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Este miércoles un equipo de La República realizó un recorrido por los principales terminales pesqueros de Lima para verificar el precio de los pescados y otros insumos marinos que se suelen consumir en Semana Santa. Encontramos que de los diferentes tipos de pescados que se ofrecen, los precios subieron hasta en S/4,50 por kilo.
Los terminales del Callao, Chorrillos y Villa María del Triunfo ofrecen el bonito entre S/5,00 y S/8,00, la semana pasada estaba S/3,50; el jurel está entre S/4,00 y S/8,00, antes S/3,80 y la tilapia se encuentra en S/10,00, antes costaba S/8,00. Además, se pudo verificar que no había ingresado lenguado ni la cojinova, por el momento. Otros productos que se suelen adquirir en estas fechas también son los mariscos (S/14,00 el kilo, ha subido S/2,00), cangrejos (6 unidades por S/10,00), yuyo (el 1/4 a S/2,00), huevera (S/15,00) y pota (S/4,00).
Los comerciantes señalaron que los precios accesibles se mantendrán siempre que haya abastecimiento, mientras que algunos vendedores optan por elevar los precios entre 5% y 20% para tener más ganancias.
Si bien en estas fechas se ha hecho una costumbre para los peruanos comer más platos a base de pescado, tal vez no estamos advirtiendo que el tamaño de estos se está reduciendo con el pasar de los años, ¿a qué se debe?
Pescados y mariscos. Precios podrían subir si hay escasez. Foto: Félix Contreras/La República
De acuerdo a Juan Carlos Riveros, biólogo y director científico de Oceana Perú, hay tres aspectos que tenemos que considerar para entender este problema.
Primero, que las tallas en general se han reducido porque el esfuerzo pesquero es muy fuerte; segundo, que los animales responden a este exceso de pesca reduciendo su edad de madurez sexual; y tercero, que aunque existen medidas mínimas, no se respetan, y eso es responsabilidad de los Gobiernos regionales y locales, de los mercados y los funcionarios del Ministerio de la Producción (Produce).
“Hay muchas especies dentro de la pesca artesanal que necesitan a gritos de algún tipo de regulación, desgraciadamente Produce tiene sus ojos concentrados en la pesca de altura, en la pesca industrial, en 4 o 5 recursos que son el grueso de los derechos de pesca”, precisa Riveros.
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El especialista advierte que si no protegemos estos recursos y las cinco millas costeras, estaremos poniendo en riesgo nuestra seguridad alimentaria y la fuente de trabajo de no solo pescadores, sino de comerciantes, fileteros, cevicherías, entre otros. “El pescado es la proteína de refugio ante el encarecimiento del pollo, el huevo, y ya ni hablemos de las carnes rojas”, recordó el biólogo.
Bruno Monteferri, director de Gobernanza Marina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)
Reforma puntual y necesaria
La ley que contribuye a ordenar la actividad pesquera en el mar peruano, la Ley General de Pesca, tiene más de 30 años. El 29 de marzo, el Congreso aprobó en primera votación un dictamen que actualizaría dicha norma para bien.
Actualmente, en las primeras cinco millas pueden pescar embarcaciones de menor escala y con artes de pesca calificadas como no amigables por el Imarpe. Ello pone en desventaja a miles de pescadores artesanales que usan artes amigables con los ecosistemas y que tienen un menor poder de pesca, como la pinta y espinel. Si se aprueba la propuesta, los bolichitos deberán pescar fuera de las tres millas y habrá un listado de artes de pesca permitidos en las cinco millas.
Además, evitará que se debilite la fiscalización pesquera frente a casos como los de mayo del 2022, cuando se aprobó un ‘paquetazo pesquero’ que permitió la reducción de multas hasta en un 90%. Para que no vuelva a ocurrir en el futuro, dispone un tope de 40%.
La segunda votación debe darse la próxima semana. Esperemos que el Congreso no le de la espalda al mar y a los pescadores artesanales del Perú, que tantos recursos nos han dado.
Tallas. El bonito medía de 56 o 58 cm, pero hoy solo llega a 46 cm. El pez espada alcanzaba los 250 cm; ahora, 120 cm. El tollo mínimo debería ser de 60 cm de largo; sin embargo, la mayor parte de estos se vende en mercados en apenas 40 cm.
Antecedente. La merluza tardó 20 años en recuperar su talla luego de que en 2000 se redujera de 80 cm. a 23 cm.