Sociedad

Muerte en restaurante Panchita: testigos dan su versión sobre lo ocurrido en la trágica tarde

El Ministerio Público determinó que el crimen en el restaurante Panchita no fue un feminicidio. Ante ello, se revelan las declaraciones de los testigos en sede policial.

En el restaurante que ocurrió el crimen, los trabajadores de Niubiz celebraban el cumpleaños de una ejecutiva. Foto: Cuarto Poder
En el restaurante que ocurrió el crimen, los trabajadores de Niubiz celebraban el cumpleaños de una ejecutiva. Foto: Cuarto Poder

El fallecimiento de Rosa Benavides en el restaurante Panchita, en Miraflores, tras recibir un disparo de Felipe O’Neill, quien se suicidó después de cometer dicha acción, fue investigado por las autoridades del Ministerio Público. Los fiscales de dicha entidad determinaron que la muerte de Benavides no fue un feminicidio, sino un homicidio culposo debido a que “la única relación que existía” entre los fallecidos “era laboral”.

Testigos se pronuncian sobre el crimen en Panchita

Sus compañeros de trabajo, quienes se encontraban en el lugar de los hechos, declararon sobre la muerte de ambos empleados de la empresa Niubiz. Ellos informaron que, en el sitio, se festejaba el cumpleaños de Melanie, una de las ejecutivas de la compañía. Además, apuntaron que las veces que se reunían eran pocas, puesto que laboraban de manera remota, así se refirió en 'Cuarto poder'.

“A las 3.00 p. m., uno de los asistentes, mi compañero Renzo, se retira de la reunión. Quince minutos después, le cantamos el happy birthday a Melanie. Yo grabé la escena. Durante ese momento de la reunión, Felipe se fue al baño. Cuando regresó, se sentó a mi lado por un lapso de quince minutos y luego se pasó al otro extremo de la mesa, en medio de Rosa Benavides y María Eugenia Miranda”, se le escucha decir a Brunella Huarcaya, una trabajadora de Niubiz, en un audio que fue difundido por dicho programa periodístico.

En el dominical, también se comunicó que Felipe O’Neill se sentó en el sitio que era ocupado por Ruth Avendaño, quien se levantó de la mesa para responder una llamada. “Cuando salí nuevamente a la terraza del restaurante, observo que Felipe se había sentado en mi sitio. Me acerqué donde estaba él y me dijo que quería hablar con la jefa”, informó Avendaño a los efectivos policiales, según 'Cuarto poder'.

A su vez, Cynthia Pamela Mautino, otra testigo, señaló que la reunión ya estaba por terminar, minutos antes de que ocurra la tragedia, solo esperaban que terminen las bebidas que estaban en la mesa. Por su parte, su compañera Claudia Goachet indicó que estaban pasando un momento ameno y que no se había dado cuenta de que el canguro, en donde después supo que tenía un arma, estaba sobre la mesa hasta que O'Neill le pidió que se lo alcance.

“Es en ello que Felipe me pide que le pase sus cosas. Por eso, le alcanzo el canguro de color negro. No advertí en ese momento por qué el canguro pesaba ni lo que llevaba dentro. Se lo entrego estirando mi brazo y luego su copa de trago", manifestó Goachet.

Fallece Rosa Benavides en restaurante

Melanie Marin, quien estuvo sentada al costado de Rosa Benavides, relató los últimos minutos que vio con vida a Rosa Benavides. Asimismo, detalló que María Eugenía Miranda, la jefa del grupo, trató de reanimar a Benavides.

“Mientras estaba sentada de costado, mirando hacia el lado izquierdo, escuché un ruido como si se hubiera reventado un globo. Volteé rápidamente y vi que Rosita se desplomó sobre la mesa", dijo.

“No recuerdo quién la cogió de los brazos y, al recostarla hacia atrás, vi que sus ojos estaban blancos. En ese momento, María Eugenia comenzó a gritarle a Rosita que regrese, que se mantenga con nosotros", añadió.

El dominical señaló que Brunella Huarcaya trató de medirle el pulso a Benavides, mientras que Felipe O'Neill utilizó una servilleta para presionar la herida de bala. Minutos después salió de la escena y su compañero Sergio Torres lo fue a buscar.

“Mientras todo eso pasaba, yo salí porque me acordé de Felipe O’Neill. Cuando iba en dirección a su vehículo, que se encontraba estacionado afuera del restaurante, vi a través de la luna. Estaba agitado y con manchas de sangre en su rostro", señaló Torres.

Antes de ello, O'Neill había llamado a su amigo Óscar Chirinos para despedirse. "A las 3.57 p. m., recibí una llamada telefónica de mi amigo Felipe O’Neill diciendo que me llamaba para despedirse, que su canguro se había disparado y que se iba a matar porque no iba a ir a la cárcel por un accidente", reveló Chirinos.