Un muerto en enfrentamientos entre mineros ilegales en la selva de Puno
La selva de Puno vive un conflicto parecido al que se da en Pataz, en la región de La Libertad.
Un fallecido, seis heridos y varios desaparecidos fue el saldo que dejó un enfrentamiento entre mineros ilegales de los distritos de Coasa (Carabaya) y Limbani (Sandia), en la región de Puno, quienes pugnan por el control del territorio para explotar el mineral aurífero.
La víctima fue identificada como Luis Fernando García Pacco (25). El cuerpo, según sus parientes, permanece en el sector de Chiwi y no pueden ingresar a retirar el cadáver para darle cristiana sepultura porque las personas que llegan son atacadas.
La selva puneña tiene dos focos de confrontaciones entre mineros informales: en Coasa (Carabaya) y Limbani (Sandia) y entre Patambuco y Alto Inambari. Son zonas inaccesibles donde mineros se enfrentan para quedarse en los socavones de extracción de oro.
El conflicto de la selva de Puno se comparó con el problema que existe en la provincia de Pataz, en la región de La Libertad, donde el fin de semana fueron asesinados nueve trabajadores de la minera Poderosa.
¿Qué dijo el comisionado de la Defensoría del Pueblo en Puno del enfrentamiento entre mineros ilegales?
El comisionado de la Defensoría del Pueblo en Puno, Jacinto Ticona, señaló a La República que detrás del diferendo territorial entre ambos pueblos está el interés por explotar oro.
El funcionario precisó que el problema data de hace varios meses y en los últimos días la gota que rebasó el vaso fue el avance de mineros hacia otros puntos geográficos para extraer mineral.
¿Qué opinaron residentes de la zona sobre los constantes enfrentamientos de mineros ilegales?
La República se contactó con residentes tanto de Coasa como de Limbani. Estos indicaron que lo que existe en este momento es una guerra declarada por problemas de territorio. Ninguno piensa retroceder.
“Son años con este problema. Acá son los únicos responsables con las autoridades que no se reunieron para darle solución a este problema. Nosotros más bien somos los agredidos”, aseguró Leoncio Quispe, vecino de Limbani.
Llegar al área de conflicto demanda tres días de viaje en carro, uno de traslado en río y casi uno de caminata. “Por eso tengo entendido que la Policía Nacional no ha llegado a la zona”, expresó Jacinto Ticona.
El funcionario de la Defensoría precisó que, este martes 5 de diciembre, se convocó a las autoridades de ambas partes en la ciudad de Puno para buscar una solución a la problemática. “Ojalá estén todos para darle solución al problema cuanto antes”, dijo Ticona.
Los heridos fueron evacuados al hospital de San Martín de Carabaya. Solo uno quedó internado y los demás fueron dados de alta. Mientras tanto, existen ciudadanos que se reportaron como desaparecidos. La zona de la confrontación es inhóspita e inaccesible. Tras la detonación de explosivos, todos corrieron despavoridos.
Por otro lado, residentes del distrito de Alto Inambari y Patambuco, en la provincia de Sandia, desde hace varios meses libran una batalla limítrofe. La disputa territorial es por la posesión de terrenos para la explotación de oro.
En el sector, al menos 35 personas resultaron heridas producto de un enfrentamiento con dinamita y una perdió el dedo de su mano derecha.
En el lugar, continúan las confrontaciones y el estallido de explosivos para que nadie se acerque a las montañas donde se descubrieron yacimientos de oro.
La Policía Nacional se trasladó al sector de Hancco Pampa, jurisdicción del centro poblado de Isilluma, en Alto Inambari, zona de las disputas. Se detuvo a tres personas, pero las partes en conflicto se volvieron a reagrupar.
Edwin Chambilla, director de Asuntos Ambientales de la Dirección de Minas de Puno, señaló que el fondo es la lucha por el oro y la versión de diferendo territorial sería la excusa.
Si bien no hay enfrentamiento en estos momentos por las noches, la detonación de dinamita y disparos son constantes a toda hora.
La Décima Macro Región Policial de Puno informó que la situación es tensa porque, debido a lo alejado del área, los mineros se reúnen fácilmente y ejercen control de la zona.