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Economía

China guarda fondos ante el COVID-19 pese a ser el foco de la pandemia

A diferencia de las medidas tomadas por otras economías, el gigante asiático se ‘’reserva para más tarde’’, según especialistas.

larepublica.pe
Banco Mundial evalúe apoyar a China para controlar la epidemia

Ante la pandemia del COVID-19, China prefiere utilizar sus municiones económicas a largo plazo, pese a ser el país que alberga al foco de esta enfermedad: Wuhan.

Según contó el experto en economía china a AFP, Houze Song, el gigante asiático tendrá ‘’un crecimiento débil durante un largo periodo ante la inacentuada demanda mundial’’.

Cabe resaltar que China estancó sus actividades económicas ante el brote del coronavirus, lo que afectó severamente la producción y funcionamiento de las empresas, aunque progresivamente empiezan a reanudarse.

Por su parte, el economista del banco Mizuho, Ken Cheung, resalta que “la prioridad es evitar las quiebras en cascada y una explosión del desempleo”, el cual llegó en febrero a un nivel nunca antes registrado: 6,2 %.

En cuanto a las pymes, que representan una importante fuerza en términos de empleo, aproximadamente 460 mil han tenido que cerrar en el primer trimestre, recoge Trivium China.

Para contrarrestar este efecto en las pymes, el Gobierno destinó un billón de yuanes (140 mil millones de dólares) para que tengan liquidez.

Pekín promovió también varias medidas fiscales, entre ellas una exención de impuestos a la compra de vehículos con la intención de sostener a la industria automotor.

La modestia china

Estas medidas ‘’parecen modestas’’ comparadas con las grandes economías del planeta, subraya el economista Andrew Fennell, de Fitch.

Y es que, Estados Unidos anunció un plan histórico de dos billones de dólares, mientras que Alemania, potencia principal de Europa, una de 1,1 billones de euros. En cuanto a Asia, Japón puso 900 mil millones de euros para combatir al coronavirus.

Según Fenell, Pekín presentaría medidas más enérgicas en la sesión anual de su Parlamento, la cual se celebraría en unos meses tras ser postergada por el COVID-19.

Las medidas de reactivación extraordinarias tomadas por otros países van a ser “una presión suplementaria para China” para que también siga esa ruta, sentencia Ken Cheung.

Durante la crisis financiera de 2008, China había destinado 4 billones de yuanes (cerca de medio billón de dólares) en grandes proyectos de infraestructura no siempre rentables, los que alimentaron la deuda y generaron un exceso de capacidades productivas.

"En 2008, Pekín tenia un mayor margen de maniobra" para reactivar su economía, con un crecimiento anual del 9,6%, sostiene Cheung. En 2019, fue del 6,1% , el ritmo más bajo desde hace tres décadas.

Ante la advertencia de la OMC, que prevé ‘’la mayor recesión económica de nuestra existencia’’, China evita los ‘’efectos secundarios’’ de un plan masivo sobre su economía, aclara Cheung.