Dos especialistas peruanos aportan con sus reflexiones sobre Venus con motivo del aparente hallazgo de fosfina, un gas que en la Tierra es producido principalmente por microorganismos en ambientes sin oxígeno. Los autores del descubrimiento descartaron la mayoría de las posibles fuentes que expliquen tal cantidad de fosfina en ese planeta. Ahora quedan dos principales sospechosos, un proceso químico desconocido o la vida.
Venus, el lucero del amanecer o del atardecer, también conocido como el gemelo de la Tierra, tiene un clima radicalmente diferente al nuestro. Sin embargo, su ciencia atmosférica es cada vez más importante; un ejemplo de ello es la detección de fosfina, bioindicador que renueva el interés en este planeta telúrico.
La atmósfera de Venus fue detectada por primera vez durante su tránsito delante del Sol en 1761, cuando Mijaíl Lomonosov observó e informó de un bulto o protuberancia de luz en el disco solar cuando el planeta pasaba por un borde. Esta fue la primera vez que se encontró una atmósfera alrededor de cualquier mundo que no fuera la Tierra. Dos siglos después, muchas misiones fueron lanzadas a Venus, como Mariner, Venera, Pioneer Venus, Vega, Magallanes, Venus Express, Planet C, por mencionar algunas.
Ahora, según manifiestan los autores del nuevo estudio, utilizaron en su primer intento el telescopio James Clerk Maxwell, con el cual observaron durante cinco mañanas a Venus, donde pudieron detectar la fosfina en su atmósfera. Para corroborar su detección recurrieron al mayor proyecto astronómico en la actualidad, ALMA, pues con él se puede observar con alta resolución espectral y con mayor sensibilidad la atmósfera del planeta.
Es importante indicar que la detección de fosfina no es suficiente para concluir la existencia de vida en las nubes de Venus, ya que puede haber un mecanismo que pueda explicar la presencia y cantidad de este gas y que no haya sido tomado en cuenta. Adicionalmente, la fosfina ha sido detectada desde la década de 1970 en la atmósfera de Júpiter.
Quedan aún muchas preguntas por responder y pienso que este es el inicio de un monitoreo con más instrumentos. Posiblemente se propongan misiones espaciales, aunque estas pueden durar muchos años en su proposición y planificación. Un dato interesante es que, este 20 de octubre, la Misión Europea Beppi Columbo realizará una maniobra de asistencia gravitacional alrededor de Venus, con el objetivo de propulsarse a su objetivo, Mercurio. Podría ser una gran ocasión para estudiar de cerca esta misteriosa atmósfera venusiana.
PUEDES VER La NASA confirma el inicio del ciclo solar 25: ¿cómo afecta a la Tierra y a la humanidad?
Es muy sabido que nuestro conocimiento de la química atmosférica de la Tierra y los demás planetas se enriquece grandemente con la posibilidad de estudiarlos experimentalmente a través de sondas o de telescopios.
Con mucha regularidad, se detectan especies químicas que los científicos conocemos como intermediarios, los cuales se producen en una reacción química y rápidamente se transforman en otros productos. Es así que el descubrimiento de esos intermediarios nos ayuda a comprender mejor los procesos que ocurren en las atmósferas de los planetas.
Un ejemplo muy relevante es la detección de los intermediarios o radicales generados por los fluorocarbonos, cuyo estudio permitió determinar su rol en la destrucción de nuestra capa de ozono en proporciones considerables.
Tal vez un paso lógico luego de estos hallazgos en Venus sea el conocer más a fondo todos los posibles intermediarios que podrían presentarse en ese planeta y que nos lleven a la fosfina. Este proceso se deberá realizar a través de pasos que sean científicamente sustentados y que expliquen lo observado experimentalmente.
La idea de vida en Venus, como ya se ha señalado, carece hoy de sustentos completos, pero tampoco puede ser descartada totalmente.