Deysi Pari
El directivo de la institución que organiza Perumin hace un balance del cónclave minero. Según él, fue un éxito, aunque otras voces digan lo contrario por una baja en el número de asistentes. Cardozo también hace un balance de la compleja relación entre minería, comunidades y Estado.
Rómulo Mucho, exdirectivo del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, señaló que esta convención habría tenido una baja asistencia en relación a otras citas mineras.
Le podemos responder cuando tengamos las estadísticas finales. No sé de donde las ha sacado. Lo poco que tenemos, nos muestra una asistencia notable (...)
Perumin abrió en medio de protestas contra el proyecto Tía María. ¿Esto afectó la asistencia?
Podría haber afectado la decisión de algunas personas de venir o no. No lo sabemos con certeza. En los últimos días previos al evento se generó rumores acerca de marchas, oposición y bloqueos, además hay un evento de poblaciones afectadas por la minería. Lo que sí vale la pena decir es que tenemos tanta asistencia como esperábamos. No estamos preocupados por ello.
Al inicio de Perumin, Carlos Gálvez señaló que tienen un convenio firmado con la Asociación Empresarial Cerro Juli para realizar dos ediciones más. La coyuntura particular que se vive en Arequipa podría conllevar a la decisión de trasladar este evento a otra ciudad.
Estamos en el Perú, la situación siempre es fluctuante. No podemos proyectarnos en el largo plazo, pensando en aspectos negativos. Arequipa nos acoge desde el año 95, trece ediciones de Perumin de forma positiva (...) que a veces hubo amenazas de protestas mayores, es cierto. No hemos parado de venir, ni pensamos dejar de hacerlo.
En este Perumin se ha coincidido en que es necesario una nueva minería, que sea sostenible. Incluso el presidente lo dijo: minería sí, pero que respete el medio ambiente. ¿Qué opina de esa visión?
Somos la nueva minería, moderna, que respeta el medio ambiente. Que todavía no nos crean es un tema diferente. Tenemos que acercarnos, mejorar nuestra comunicación, despejar signos claros de desconfianza entre las partes. En este país nos estamos acostumbrando a no creer en nada, porque tenemos muchas frustraciones en nuestra historia (...) La relación con el país, la población y las autoridades tiene que mejorar.
No hay nada pendiente. El hecho que se reconozca que es necesario una nueva minería, ¿no les hace pensar que todavía faltó algo?
Falta que nos entiendan.
¿Se refiere a las comunidades impactadas por la minería?
Me refiero a la población en general. Tenemos que hacer un esfuerzo para desmontar la desconfianza. Queremos una minería limpia y socialmente responsable (...) y no solo limpia en el concepto tradicional de no contaminar; sino en avanzar en la economía circular, a reducir el número de residuos, a reciclar el agua en mayor porcentaje. Consumimos 1.6% del agua en el país. En el sur, tenemos la minera Cerro Lindo, que recicla el 95% de agua (...)
Estuvo aquí el exdirectivo de la minera chilena Codelco. Él señaló que el 30% de la minería debería ser subterránea. ¿Qué tan lejos o tan cerca estamos en el Perú de esto?
Estamos un poco lejos todavía. Lo de Chuquicamata es una lección formidable de lo que se puede hacer para generar un cambio, no solo de pasar de tajo abierto a minería subterránea; sino el proceso de hacerlo, los cambios que eso implica. Ellos llevan 12 años trabajando en esto. Pero los cambios humanos son los más importantes (...)
¿Se necesita de mucha inversión?
Chuquimata ha dicho que ha invertido más de 5 500 millones de dólares y todavía no ha terminado.
El miércoles, el presidente Vizcarra ha ratificado la comisión para ver los ajustes a la regulación minera. ¿Qué opinan acerca de esta propuesta? Algunos voceros del sector minero no lo ven con buenos ojos.
Las regulaciones son perfectibles. Esta, que viene de la década de los 90, nos ha traído por una ruta impresionante de crecimiento e inversión. En cobre hemos pasado de 1 millón de toneladas de cobre fino a 2.6 millones de toneladas de cobre fino. Las exportaciones mineras han llegado a 30 mil millones de dólares al año. Tenemos proyectos que podrían seguir avanzando con esa normatividad para duplicar la producción en ocho a diez años. ¿No quiere eso el país, prefieren que no haya minería, prefieren que no traigamos divisas? (...) Con este clima político que tiene el país, a mí me preocupa qué es lo que se va a proponer. Después de haber visto las señales de los gobernadores del sur, de algunos partidos políticos de izquierda, lo que están diciendo es que no quieren minería. ¿Eso es lo que quiere el gobierno? No lo creo. El gobierno no va a cometer el suicidio de perder sus principales ingresos económicos.
¿En todo caso, qué propondría el sector minero?
En el IIMP acabamos de completar un índice de competitividad. El resultado: lo único que nos hace destacarnos en este sector es el potencial minero y geológico, en todo el resto estamos a la cola. Si queremos cambiar algo, que sea para mejorar (...) La confianza es mucho más importante que las normas.
¿Cómo se ve el futuro de la actividad minera en relación al precio de los minerales?
En el caso del oro, el precio está a 1 500 dólares y es altísimo, en el cobre estamos en 2.50 a 2.60 dólares la libra. Y eso es un precio bueno, pero podría estar mejor. Pero hay un conflicto comercial entre Estados Unidos y China que genera incertidumbre. Se especula elevando el precio del oro y se castiga el precio de los metales que sirven para la industria.
¿Qué pasó con la actividad donde se hizo alusión a un funcionario del gobierno dentro de una organización criminal?
No tuvimos ningún control sobre esta conferencia. Esa es entera responsabilidad de quien hizo semejantes acusaciones. Hemos deslindando. No calificamos a nadie de una manera negativa.