Durante la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed), la gran mayoría de los participantes acordó que, si los datos económicos de inflación y empleo van en la dirección de los últimos meses, sería apropiado relajar la política la próxima reunión. Es decir, se avecinaría una reducción de los tipos de interés.
Y es que, en base a lo redactado en las actas publicadas ayer, "casi todos los participantes consideraron que los datos que se habían recibido habían aumentado su confianza en que la inflación se estaba acercando al objetivo del comité”.
La insuficiente confianza en que los datos económicos conocidos hasta antes del 31 de julio pudieran alcanzar el objetivo de que la inflación baje a 2% hizo que la Fed decidiera mantener los tipos de interés en un rango de 5,25% y 5,5%, sin cambios desde julio de 2023.
No obstante, en una rueda de prensa posterior, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que -aunque no se había tomado en esa reunión ninguna decisión sobre una posible bajada de intereses en setiembre- la economía se está acercando al punto “en el que será apropiado reducir” los tipos, en respuesta a la apropiada evolución en los datos de inflación y empleo.
En este último mes se han conocido datos positivos como el de la caída de la inflación en julio, por cuarto mes consecutivo, hasta el 2,9%. Y otros datos que aumentan la presión sobre la Fed para bajar la tasa, como la subida del desempleo en julio, por cuatro meses consecutivos, hasta el 4,3%.
La próxima reunión del FOMC para discutir el nivel de los tipos está prevista para el 17 y 18 de septiembre. En los mercados parece haber consenso en que se anunciará una bajada, aunque no se sabe de cuánto. Según la herramienta FedWatch de la consultora CME Group, el 63,5 % de los analistas piensa que la Fed anunciará una bajada de 25 puntos, mientras que el 36,5 % cree que será de medio punto.