Según el INEI, en enero de este año hay 5 millones 93.700 ciudadanos con un empleo, un 1,1% más que lo visto entre noviembre, diciembre (del 2019) y enero del 2020, un par de meses antes del estallido de la pandemia.
No obstante, persiste la desconexión dentro de la recuperación de los indicadores laborales, dado que aún predomina el subempleo –que roza con la precariedad– y abarca a 2 millones 102.300 personas, un 17,7% más que el periodo previo al coronavirus.
De esa masa de subempleados, 1 millón 644.600 (32,3% del empleo en Lima Metropolitana) percibieron en enero un salario menor al promedio (subempleo por ingresos).
Con este dato, el porcentaje de trabajadores limeños con ingresos menores a una canasta básica acumuló cuatro meses consecutivos en aumento. La tasa registrada entre noviembre y enero representa un retroceso de 12 años, sin considerar la pandemia, apuntó el IPE.
A detalle, las mujeres se desempeñan más en actividades por las que ganan un monto menor que la media general (959.300 féminas en total), mientras que el resto lo completan 685.200 varones.
Y, por rubros, abunda el subempleo por ingresos en servicios (681.000), comercio (546.300) y manufactura (224.700).
Mientras que los subempleados por horas –aquí también se incluye a los formales a part time– se redujeron en 35,9%, y ahora hay en total 457.700 ciudadanos que trabajan menos que las ocho horas establecidas.
En tanto, existen actualmente 443.600 desocupados en Lima Metropolitana, un 30,1% más que el lapso anterior a la emergencia sanitaria.
Es decir, de cada 100 personas de la PEA, 92 cuentan con un trabajo y 8 están en búsqueda de uno.
En noviembre, diciembre y enero del 2020, el ingreso promedio de los trabajadores fue de S/1.803,3, apenas S/5,1 más que en el periodo previo al COVID-19. Por sexo, las mujeres perciben S/26,0 más (ahora en S/1.521,9), mientras que los varones, S/7,30 menos que en el 2020 (S/2.039,7).