Diversas personalidades de la izquierda latinoamericana han sostenido que la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus es la más efectiva del planeta. Desde el cuestionado presidente venezolano Nicolás Maduro hasta el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa se han expresado en ese sentido.
“En Venezuela solo está aprobada científicamente y comprobada la vacuna Sputnik V de Rusia. Ya en el mundo comienzan todos a aceptar que la Sputnik V es la mejor y más segura vacuna que hay”, afirmó Maduro el domingo 7 de febrero en una transmisión gubernamental.
Por su parte, Correa acotó el jueves 11 de febrero en una entrevista con la agencia rusa Sputnik que se trata de “la más eficiente”, según los reportes que ha leído.
Esta semana, el mandatario argentino Alberto Fernández condenó “a los profetas del odio” e ironizó sobre la vacuna rusa: “Hace días era envenenador, ahora todos la piden”.
Datos sobre la vacuna rusa Sputnik V contra la COVID-19. Infografía: AFP
En Perú, por ejemplo, el gobernador de la región Arequipa, Elmer Cáceres, propuso recientemente llevar dosis de la Sputnik V en carritos de helado y reiteró que, en su opinión, “la vacuna rusa es una de las mejores que tiene el mundo actualmente”.
“Ha demostrado una alta eficacia, aunque la cantidad de personas en la que se ha analizado es la mitad de la de Pfizer o Moderna. Pese a todo, está muy bien y van a complementar los datos en el futuro”, aseguró Javier Cantón, doctor en Virología.
Efectivamente, el 2 de febrero, la prestigiosa revista médica The Lancet corroboró una eficacia de 91,6% tras revisar los resultados de la tercera fase de sus ensayos clínicos.
Mostró seguridad tras haber sido probada en 21.977 personas adultas divididas con el método doble ciego y tanto en el grupo de placebo como entre los que recibieron la vacuna había mayores de 80 años, que son los más afectados en caso de contraer COVID-19.
“El ensayo aleatorio y controlado de fase III ha demostrado gran eficacia, inmunogenicidad y buen perfil de tolerabilidad de participantes de 18 años a más, que incluye una sólida respuesta humoral (respuesta de anticuerpos) y una respuesta inmunitaria celular (respuesta de células T)”, afirmó Manuel Loayza, médico epidemiólogo y docente de posgrado de la Universidad Norbert Wiener.
Para el profesor Cantón, por encima de la data exitosa arrojada en adultos mayores, le llamó la atención “el 73% de eficacia entre la primera y la segunda dosis, que en Pfizer era un 52%”.
El 94% de los efectos adversos registrados fueron leves. La mayoría de las complicaciones se limitaron a síntomas gripales o dolores de cabeza, indicó Loayza.
Empero, ninguna persona especializada o alguna revista médica, previo estudio, ha subrayado que la Sputnik V o alguna otra vacuna sea superior a las demás.
La Sputnik V, la primera registrada en el mundo, en agosto pasado, requiere de dos dosis aplicadas en un intervalo de 21 días. La primera dosis se basa en el adenovirus humano tipo 26, mientras que la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.
La vacuna AstraZeneca/Oxford también utiliza un adenovirus, de chimpancé, que fue transformado y adaptado para combatir la COVID-19. Igualmente tuvo resultados positivos, pero no mayores al 90%, como sí ocurrió con Pfizer/BioNTech y Moderna.
“Llama la atención la diferencia con respecto a los resultados de Oxford-AstraZeneca. Podría deberse a la combinación de dos adenovirus”, apuntó Cantón, director especialista en Tecnologías y Biotecnología como vectores terroristas del Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (Cisde).
Loayza coincide en que los dos componentes heterólogos pueden ser la razón de su éxito. “Al parecer esta diferencia de vectores de adenovirus diferente para la vacunación de refuerzo puede ayudar a crear una respuesta inmunitaria más potente, ya que minimiza el riesgo de que el sistema inmunitario desarrolle resistencia al vector inicial”.
Sus semejanzas han llevado a los creadores de la Sputnik V y de la ChAdOx1 nCoV-19 (el nombre de la vacuna AstraZeneca/Oxford) a anunciar públicamente ensayos conjuntos para buscar una mayor efectividad contra el virus SARS-CoV-2.
“La vacuna Sputnik V es una de las tres únicas vacunas del mundo con una eficacia probada superior al 90%, junto a la de Pfizer (95%) y la de Moderna (94,5%), pero supera a estas en términos de seguridad, facilidad de transporte”, añadió Loayza.
La primera vacuna aprobada en Occidente y la más inoculada hasta ahora en este hemisferio, la de Pfizer y BioNTech, requiere una ventilación de -70 grados centígrados, por lo cual es más complicada y costosa que el resto.
En cambio, la vacuna rusa amerita una cadena de congelación de dos a ocho grados, lo habitual en antígenos. “Es muy necesario disponer de vacunas que se transporten a temperaturas superiores a las que veníamos viendo. Solo así garantizaremos llegar a casi toda la población mundial”, dijo Cantón.
Alberto Fernández recibió la Sputnik V en un hospital de Buenos Aires. Foto: Casa Rosada
Sumado a esto, a finales del año anterior, Rusia sostuvo que la Sputnik V tiene eficacia contra la variante detectada por primera vez en Reino Unido, antes de que se hiciera público el secuenciamiento genómico de las modalidades descubiertas en Brasil y Sudáfrica.
“Hay que demostrar con experimentos concretos la capacidad de las vacunas de neutralizar a las nuevas variantes”, instó el profesor Cantón. “Esperemos que sea así para no tener que actualizar a mitad de la campaña de vacunación; urge vacunar rápido debido a la expansión de dichas variantes, y la sudafricana preocupa especialmente”, sostuvo.
Gamaleya, el instituto que desarrolló la Sputnik V, comunicó que para junio tiene previsto iniciar los ensayos en infantes. Hasta ahora solo en Cuba habían hecho un anuncio de este tipo. Ninguna vacuna aprobada ha sido puesta en algún niño.
De hecho, el doctor apuntó que “es pronto para saber” si es posible inmunizar a los niños contra el coronavirus, pero “no es descabellado que en un futuro cercano esta u otra vacuna frente a la COVID-19 se administre a infantes”.
Fuente: Sputnik V / Centro Gamaleya.
“Todavía se sigue evaluando la duración completa de la protección y se va iniciar otros ensayos en adolescentes y gestantes”, acotó Loayza, quien además destacó su precio asequible (26,15 dólares como precio máximo), “por lo cual se puede convertir una una buena alternativa para completar la vacunación general”.
Tras superar el escepticismo a su alrededor producto de la falta de información, la Sputnik V fue autorizada por Argentina, Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Emiratos Árabes Unidos, Hungría, Palestina, Paraguay, Serbia y Venezuela, entre otros.
Preguntado por este diario sobre cuál vacuna se pondría, el profesor Cantón respondió que “cualquiera que muestre resultados prometedores publicados en una revisión por pares con los controles pertinentes, es una buena vacuna”, como ha sucedido con la Sputnik V.