de la Ley N° 31969, que promueve actividades como el textil y confecciones, con incentivos orientados a mejorar la competitividad.

“La idea de promover un proceso de industrialización [es] sobre la base de la competitividad, buscar que las industrias sean mucho más competitivas”, remarcó.

En ese marco, señaló que ya se aprobó en la Comisión de Economía el texto consensuado para las Zonas Económicas Especiales (ZEE), donde se plantea un impuesto a la renta de 0% durante los primeros cinco años. Explicó que esta medida no comprometerá la recaudación, ya que en sus primeros años muchas empresas no generan utilidades.

“Los flujos de caja son negativos, entonces tener un impuesto de 0 no va a alterar en términos operativos”, indicó.

Según el MEF, las ZEE permitirán atraer inversión privada en zonas con deficiencias logísticas o donde se requiere añadir valor a recursos naturales, con un impacto fiscal mínimo pero con alto potencial de desarrollo económico regional.