“Es hora de definir científicamente si los 12 cm de longitud mínima en la anchoveta deben ser el criterio actual para definir si un individuo es o no juvenil”, sostuvo Pablo Trapunsky, CEO de Pesquera Diamante, hace un mes en una red social.
El mensaje hoy cobra relevancia, pues el pedido ya ha llegado al Ministerio de la Producción (Produce) en los últimos días, a través de la Asociación Nacional de Armadores Pesqueros de la Ley 26920 (ANAP) y la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), gremio al que está adherido la empresa que lidera Trapunsky.
Para Almensor Gómez, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de Áncash, el Estado debe ser creativo y buscar otras alternativas si la anchoveta no se encuentra disponible para su captura a causa del cambio climático y la presencia de El Niño.
“No se puede tomar una decisión de forma apresurada solo porque el mandamás de un grupo de empresarios lo pide”, sostuvo. Gómez, que tiene larga data como pescador, recordó que la anchoveta ingresa a las cinco millas a desovar “y de eso se nutren todas las especies que existen en la franja costera, de frontera a frontera. Pero lamentablemente se sigue depredando”. Es decir, si no se asegura la reproducción de esta especie, se ponen en riesgo los recursos marinos que capturan los pescadores artesanales y que llegan día a día a las mesas de las familias peruanas.
En esa línea, Armando Paiva Morán, delegado del Sindicato de Pescadores Artesanales El Toril de Paita (Piura), señaló que la propuesta de reducir la talla de captura de la anchoveta es un “absurdo” y responde a intereses meramente económicos de la industria.
Para el ingeniero pesquero Elmer Nieves, tomar esta decisión traería más conflictos sociales y enfrentamientos entre artesanales e industriales. Asimismo, refirió que se debe tomar de ejemplo a los pescadores artesanales, que cuando escasean ciertos recursos cambian sus aparejos de pesca y capturan otros. “En estos momentos de incertidumbre, por la presencia de El Niño, no es recomendable hablar de la reducción de la talla mínima de captura. El comportamiento biológico de la especie en estas condiciones es diferente y no sería suficiente como sustento científico para tomar esta decisión”, anotó.
Mientras que el exministro de Producción José Luis Chicoma apuntó que el cambio de la talla de captura de la anchoveta requiere un estudio de Imarpe, que podría tomar años, sobre todo porque se requiere entender “si realmente la anchoveta se puede reproducir con tallas menores frente a nuevas condiciones climáticas”.
Tras sostener reuniones con la ANAP, la SNP, entre otros, Produce anunció que creará mesas de trabajo para llegar a consensos que permitan desarrollar la actividad pesquera, priorizando el cuidado de los recursos.
“El siguiente paso es abrir más canales que permitan hallar de manera conjunta soluciones ante las condiciones ambientales anómalas (...) sobre todo dentro del marco de la ley”, dijo la ministra Ana María Choquehuanca.
Cabe destacar que en el último de estos encuentros estuvo presente el legislador Bernardo Pazo, quien impulsa una ley para formalizar la flota pesquera y que podría beneficiar a miembros de su familia.
Armando Paiva, delegado del Sindicato de Pescadores Artesanales El Toril
“Si comienzan a matar a las anchovetas pequeñas, sin asegurar su reproducción, afectará no solo a la pesca artesanal, sino a todos los recursos marinos”.
José Luis Chicoma, exministro de Producción
“De ninguna manera se puede sacrificar la sostenibilidad de un recurso como la anchoveta, frente a presiones con intereses meramente económicos”.