Unas semillas de 2.000 años de antigüedad estaban ocultas bajo las ruinas de una fortaleza romana, cerca del Mar Muerto, en Israel, cuando un equipo de arqueólogos las recogió. Luego, científicos, guiados por Sarah Sallon, doctora experta en medicina natural, sembraron las pepitas y lograron resucitar un árbol legendario.
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El árbol que nació de las semillas era un Phoenix dactylifera de 2.000 años de antigüedad, originario de sitios arqueológicos del desierto de Judea, según indica el estudio en que se describe la experiencia, en la revista Sciences Advances.
La planta, conocida como palmera datilera de Judea, es descrita en fuentes antiguas como un árbol destacable por la calidad, tamaño, dulzura, almacenamiento prolongado y propiedades medicinales de sus frutos, que, sin embargo, se perdió durante siglos.
Para la investigación, no solo se plantó una palmera, sino seis. Sarah Sallon y Elaine Solowey, ambas de la Organización Médica Hadassah, lideraron a un equipo de científicos para separar un grupo de semillas de los cientos que habían sido recogidas. De 32 que fueron plantadas, 6 germinaron y se les colocaron nombres: Jonás, Uriel, Booz, Judit, Ana y Adán.
“Puedes dejar que las semillas permanezcan adormecidas miles de años, creemos que están extintas y ¡boom! Basta un par de manos de oro, como las de Elaine, para traerlas de vuelta a la vida”, expresó Sallon a la agencia AFP.
La experta también comentó que el proyecto representaba “una luz de esperanza” para el planeta Tierra, que actualmente se halla en crisis climática y desaparición masiva de especies.
Seis árboles lograron crecer de las semillas recuperadas. Foto: Science Advances
Se estima que la muy baja humedad alrededor del Mar Muerto podría haber contribuido a la longevidad de las antiguas semillas dátiles.
Asimismo, el equipo de científicos sostiene que los resultados confirman la existencia de una cultura de domesticación altamente sofisticada en la antigua Judea. De esta forma, los agricultores habrían conocido cuáles eran las palmeras machos (que producen polen) más adecuadas para la polinización de las palmeras hembras, que son las que producen los frutos).
Además, se considera que una alta variedad de intercambios migratorios en la zona habría contribuido para ello. “Utilizaron cruzamiento con machos extranjeros (genéticamente diferentes) para desarrollar una rica colección de variedades”, se indica en el estudio.
Líderes del proyecto sosteniendo una bandeja con las semillas. Foto: AFP
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Los frutos de Phoenix dactylifera son conocidos como dátiles y se caracterizan por madurar y secar en la propia planta. Debido a su sabor dulce, pueden ser utilizados para reemplazar al azúcar en postres. Son considerados buena fuente de hierro, calcio y fósforo.
Existen dátiles blandos, secos y semisecos, además de distintas variedades. Foto: Rtve
Las palmeras Phoenix dactylifera pueden alcanzar los 25 a 30 metros de altura, con un tronco de 50 centímetros de diámetro, aproximadamente.
'Gran Abuelo' es el apodo del árbol considerado el más viejo del mundo y pertenece a la especie Fitzroya cupressoides. Vive desde hace 5 mil 400 años en el Parque Nacional Alerce Costero, en Chile.
La edad del 'Gran Abuelo' fue calculada con un algoritmo. Foto: Wikimedia Commons