Cargando...
Economía

Advierten que conflictos mineros se están volviendo permanentes

Sin solución. Este año las tensiones se caracterizan por la gran fragmentación de agendas y demandas de las comunidades.

larepublica.pe
Conflicto. Ahora serían 38 comunidades de Challhuahuacho las que reclaman contra Las Bambas.

Al cierre de mayo, la Defensoría del Pueblo reportó 205 conflictos sociales, siendo Loreto la región con mayor incidencia, seguido de Cusco y Áncash (ver infografía).

De ese total, los casos de conflictividad vinculados a la minería ocupan un espacio central, y en el último semestre se han caracterizado por una situación de tensión casi permanente, sobre todo en el corredor minero del sur, y por una gran fragmentación de agendas y demandas por parte de las comunidades, según el último reporte del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú (OCM).

“En el corredor del sur andino claramente Las Bambas es la empresa que tiene mayor cantidad de conflictos, no solo en la provincia de Cotabambas, donde tiene sus operaciones, sino a lo largo de la carretera por donde transitan sus camiones, estamos hablando de 400 kilómetros de carretera”, precisó a La República César Flores, investigador de CooperAcción.

En este corredor cada 30 kilómetros se pueden identificar diferentes demandas que provienen de actores que no están articulados entre sí, se advierte en el reporte.

“Estos actores compiten entre sí: hay competencia entre distritos, provincias y regiones; también entre comunidades. Lo que una consigue de una negociación con la empresa minera o con el Estado puede terminar siendo el incentivo de nuevas demandas”, apuntó.

¿A más concesiones mineras, más conflictos?

Apurímac es la región cuyo territorio está más concesionado a la minería: un 49,9%. Además se mantiene como una de las principales productoras de cobre y molibdeno del país. Hay 11 conflictos, de los cuales 6 están directamente vinculados al sector minero: a la empresa Las Bambas y al avance de la minería informal.

conflictos. El Corredor Minero se ha convertido desde hace algunos años en el epicentro de las protestas contra la minería.

“Además es la región con el mayor porcentaje de territorio que le pertenece a comunidades campesinas. Entonces sí hay una correlación entre un alto porcentaje de territorio comunal que empieza a ser concesionado a empresas mineras, muchas veces sin su conocimiento”, explicó Flores.

El especialista agregó que la información de estas operaciones está en el portal del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), pero las comunidades no acceden a esa información con facilidad, por lo que muchas veces ni se enteran de que su territorio está concesionado a empresas porque el trámite se hace desde Lima.

Informalidad minera avanza

Otro aspecto que se destaca en el reporte es que el precio alto de las mineras coincide con el incremento de los conflictos, asimismo con el avance de la informalidad minera que provoca tensiones con las comunidades.

“En este último ciclo de precios altos de los minerales, vemos que la minería informal de cobre también se está expandiendo de manera muy acelerada en el sur andino, con una serie de promotores de circuitos comerciales. Este es un tema que está generando ciertos conflictos en particular porque empieza a haber una superposición de la actividad -formal como informal- en las concesiones mineras”, explicó Flores.

El dato

¿Funcionan las mesas de diálogo? Para los especialistas del OCM, estos espacios han perdido toda credibilidad. “Se usan para apagar el incendio, pero no llegan a ningún lado, lo que origina que la gente se levante nuevamente”, enfatizó César Flores.

Infografía La República