Por qué Plutón ya no es un planeta es una pregunta que cuestiona nuestros saberes sobre el sistema solar. Fue el 18 de febrero de 1930 cuando el astrónomo estadounidense Clyde William Tombaugh, tras meses de investigación y con contribuciones de William H. Pickering, halló el que parecía ser el noveno planeta de nuestro vecindario cósmico.
Apenas se sabía nada sobre aquel mundo, pero cuando el Observatorio Lowell de Estados Unidos anunció el hallazgo, los buzones se llenaron de cartas con las sugerencias para nombrar al nuevo habitante del sstema solar.
Se rechazó llamarlo Cronos, Zyxmal o Minerva, entre otras muchas propuestas. Al final, ganó la opción que entregó una niña británica de 11 años aficionada a la mitología clásica, Venetia Burney, que quiso nombrar al planeta en honor al dios romano del inframundo. Y así nació Plutón.
Curiosamente, pocos meses después de aquello, Mickey Mouse se hizo amigo del perro Pluto (Plutón en inglés). Y en 1941 un nuevo elemento químico recibió el nombre de plutonio, antes de saltar por los aires con la primera bomba atómica.
Durante muchos años existió la creencia de que Plutón era un satélite de Neptuno que había dejado de serlo por el hecho de alcanzar una segunda velocidad cósmica, pero esa teoría fue descartada en los 70.
Pasaron décadas para que, el 24 de agosto de 2006, la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU por sus siglas en inglés) en Praga, durante un intenso debate, decidiese por unanimidad reclasificar a Plutón como planeta enano.
La historia del noveno planeta comenzó en 1905, cuando Einstein publicó su Teoría de la Relatividad. Por entonces, se había observado una anomalía en la órbita de Urano, que para Lowell podía ser el indicio de que más allá había un planeta enorme que tiraba de él. Así que solo faltaba buscarlo.
La definición de planeta establecida en 2006 determinó tres condiciones: 1) el objeto debe estar en órbita del Sol; 2) debe ser lo bastante masivo para ser rodeado por propia gravedad; y 3) debe mantener despejada la vecindad de su órbita.
Aquí es donde falla Plutón, ya que tiene solo 0,07 veces la masa de los otros objetos que aparecen en su órbita. En el caso de la Tierra, es 1,7 millones de veces superior al resto de la masa en su órbita.
Aquí se aprecia la órbita de los planetas del Sistema Solar. Plutón y Neptuno chocan al inicio. Fuente: Astronomy Magazine
En 2015, Plutón pudo ser apreciada por primera vez por la humanidad, gracias a la visita de la nave New Horizons de la NASA. Sus altas montañas, enormes capas de hielo, pozos, valles y terrenos revelaron que Plutón no se iguala a ninguno del vecindario cósmico, por lo que el debate sobre la definición de planeta aún continúa latente.
La sonda espacial New Horinzons, lanzada por la Nasa en 2006, llegó a Plutón en 2015. Foto: Nasa