En lo que representa la más drástica medida sobre la compañía española Repsol, desde que el sábado 15 de enero se produjo el escape de 11.900 barriles de crudo en el terminal submarino de Ventanilla, el Gobierno peruano dispuso la suspensión indefinida de las actividades de carga y descarga en la refinería de La Pampilla.
De acuerdo con la disposición del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Repsol ha incumplido con reportar la ejecución de una serie de medidas que le habían impuesto para responder a la fuga de crudo.
Aunque no se ha fijado la duración de la paralización de las operaciones de la refinería de La Pampilla, el OEFA ha precisado que se levantará cuando Repsol garantice el control del derrame de petróleo y haya completado la limpieza de las zonas afectadas.
El anuncio de la interrupción de las labores en la refinería de La Pampilla lo hizo el titular del Ministerio del Ambiente, Rubén Ramírez.
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Repsol contestó que se trataba de una decisión “desproporcionada e irrazonable”, pero que “en aras de garantizar el suministro de sus productos, expresa su plena disponibilidad de colaboración con las autoridades peruanas, de modo que puedan reanudarse las actividades (de la refinería) lo antes posible”.
El OEFA exige a Repsol que acredite medidas que aseguren que no se repita el vertimiento de hidrocarburos, y que, si ocurriese el evento, responda de inmediato para evitar el impacto dañino en el medioambiente.
La medida de paralización de las operaciones del muelle submarino -conocido como Terminal Multiboyas 1, 2 y 3, y Monoboya N° 4-, “tiene como finalidad evitar que se produzcan situaciones de emergencia que no puedan ser controladas por la empresa en el menor tiempo posible, a fin de evitar la degradación o daño ambiental a los componentes ambientales (fauna y flora acuática, aves marinas, agua, suelo y sedimentos)”, señala el reporte del OEFA.
A la fecha, Repsol ha incumplido con 4 acciones de debió ejecutar por mandato del OEFA, como:
- El 24 de enero: contención y recuperación del hidrocarburo en las áreas nacionales protegidas.-El 25 de enero: identificación de las áreas dañadas por el petróleo.
-El 25 de enero: la contención y recuperación del crudo.
-El 28 de enero: la contención y recuperación del segundo derrame de crudo, que se registró el 25 de enero.
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Todavía le quedan otras 8 medidas que debe cumplir Repsol hasta el 3 de marzo, como la presentación de un muestreo de suelo, agua y sedimentos de las áreas naturales protegidas, y que demuestren que no existe contaminación.
En el comunicado emitido luego de difundida la decisión del Gobierno, Repsol recordó la importancia de la circulación de sus productos en el mercado nacional: “La refinería La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles, y por ello, Repsol realizará los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales para los ciudadanos peruanos y el desarrollo del país”.
La República consultó con los gremios directamente involucrados, como la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú, la Sociedad Nacional de Industrias y la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía. Pero sus voceros señalaron que darán una respuesta hoy.
El ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, resaltó que la suspensión de las actividades se debe directamente a responsabilidad de Repsol: “Anunciamos la paralización de todas las actividades de carga y descarga de hidrocarburos en el mar peruano de parte del operador Repsol hasta que nos brinde las garantías técnicas que no se va a producir otro derrame en el mar”.
Con anterioridad a lo manifestado por el ministro Ramírez, la jefa del OEFA, Miriam Alegría, advirtió que Repsol estaba incumpliendo con las medidas que estaba obligada cumplir. En esa misma línea, el titular de Ambiente volvió a referirse a la conducta de la empresa española: “Repsol no ha dado las certezas de que pueda afrontar un nuevo derrame en las otras tres líneas de carga y descarga (las multiboyas 1 y 3, y la Monoboya 4) que vienen operando en el país”.
La gerente de Calidad de Medioambiente de la refinería La Pampilla, Cecilia Posadas Jhong, reconoció que el sistema de detección de la empresa Repsol para eventos de derrame de hidrocarburos no funcionó adecuadamente.
En un acta de la investigación del caso que conduce el fiscal especializado en medioambiente Ariel Tapia, que registra la manifestación de la gerente Cecilia Posadas, esta funcionaria reconoce el fallo que explicaría la tardanza de la empresa en responder a la emergencia.
“El sistema infrarrojo Heads no habría detectado el derrame”, dice el documento publicado por el programa ‘Punto final’.