Crecimiento. Con una economía basada en hidrocarburos, la economía boliviana lograría este año su nivel más alto en 193 años de historia. A pesar del éxito económico, el presidente boliviano Evo Morales aún busca una cuarta reelección.,Durante una celebración con sus militantes por los 13 años de su primera victoria electoral, el presidente boliviano Evo Morales anunció que el Producto Bruto Interno (PBI) de su país cerrará este año por encima de los US$ 40.500 millones, logrando así una tasa de crecimiento de 6,7% en el 2018 y su nivel más alto del PBI en 193 años de historia. Morales destacó el crecimiento logrado, pues hoy la economía boliviana es cuatro veces más grande que en 2005, cuando el mandatario boliviano ganó el cargo y el PBI del país solo alcanzaba los US$ 9.500 millones. Así, a nivel internacional muchos hablan del "milagro económico boliviano", según BBC. “Un solo dato: en 180 años nos dejaron con US$ 9.500 millones del PIB. Hace un momento me comuniqué con el gabinete económico, este año hemos llegado a US$ 40.500 millones de PIB. Esa es la lucha del pueblo boliviano, es el voto del pueblo boliviano”, dijo el dignatario boliviano frente a sus militantes el pasado 19 de diciembre. PUEDES VER Evo Morales: “Los recursos del Estado no pueden estar en manos extranjeras” El modelo boliviano Evo Morales atribuyó el auge económico de Bolivia a la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos en el 2006. Al año siguiente de haber sido electo gobernante, Morales estatizó los recursos petroleros y gasíferos para posicionarlos como fuente central de su economía. Armando Mendoza, economista de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), explica que el modelo boliviano es un modelo "diametralmente distinto" al modelo aplicado en Perú. Mientras en el Perú se fomenta a la inversión privada como motor de la economía, en Bolivia "hubo una política mucho más centrada en el control del Estado sobre recursos naturales claves como es el gas". "En Bolivia, la primera diferencia es que sí hay una visión de utilizar los recursos naturales como palanca para la industrialización con un rol importante del Estado, cosa que en Perú no se da. El segundo factor es que el fisco boliviano se ha quedado con partes más significativas de las rentas generadas por la explotación de materias primas, mientras en Perú la renta generada por la minería se ha caído y no necesariamente por la caída de los precios internacionales", explica Mendoza. PUEDES VER Evo Morales arremete contra Donald Trump: "El verdadero triunfo es de Siria" Diferencias Sin embargo, a pesar del auge económico logrado, la economía boliviana aún sigue siendo muy pequeña frente a la peruana y, por lo tanto, afrontan retos distintos. Mientras el PBI de Bolivia recién alcanzó los US$ 40.500 millones, la economía peruana es cuatro veces más grande y promedia los US$ 200.000 millones. "Bolivia arranca de un techo mucho más bajo que Perú. Si el Perú es un país pobre, aislado y subdesarrollado, Bolivia está en una situación mucho más desventajosa. Cuando partes de un nivel tan desventajoso, con relativamente poca inversión puedes generar mejoras sustanciales. Bolivia todavía esta en esa parte de la curva que con relativamente poco esfuerzo puede alcanzar una fase de crecimiento", explica Mendoza y aclara que Perú ya alcanzó ese techo y por ello se encuentra en búsqueda de nuevas formas que le permitan crecer con tasas de 5%. PUEDES VER Bolivia: Alertan sobre efectos negativos del doble aguinaldo decretado por Evo Economía y política Mientras por un lado se alcanza un éxito económico, por el otro Evo Morales busca aún permanecer en el poder y tentar su cuarta reelección. Armando Mendoza explica que, tarde o temprano, "distorsionando el sistema político, también se distorsiona el sistema económico". "El discurso de un partidario de Morales es que es gracias a Evo se logra estabilidad y un marco seguro para la inversión. Es prácticamente el mismo discurso que daba un fujimorista en los años 90'. Esos modelitos con 'el enviado del cielo' que nos saca adelante, tarde o temprano hacen crack, tarde o temprano la política y la economía hacen crack como en Nicaragua o Venezuela", dice Mendoza.