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Ciencia

Científicos examinan 3 tipos de bolsas de té y descubren que liberan millones de microplásticos

Un estudio revela que las bolsitas de té, especialmente las de un tipo, liberan millones de micro y nano plásticos en cada infusión.

larepublica.pe
El uso de filtrantes es la forma más común para beber infusión en el mundo. Foto: Secret of tea

Servirse una taza de té, manzanilla o cualquier tipo de infusión en filtrante puede ser un momento de relajo o simplemente para acompañar una comida. El acto es bastante simple: tras verter agua caliente en una taza, colocamos una bolsita de la mezcla herbal. Lo que no suele pasar por nuestra mente es que mientras la bebida pasa por nuestro organismo nos está dejando millones de partículas diminutas e imperceptibles de algo que está en todas partes: plástico. Investigadores analizaron tres tipos de estas bolsas y descubrieron que liberan millones de microplásticos y nanoplásticos. El fenómeno, poco explorado hasta ahora, podría tener implicaciones para la salud.

Los resultados del estudio, que combinó técnicas avanzadas como microscopía electrónica y espectroscopia infrarroja, revelaron que los materiales plásticos como el nailon-6 (NY6) y el polipropileno (PP) liberan cantidades significativas de estas diminutas partículas durante la preparación del té. Incluso las bolsas hechas de celulosa, percibidas como más amigables con el medio ambiente, contribuyen al problema.

Un minucioso experimento

El equipo de investigadores empleó avanzadas técnicas analíticas como la microscopía electrónica y la espectroscopia infrarroja para examinar las bolsitas de té. Las pruebas incluyeron la simulación de un uso típico: sumergir las bolsas en agua caliente. Esto permitió observar cómo los polímeros de los materiales se fragmentaban en partículas microscópicas y nanométricas.

Las muestras estudiadas mostraron que las bolsas de polipropileno liberaron hasta 1.20 × 10⁹ partículas por mililitro, una cifra alarmante. Las bolsas de celulosa y nailon también demostraron una liberación significativa, aunque en menor medida. Adicionalmente, los investigadores tiñeron las partículas para estudiar su interacción con células humanas. A partir del experimento, confirmaron que las mismas son absorbidas por el tejido intestinal.

¿Cómo se liberan millones de microplásticos de una bolsa de té?

Los microplásticos y nanoplásticos se generan debido a la composición de las bolsas, que frecuentemente contienen plásticos para sellado y resistencia. El calor y la agitación durante la preparación aceleran la fragmentación de los polímeros, liberando las partículas en el agua.

Los efectos no se limitan al consumo humano. Las partículas de plástico también representan una amenaza ecológica. Su acumulación en ríos, lagos y suelos podría alterar la cadena alimentaria y afectar organismos acuáticos. Además, muchas bolsas que aparentan ser biodegradables contienen componentes plásticos que persisten en el medio ambiente.

Mayor atención con productos cotidianos

El descubrimiento sobre las bolsitas de té y microplásticos va más allá de una preocupación puntual. El estudio aporta evidencia sobre cómo productos de uso diario contribuyen a la exposición humana a contaminantes plásticos. Investigaciones previas ya habían identificado MNPL en heces humanas y correlaciones con enfermedades inflamatorias del intestino, lo que indica que el problema podría ser más profundo.

Algunos fabricantes han comenzado a explorar materiales alternativos como el ácido poliláctico (PLA), considerado biodegradable. Sin embargo, estas soluciones requieren validación científica para garantizar que no liberan partículas bajo condiciones normales de uso. Mientras tanto, los investigadores recomiendan infusores de acero inoxidable o té a granel como alternativas más seguras.

¿Cuáles son los riesgos consumir microplásticos en la salud humana?

La OMS ha señalado que, hasta ahora, la presencia de microplásticos en el agua potable no parece representar un riesgo significativo para la salud humana en los niveles actuales. Las partículas más grandes (mayores a 150 micras) generalmente no son absorbidas por el organismo, y la absorción de partículas más pequeñas es limitada, aunque se sugiere que las nanopartículas podrían ser absorbidas en mayor medida.

Sin embargo, la OMS ha enfatizado que existe una "escasa información disponible" sobre los efectos de los microplásticos en la salud y ha llamado a realizar estudios más exhaustivos para evaluar su impacto. La organización reconoce que los microplásticos están presentes en diversos entornos, incluyendo el agua que consumimos.