El magnesio, un mineral fundamental para el organismo, se encuentra predominantemente en los huesos. Dado que el cuerpo humano no puede producirlo de manera natural, es crucial obtenerlo a través de la alimentación o mediante suplementos. Entre las diversas opciones disponibles, el citrato de magnesio destaca por su eficacia y versatilidad, lo que lo convierte en una elección popular para quienes buscan asegurar un adecuado aporte de este nutriente esencial.
Este compuesto, que combina ácido cítrico y magnesio, se asocia frecuentemente con medicamentos y remedios caseros. Su uso se ha popularizado ante la necesidad de aliviar diversos malestares, convirtiéndose en una solución accesible para muchas personas.
El citrato de magnesio es un compuesto de ácidos cítricos de carbonato de magnesio y suele recetarse como suplemento para tratar la deficiencia de magnesio. Este compuesto pertenece a la clase de medicamentos denominados laxantes salinos, los cuales están diseñados para facilitar el tránsito intestinal mediante la atracción de agua hacia el colon.
Asimismo, se encuentra en productos que buscan enriquecer la dieta con minerales esenciales, lo que ayuda a proporcionar beneficios adicionales más allá de su función laxante. También se cree que la carencia de magnesio es una de las deficiencias nutricionales más frecuentes que afectan a los adultos, por razones de problema de absorción y la falta de frutas o verduras en la dieta.
El citrato de magnesio se utiliza principalmente para tratar el estreñimiento a corto plazo. Este laxante salino actúa reteniendo agua en las heces, facilitando su expulsión y aumentando la frecuencia de las deposiciones. Sin embargo, también es importante para el funcionamiento adecuado del cuerpo.
Asimismo, la falta de magnesio puede desencadenar problemas como calambres musculares, fatiga, dolores de cabeza, hipertensión arterial, problemas de sueño o alteraciones en el estado de ánimo. Por ello, es fundamental mantener niveles adecuados de este mineral.
El magnesio puede encontrarse de forma natural en alimentos como el cacao, las legumbres, los frutos secos o en semillas de girasol o lino. En forma de suplemento se suele comercializar en líquido o en cápsulas que se pueden ingerir con agua antes o después de las comidas.
En el caso de las cápsulas, es preferible tomarlas junto con las comidas para mejorar la absorción y minimizar cualquier malestar estomacal. Sin embargo, si usas la forma líquida del citrato de magnesio, mide la dosis exacta utilizando el dispositivo de medición que viene con el producto.
El citrato de magnesio no es adecuado para personas con problemas renales graves, ya que puede acumularse en el cuerpo. Tampoco las personas con enfermedad de Addison, una afección que afecta las glándulas suprarrenales, no deben tomar citrato de magnesio sin consultar con su médico.
Asimismo, no debe tomarlo aquellas personas que son alérgicas al magnesio o a cualquier ingrediente del suplemento, ni tampoco debe usarse en caso de bloqueo intestinal, ya que puede agravar la condición.
La dosis típica para adultos oscila entre 200 a 400 mg de magnesio elemental por día. Es importante recordar que los suplementos aportan lo que falte con la alimentación. Esto puede variar según los hábitos de ingesta y según condiciones de riesgo.
Sin embargo, si se usa como laxante, la dosis comúnmente recomendada es de 240 ml de solución de citrato de magnesio, tomados en una sola dosis o divididos en dos dosis a lo largo del día. Cabe indicar que lo recomendable, antes de comenzar a consumir el magnesio, es asesorarse con un experto, ya que, un uso inadecuado puede tener efectos secundarios adversos.