Ciencia

La NASA ya tiene en su poder “las muestras de roca más preciosas” de Marte

Tras año y medio de búsqueda, el róver Perseverance finalmente encontró los fragmentos que podrían contener el primer rastro de vida en el planeta rojo.

Muestras de roca recolectadas por el róver Perseverance en Marte. Foto: NASA
Muestras de roca recolectadas por el róver Perseverance en Marte. Foto: NASA

La NASA anunció este jueves 15 de septiembre que el róver Perseverance ha tomado “las más preciosas” muestras recogidas hasta ahora, las cuales contienen potenciales firmas biológicas que deberán ser confirmadas cuando lleguen a la Tierra.

Estos fragmentos de roca son la mejor posibilidad hasta ahora de poder detectar con certeza vida microbiana antigua en el planeta rojo.

No obstante, aunque una firma biológica puede haber sido producida por la presencia de vida, un proceso inerte también podría ser la causa. Para considerar esta biofirma como definitiva, las muestras deben ser analizadas por potentes instrumentos de laboratorio en la Tierra.

La NASA prevé traerlas de regreso por medio de la misión Mars Sample Return antes de 2033.

“Creo que podemos decir que van a ser, y que se trata ya de las muestras de roca más preciosas jamás recogidas”, declaró en rueda de prensa David Shuster, científico que trabaja en dichas muestras.

Roca de 3.500 millones de años

Se tomaron dos cortes perforando en una roca bautizada “Wildcat ridge”, de aproximadamente un metro y situada en un delta que se formó hace unos 3.500 millones de años en la intersección entre un río y un antiguo lago.

Sitios donde el Perseverance perforó para extraer las muestras. Foto: NASA

Sitios donde el Perseverance perforó para extraer las muestras. Foto: NASA

Es particularmente interesante, pues se trata de una roca sedimentaria que parece haberse formado en el momento en el que el agua del lago se evaporó.

“Wildcat ridge” tiene también “un gran potencial de conservación de una biofirma”, declaró Shuster, experto de la universidad de California, en Berkeley.

Analizada, además, aparte por un instrumento en el extremo del brazo robótico de Perseverance, la roca reveló la presencia de compuestos orgánicos, la mayor cantidad detectada desde el inicio de la misión hace ya un año y medio.

Dichos compuestos —hechos especialmente de carbono y que pueden contener hidrógeno— “son los elementos esenciales de la vida”, declaró Ken Farley, a cargo de la parte científica de la misión.

Estos han sido detectados en mucha menor cantidad por el róver durante análisis previos en el cráter de Jezero, que contenía el lago, pero “a medida que avanzamos en el delta, los índices se tornan más y más fuertes”, resumió Sunanda Sharma, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

“Personalmente encuentro estos resultados muy impresionantes, pues parece que estamos en el lugar correcto con los instrumentos correctos, en un momento bisagra”, declaró.

“No sabemos todavía la importancia de estos hallazgos, pero estas rocas son exactamente lo que vinimos a buscar”, concluyó Farley.

Perseverance aterrizó en el cráter Jezero hace un año y medio. Foto: NASA

Perseverance aterrizó en el cráter Jezero hace un año y medio. Foto: NASA

Un lago de lava

Otros análisis del róver han sorprendido a los científicos. En el fondo del cráter se encontraron “rocas ígneas, es decir, rocas cristalizadas tras haberse fundido”, declaró Farley.

Este descubrimiento indica un “vulcanismo activo” y que, posiblemente, antes de tener agua, el cráter haya albergado “un lago de lava”, agregó.

Las muestras tomadas de estas rocas y su posterior análisis en la Tierra debería permitir determinar por primera vez de forma directa la edad de la superficie de Marte.

“Es algo que hoy en día solo se infiere indirectamente”, explicó Farley.

Se prevé una misión en 2028 para recuperar estas muestras por medio de un módulo de aterrizaje que lleva encima una minicápsula. El róver rodará hasta el módulo para poner allí las muestras que luego serán transferidas a una nave en órbita, la cual regresará a la Tierra y aterrizará en el desierto de Utah en 2033.

Con información de AFP