El 41% de los especialistas en el área de Recursos Humanos en Perú prevé reducir el personal durante los próximos seis meses, según el último estudio de Salarios y Contrataciones de Bumeran. De esta forma, estaríamos liderando las proyecciones de despidos a nivel regional, y se superó a Ecuador (37%), Argentina (30%) y Chile (29%) y Panamá (25%).
En lo que va del año, el 74% de los expertos reportó haber realizado despidos, teniendo como principales razones la reducción de costos y el desempeño insuficiente.
“El principal argumento que se suele enarbolar ante un despido es que la empresa no está en las capacidades económicas para mantener la cantidad de personal, puesto que hay costos de cara a los próximos meses que no puede asumir. En ese caso, tiene la potestad de realizar un despido justificado”, resalta Alejandra Dinegro, investigadora y especialista laboral.
Es así que solo en abril de este año se perdieron 32.500 puestos de trabajo en el sector construcción y 12.000 en el sector manufacturero, una tendencia que se repetiría en los próximos seis meses, siendo estos rubros, según el INEI, los más afectados.
Otro de los factores que habrían motivado los despidos sería la inestabilidad política y la situación económica, siendo que el 40% de los especialistas considera que las políticas laborales del Gobierno son malas o muy malas y lo cierto es que, tal y como enfatiza Dinegro, no se profundizó sobre ello en el mensaje por Fiestas Patrias.
Pese a que se anunció que el sueldo mínimo subirá en el último trimestre, lo cierto es que solo el 16% de los especialistas tiene previsto aumentar los sueldos en lo que resta del año, frente a un 84% que no lo haría.
No obstante, tanto como para proceder con los despidos como para no aumentar el salario, las empresas aluden a que económicamente están mal y, bajo la ausencia de una norma que presione al empleador, se podrían realizar despidos masivos, advierte Dinegro. El desempleo traería mayor pobreza y mayor inseguridad alimentaria, acota.
Sin embargo, Alicia Jiménez, abogada laboralista de Philippi Pietrocarrisoza Ferrero DU & Uria, argumenta que el aumento del sueldo mínimo no debe justificar los despidos.
“Ante un incremento del sueldo mínimo, las empresas deben ajustar sus presupuestos y estructuras salariales para cumplir con la normativa”, destaca.
Esto implica, explica Jiménez, una revisión exhaustiva de costos y una planificación financiera para evitar impactos negativos en la operación. “Despedir personal no puede ser la respuesta; es preferible explorar medidas como la optimización de procesos, mejora de la productividad y reestructuración de beneficios”, subrayó.
Por otro lado, si bien el aumento en el sueldo mínimo no justifica los despidos masivos, en un contexto en el que la empresa enfrenta serias dificultades económicas, esta podría solicitar al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) una autorización para el cese colectivo de trabajadores, lo que implica una auditoría y validación por parte de la autoridad correspondiente, pero estas autorizaciones se conceden con dificultad, explica Jiménez .
De darse el despido arbitrario, el trabajador podría solicitar su reposición o interponer una demanda ante el Poder Judicial, solicitando una indemnización equivalente a 1,5 sueldos por año de servicios.