El pasado 16 de septiembre, el Observatorio Astronómico Principal de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania reportó un número “significativo” de objetos voladores no identificados (ovnis) que fueron vistos sobrevolando el cielo de Kiev, la capital del país europeo.
“Observamos un número significativo de objetos cuya naturaleza no está clara”, señaló la institución ucraniana en un artículo científico que por ahora está publicado como estudio preliminar en la plataforma arXiv. “Los vemos en todas partes”, sostuvieron.
Los avistamientos, “que no pueden identificarse científicamente como fenómenos naturales conocidos”, se llevaron a cabo desde dos estaciones de monitoreo de meteoritos en Kiev y Vinavrika, un pueblo a 120 kilómetros al sur.
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Tras analizar el extraño comportamiento y apariencia de estos objetos que la NASA ya estudia bajo el nombre de Fenómenos Aéreos no Identificados (UAP), estos fueron clasificados en dos tipos: “cósmicos” y “fantasmas”.
Los “cósmicos” se tratan de ‘naves’ que brillan más que el resplandor del cielo y han sido vistos volando solos y en conjunto. Se los ha designado por distintos nombres como “veloz”, “halcón” y “águila”.
Por otro lado, los “fantasmas”, que miden entre tres a 12 metros de ancho, son “completamente negros”, como si fuesen capaces de absorber toda la luz a su alrededor. Además, aparecen en la tropósfera, entre los 10 y los 12 km de altura, y pueden viajar hasta 53.000 km/h.
Dicha velocidad es casi el doble que la de Satán 2, el misil balístico intercontinental que Rusia tiene en su poder (24.500 km/h).
Aunque los ovnis en Kiev pueden tener alguna relación con la invasión rusa en Ucrania, los astrónomos insisten, en su artículo, que su naturaleza “no está clara”.
No obstante, sostienen que algunas explicaciones pueden ser fenómenos atmosféricos como cristales de hielo, un “desorden en el aire” (pájaros y globos) o proyectos gubernamentales clasificados.
Durante décadas, el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, ha especulado que los ovnis pueden tratarse de vehículos militares de tecnología avanzada que han sido desarrollados secretamente por naciones como Rusia, China u otra entidad desligada de los Gobiernos.