El 2020 inicia con varios retos en el ámbito laboral, sobre todo luego de lo sucedido en la compañía Mc Donald’s, donde dos jóvenes trabajadores fallecieron luego que una máquina expendedoras de gaseosa tenga una fuga de electricidad y cause el deceso de ambos trabajadores de la transnacional.
Esto motivo a que el Ejecutivo aplique medidas para una que se mejore la fiscalización en las empresas. Sin embargo, este hecho lamentable evidenció las condiciones en las que trabajan los jóvenes y de las cuales debe ser prioridad para el gobierno en este año.
No obstante, la tasa de desempleo en los jóvenes (entre los 15 y 24 años) es preocupante. Y es que según la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), demuestra que desde hace cinco años (2015) la tendencia de este indicador está en alza.
La tasa del desempleo en los jóvenes pobres es la más representante, ya que desde el 2013 se evidencia un aumento. Mientras que la tasa de desempleo de los jóvenes no pobres se ha mantenido estable desde el 2016.
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Con respecto a la Población Económicamente Activa ocupada juvenil dependiente con ingreso laboral menor a la remuneración mínima vital, esta registra un aumento desde el 2015, donde más de la mitad de este grupo percibe menos de 930 soles (actual RMV en el Perú). Una explicación de ello es que una gran parte de los jóvenes trabajan a tiempo parcial.
“Por lo visto se ha estado generando empleo, pero ¿de qué calidad? Una de las críticas más comunes al flujo migratorio es que este ha desplazado laboralmente a los trabajadores locales. Dentro de esta argumentación se afirma que los trabajadores mirantes están dispuestos a trabajar por menores salarios. Esto ha debido llevar a una reducción de los salarios en la parta más baja de la distribución”, señaló el economista regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Hugo Ñopo en su artículo en el blog Foco Económico.
Fuente: INEI
Por su parte, los ingresos laborales de los trabajadores independientes sin trabajadores a su cargo también tienen la misma tendencia, ya que en el 2015 un 77,1% del total de este sector ganaba menos del salario mínimo y en el 2018 aumentó a 80,5%, cifra realmente preocupante.
“Este indicador sobre el porcentaje de trabajadores con ingresos por debajo de la RMV merece mayor atención. Su repunte es preocupante, tanto por su elevado nivel como por su tendencia al alza. Los ingresos laborales en la cola más baja de la distribución se están acumulando cada vez más por debajo de la RMV. Esto muy probablemente se verá reflejado en la serie de la tasa de pobreza”, sentenció Ñopo.