Economía

Nuevo ministerio administraría recursos hasta por S/108.000 millones

Más estado. Megaministerio de Infraestructura dejará sin piso a sus pares del MTC y de Vivienda, advierten. Entidad absorberá instituciones como Proinversión y ANIN.

El país tendría 20 ministerios con una nueva entidad que absorberá a 17 pliegos, muchos ejecutores. Fuente: Andina
El país tendría 20 ministerios con una nueva entidad que absorberá a 17 pliegos, muchos ejecutores. Fuente: Andina

El Poder Ejecutivo remitirá al Congreso de la República un proyecto de ley para crear su vigésimo ministerio, orientado a planificar, coordinar, formular, ejecutar y supervisar la infraestructura a nivel nacional a fin de atender a la población con servicios públicos.

Para lograr este objetivo, el nuevo “Ministerio de Infraestructura” absorberá a entidades como la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), el Organismo de Estudios y Proyectos de Inversión (OEDI) y programas adscritos a los ministerios involucrados en infraestructura, junto a Proinversión, Foncodes, Provías y Legado, entre otros. Serán 17 en total.

“Asimismo, [brindará] un mejor control de los procesos, mayor transparencia y, en general, eficacia en su cumplimiento, en beneficio siempre del ciudadano, a quienes nos debemos”, relató Dina Boluarte durante su mensaje a la nación.

Los sectores que invierten en infraestructura en el Perú ocupan el 30% del Presupuesto Público 2024, incluyendo operación y mantenimiento. Serían S/108.163 millones de potenciales recursos a administrar, cerca de S/28.000 millones del Gobierno central, según datos oficiales del portal Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas.

Para la exministra de Transportes y Comunicaciones Paola Lazarte, la creación del nuevo ministerio –cuyo propósito ve necesario– no debería ser parte de una iniciativa que no ha sido discutida y que no es parte de una reforma del Estado.

“No se trata de fusionar, sino modificar la gestión de infraestructura, que pasa por el financiamiento de proyectos y garantizar su continuidad, así como contrataciones públicas con un modelo eficiente”, dice.

Explica que en los noventa se dio una reforma estructural a nivel fiscal y macroeconómico junto a organismos como el FMI, algo que, aparentemente, no ha ocurrido en esta ocasión. Justamente, se absorberían varias funciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

“Toda reforma de infraestructura también es fiscal. La rectoría de la Ley marco de Promoción de la Inversión Privada mediante APP y la Ley de Inversión Pública las tiene el MEF. No queda claro cuál es la propuesta de absorción”, anticipa Lazarte.

Por su parte, el exministro de Vivienda Milton von Hesse asegura que la creación de este ‘megaministerio’ afectará a varios ministerios –partiendo por el MEF–, y “dejaría sin sentido” a sus pares de Transportes y Comunicaciones (MTC) y de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) “si se lleva todos los programas de obra pública”

“El Gobierno no tiene claro que el problema de la inversión pública no se soluciona con más ministerios. El primer intento fue la ANIN, que no ejecutó obra alguna y solo pagó valorizaciones que antes no dio Reconstrucción con Cambios”, alertó.

No es el único anuncio en la materia, pues Boluarte ha adelantado una “Comisión Mixta Perú-China” que viabilice un portafolio de proyectos Gobierno a Gobierno (G2G) con ese país, orientado a proveer localmente “infraestructura productiva y de servicios sociales”.

Los G2G se destacan porque ocupan grandes inversiones. La Carretera Central, por ejemplo, se adjudicó a Francia en un concurso que lideró Proinversión, hoy en vías de desaparición.

Se presta para un uso clientelar

Por Luis Miguel Castilla, exministro de Economía

Es la fusión de 17 pliegos que incluye a las principales ejecutoras de transportes, salud, educación, irrigación, producción, entre otros. Se está creando un megaministerio y no es claro qué le tocará a los ministerios sectoriales y cómo quedará el MEF, rector de la inversión pública.

Es una salida sin demasiada reflexión respecto a los problemas de gestión del país, que no necesariamente requieren la creación de más instituciones. Este tipo de reformas deberían presentarse como parte de un plan de Gobierno al inicio de un mandato, y no cuando están de salida. Se presta para un uso clientelar