Sociedad

Supermamá y mujer maravilla, los estereotipos que perpetúan la distribución desigual del trabajo doméstico

Labores como lavar los platos, limpiar la casa o cocinar siguen siendo tareas impuestas exclusivamente a mujeres, revela un reciente sondeo de la asociación Calandria.

En Lima, más del 80% de mujeres suele realizar una actividad doméstica adicional a su trabajo. Foto: composición LR/Andina
En Lima, más del 80% de mujeres suele realizar una actividad doméstica adicional a su trabajo. Foto: composición LR/Andina

Este miércoles, 1 de mayo, se conmemora el Día del Trabajo, fecha dedicada a reconocer la contribución de las personas trabajadoras en el desarrollo de la sociedad peruana. Sin embargo, en el país todavía existe un trabajo marginado, poco valorado y que suele ser delegado exclusivamente a las mujeres. Se trata del trabajo doméstico o del hogar, que implica las labores de preparar alimentos, lavar la vajilla, lavar la ropa o limpiar la casa.

Así lo demuestran datos publicados en un sondeo de la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, aplicado a 2.400 personas en febrero de 2024, en Lima, Piura, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, La Libertad, Ica y San Martín. En el estudio, denominado 'Percepciones ciudadanas: las cifras de la desigualdad', se concluye que el 36,7% de las mujeres señala que su situación respecto a las tareas del hogar han empeorado.

Trabajo del hogar continúa siendo delegado a mujeres

Solo en Lima, cuando se preguntó sobre las tareas domésticas, un gran grupo de personas señaló que son las mujeres quienes suelen lavar los platos (88,9%), limpiar la casa (88,4%), lavar la ropa (84,5%) y preparar alimentos (79,7%), sin considerar que el trabajo en el hogar debería ser una tarea compartida.

Estas cifras se tornan aún más graves en algunas regiones. En Ayacucho, para casi el total de los encuestados, las mujeres son las responsables de preparar los alimentos (95,5%); en Cajamarca, el 93,7% y en La Libertad, el 88%. Un panorama similar ocurre cuando se consulta sobre la limpieza del hogar. En Cajamarca, el 98,3% señala que esta es una labor de mujeres; en Ayacucho, esta cifra es de 94,7% y en La Libertad, de 92,8%.

Otras tareas que se asocian principalmente a la mujer son lavar la ropa y la vajilla. En Ayacucho, el 94,7% considera que lavar la ropa es tarea de la mujer; en Cajamarca, el 90,9% y en Ica, el 89,5. Lavar la vajilla les corresponde a las mujeres, opina el 96,8% de los encuestados en La Libertad; el 95% de arequipeños y 92,5% de ayacuchanos.

Resultados de sondeo respecto a distribución desigual del trabajo doméstico en Perú. Foto: Calandria

Resultados de sondeo respecto a distribución desigual del trabajo doméstico en Perú. Foto: Calandria

Causas de la distribución desigual del trabajo doméstico

Marisol Castañeda, presidenta y vocera de Calandria, sostiene que los resultados de este sondeo demuestran que todavía existen creencias y estereotipos sobre los roles tradicionales que las mujeres deben cumplir en el hogar. De esta manera, se perpetúa el pensamiento de que la mujer debe priorizar su rol de madre y esposa sobre sus propios sueños, lo cual se evidencia cuando se destaca a la trabajadora del hogar como 'mujer maravilla' o 'supermamá', calificativos que camuflan un sesgo machista.

"En años anteriores había publicidad de la cerveza, en donde se plantea a la mujer como objeto sexual. En algunos programas de humor, esta imagen sigue recreándose. Pero las empresas se dieron cuenta de que obviamente las mujeres no se quedan como amas de casa, sino que han incursionado en campos profesionales. Entonces, con el tiempo, vemos un tránsito", explica.

"Sin embargo, este tránsito parece ser de doble filo porque las mujeres profesionales que se desempeñan en diversos campos de la economía o la política, después de sus 8 horas de trabajo, regresan a sus casas y hacen 8 horas más. Hacen una doble jornada porque hay la expectativa de que sigan trabajando", precisa.

Estos estereotipos aún se encuentran profundamente arraigados a los roles de género tradicionales e ignoran el valor real del trabajo doméstico. Este hecho resalta una contradicción durante las celebraciones del Día del Trabajo, donde se honra a quienes tienen empleos formales y remunerados, mientras que se invisibiliza el esfuerzo de las mujeres que administran el hogar sin reconocimiento económico ni social.

"El problema principal es que nos parece natural, no es algo que nos genere rechazo o indignación. Si eso lo relacionamos en el marco del Día del Trabajo, lo que celebramos es a los trabajadores que están en una institución o empresa. En el caso de la mujer que trabaja en el hogar no es un trabajo remunerado ni reconocido. Creo que está muy asentado el tema de los roles y estereotipos, por lo cual está bien que la mujer sea la madre y la hija, y los varones puedan hacer otras actividades", comenta la especialista.