Sociedad

INPE: reclusa colombiana con grave enfermedad denuncia negligencia y falta de médicos

Derechos humanos. La reclusa colombiana denuncia que médicos del penal del INPE no agilizan operación que debe de realizarse con urgencia. 

Reclusa denuncia que no se está atendiendo a mujeres con graves problemas de salud en el penal Virgen de Fátima. Foto: composición LR/Minjus.
Reclusa denuncia que no se está atendiendo a mujeres con graves problemas de salud en el penal Virgen de Fátima. Foto: composición LR/Minjus.

Por una atención médica digna. En el establecimiento penitenciario Virgen de Fátima, la reclusa colombiana Wanda Vanessa Vargas Narváez, internada y capturada en 2018 por haber cometido el delito de tráfico ilícito de drogas, se encuentra luchando contra complicaciones graves en su organismo y por las presuntas negligencias médicas por las que ha tenido que pasar, encontrándose ahora al borde de la muerte.

Wanda Vargas, identificada con la cédula número 1.075.268.959, presentó serias dificultades de salud en el 2019 cuando le diagnosticaron hemorroides internas y externas, fisuras y hemorroides trombosadas (formaciones de coágulos de sangre en una zona específica de la lesión). Ante el mal estado de salud de Wanda, el centro penitenciario decidió atenderla en el Hospital María Auxiliadora.

Sin embargo, la intervención no fue suficiente: en el 2023, Wanda ha venido presentando los mismos problemas de hemorroides y fisuras, solo que está vez apareciendo cada vez más. En el 2024 la salud de la reclusa colombiana empeoró más de lo que pudo estar: le detectaron 3 hernias. Los médicos le prescribieron que era urgente que se haga una operación, pero que hasta ahora no se ha podido agilizar, por una presunta negligencia del Centro Penitenciario Virgen de Fátima y por falta de expertos médicos donde se encuentra recluida.

Las intervenciones quirúrgicas

Cuando Wanda Vargas presentó estas complicaciones en 2019, fue sometida a una serie de cirugías ambulatorias. Dos de ellas fueron dos ligaduras después de haber pasado por un proceso de colonoscopia en el Hospital María Auxiliadora.

Luego, en octubre de 2023, Wanda se sometió a otra ligadura debido a que aún presentaba hemorragias repentinas, continuas y un dolor que ella misma describe como insoportable. A causa de esta última intervención, su salud se ha deteriorado cada vez más, y sus estadísticas no son nada agradables: actualmente, tiene un nivel de hemoglobina de 9.

Debido a la débil salud de Wanda, el médico gastroenterólogo del hospital la derivó a una cirugía crucial para ella el 6 de octubre de 2023. Ella sigue esperando esa operación.

Las acciones de Wanda

En abril de 2024, Wanda fue llevada nuevamente al Hospital María Auxiliadora, donde el gastroenterólogo le indicó que debe someterse a una cirugía de emergencia, además de haberle detectado tres hernias que empeoran aún más su estado. La prescripción para su cirugía sigue aún en espera en la fila de espera.

Ella, ante la demora y su cuerpo ya maltratado, ha solicitado al penal Virgen de Fátima la dirección de un médico penal nombrado, donde ella pueda ir a atenderse, pero no han dado respuesta alguna. En el transcurso de la espera, la reclusa colombiana contrajo hipotiroidismo, una enfermedad que hincha todo su cuerpo, generándole fuertes dolencias.

Además de su estado de salud y la urgencia que necesita, Wanda también denuncia que dentro del establecimiento, hay mujeres recluidas que presentan tumores en varias partes del cuerpo y que también necesitan atención médica.

Ella coloca como ejemplo el caso de su compañera Lisett Díaz Sánchez, quien padeció un ataque cardíaco del cual no pudo sobrevivir por falta de atención médica, siendo llevada al Hospital María Auxiliadora donde confirmaron su deceso.