Por: Magda Quispe
La incertidumbre política ha generado la caída de la confianza empresarial y ello impacta en la economía peruana por lo que las perspectivas económicas se han venido reduciendo en lo que va del año y se ubican entre 2,4% y 3%.
Pero ante esta situación, es importante preguntarnos ¿cuáles son los retos del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) camino al bicentenario?
Para la presidenta de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), María Isabel León, lo primero que es necesario para que el país siga creciendo es poner en la línea de prioridades la inversión en capital humano.
Asimismo, la capacitación de la mano de obra con el objetivo de mejorar la productividad del Perú.
“También debemos mirar las estrategias para fomentar el crecimiento del empleo formal como la protección a la persona y no al puesto de trabajo, de manera que se permita la movilidad de los trabajadores de acuerdo a sus necesidades y al de las empresas”, dijo León a La República.
Agregó que para ello es necesario garantizar el irrestricto cumplimiento de las leyes de manera que se asegure el clima de predictibilidad para llevar adelante grandes inversiones que sean de largo plazo e impacten positivamente al país.
Institucionalidad sólida
La titular de la Confiep consideró que “somos un país tan rico y diverso por lo que debemos aprovechar nuestros recursos naturales, tratando de agregarles un plus para exportarlos con valor agregado al mundo”.
Indicó que para ello es necesario desarrollar líneas de investigación para impulsar la tecnología y aplicarla en el sector productivo de manera eficiente.
“Enfocarnos en ofrecer a nuestra población servicios esenciales de salud y educación del mejor nivel. Invertir con eficiencia y racionalidad los recursos públicos para este fin. Desarrollar nuestra infraestructura básica: servicios de agua, electricidad, desagüe para todas las comunidades urbanas y rurales a las que se les tenga pendiente esta deuda”, recalcó.
Por su parte, el economista de Centrum de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Kurt Burneo, sostuvo que lo que tenemos actualmente es una economía desacelerada, que crece a tasas cada vez menores, por lo que suponiendo que se logre lo proyectado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de un 3% en el PBI y que se de un impulso fiscal positivo, se lograría una ejecución del gasto en 30% a julio de este año, en promedio.
Precisó que es necesario analizar el gasto público así como la inversión y el consumo privado además del diferencial de importaciones y exportaciones que explican la dinámica del PBI en el año.
“Si el MEF hace una propuesta seria para devengar más las consecuencias es que se tendrá un gasto público que dinamice e incentive al sector privado porque existe la decisión de impulsar la economía y porque cuando se hace inversión pública contiene elementos de infraestructura y permite convertir proyectos por ejemplo que serían objetos de inversión en el sector privado”, refirió.
Según Burneo si es que el MEF lleva a cabo una política contracíclica se lograría un crecimiento de entre 2,5% y 2,6% para este año pero si no lo hace, en el mejor de los casos, lograríamos un 2% o quizá menos.
Pero ¿qué pasa si el contexto externo no esta tan malo como el de ahora? Lo que origina son devaluaciones de países como el nuestro, lo que tiene un efecto en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y aparte de la afectación de un dólar más caro lo que nos afecta son las cuentas externas, es decir la balanza comercial.
Y si es que no existiesen problemas externos y no hubiera fricción política podríamos crecer hasta un 3,8%, tasa asociada al producto potencial o de largo plazo, es decir el tope máximo que la economía peruana podría crecer sin presiones inflacionarias.
Sin embargo, cuatro años atrás, el producto potencial nos permitía crecer 6%. ¿Qué pasó? Burneo sostiene que son dos las explicaciones: Una de ellas, es el Fenómeno de El Niño Costero que destruyó la capacidad productiva del país ademas de la reducción de la productividad factorial, es decir la tasa de productividad del empleo y capital son menores que hace 4 años atrás.
Sumado a que el aumento del capital físico e humano implicaría procesos de inversión previo. Si la inversión privada no se recupera nos pega en la demanda a corto y también a largo plazo porque el stock de capital físico y humano tampoco lo hará y seguiremos en el mejor de los casos con 3,8% en el PBI.
Burneo considera que el Perú necesita crecer como mínimo alrededor del 5% ya que de esta forma podríamos absolver a los 250 mil jóvenes que se incorporan al mercado laboral pero si es menor crece el subempleo, que ahora representa a 7 de cada 10.
“En un país dónde no hay seguro de desempleo el trabajador no puede dejar de trabajar.Estamos hablando de trabajo de baja calidad y eso crecerá y en ese interín viene lo del bicentenario”, resaltó.
Consideró que no es posible que seamos un país elegibles para la OCDE en el 2021 ya que que tenemos un producto pér cápita de casi 11 mil dólares, mucho más pequeño que el de México con unos 16 mil dólares del producto pér capita.
Sumado al coeficiente de Gini, medida que se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, cuyo promedio en la OCDE es de 0,33 mientras que el Perú es de 0,44.
“No vamos a ser elegibles aún con la OCDE pero el sentido de buscar relacionarse con ellos no se ve tanto de la membresía persé sino la característica de la OCDE y sus miembros quienes tienen una buena gobernanza pública y en ese sentido debe verse”, refirió.
Burneo dijo que el Perú aún está en la cola en el tema de competitividad. “Hay un plan pero aún estamos con los planos. Abrir una economía bajo esas condiciones está en dificultad y la otra es la descentralización, no se gasta lo que se tiene y ello va relacionado a la descentralización en la capacidad de gestión”, dijo.
Crecimiento PBI al 2021
El nuevo reporte del Centro de Desarrollo de la OCDE propone acciones de política en tres áreas clave para un nuevo período de mayor competitividad con inclusión en el país. Entre ellas está promover la diversificación y productividad de la economía, fortalecer la conectividad de transporte y favorecer la formalización laboral.
Sostienen que en primer lugar, el Perú debe diversificar su economía y aumentar la productividad, que se sitúa en tan solo un tercio de la de la Unión Europea.
“La visión estratégica que se presenta en la Política Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP) y su respectivo Plan apunta en la buena dirección y representa un gran avance del gobierno peruano”, señaló la OCDE.
Asimismo, en segundo lugar, consideran que es fundamental activar los beneficios de una mejor conectividad en el transporte. Y es que el ratio entre los costos del transporte y los aranceles comerciales es 20 veces mayor en el Perú que en las economías de la OCDE, y el transporte urbano es uno de los grandes desafíos para la movilidad de las personas.
Sebastian Nieto Parra, Jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe en el Centro de Desarrollo de la OCDE y autor principal del Estudio, destacó que “algunas de las propuestas que hemos realizado desde la OCDE ya están tomando forma y son avances muy relevantes, como la creación de una Autoridad Única de Transporte Urbano para Lima-Callao”.
Finalmente, es fundamental promover la formalización del empleo en un país en que la informalidad llega a un 70%.
“Esto tiene consecuencias sobre las condiciones de los trabajadores, pero también sobre la productividad y la recaudación fiscal. Es necesario adoptar una visión integral para abordar la informalidad, con políticas que se ocupen de aspectos relacionados con la protección social de los más desfavorecidos, que adapten los regímenes impositivos para generar incentivos a la formalidad de actividades, y que provean mejor formación para mejorar la empleabilidad de los trabajadores”, sostienen.
Marco Macroeconómico