Sociedad

Trujillo: familias damnificadas por el ciclón Yaku aguardan Niño Global en la incertidumbre

A 7 meses de las intensas precipitaciones en el norte, cientos de familias de Wichanzao, La Esperanza, recibirán un nuevo periodo lluvioso con casas a medio rehabilitar.

Similar panorama se registró en diferentes viviendas entre marzo y abril de 2023. Foto: Yolanda Goicochea/La República
Similar panorama se registró en diferentes viviendas entre marzo y abril de 2023. Foto: Yolanda Goicochea/La República

Las intensas lluvias registradas entre marzo y abril de 2023, a causa del ciclón Yaku, dejaron al menos un centenar de fallecidos y miles de damnificados en las costas del Perú. En La Libertad, el distrito de La Esperanza (provincia de Trujillo) fue uno de los más golpeados, principalmente el sector Wichanzao. Esta jurisdicción resistió los embates de los huaicos, por lo que muchas viviendas fueron declaradas inhabitables.

Según cifras de la Subgerencia de Defensa Civil de la Municipalidad Distrital de La Esperanza, 834 familias resultaron afectadas y 269 quedaron damnificadas. Esto se traduce en 2.051 personas afectadas y otras 895 damnificadas. Ante esta situación, el Ministerio de Vivienda dispuso un bono excepcional de arrendamiento para aquellos ciudadanos en peor situación.

Desde la cartera ministerial se remitió dos oficios a la alcaldía distrital con el número de familias a beneficiar. Entre ambos, se aprobaron 39 solicitudes; es decir, no todas las familias cuyas viviendas fueron declaradas inhabitables o colapsaron reciben los S/500 del Estado por un máximo de 2 años.

El Niño Global ya es una realidad, sus efectos aún no son visibles, según los especialistas del Senamhi, puesto que no coincide con el periodo lluvioso: enero, febrero y marzo. La cercanía de las precipitaciones, a pocos meses del devastador ciclón, ha preocupado aún más a estas familias de La Esperanza.

 Los especialistas pronostican lluvias para los meses de verano. Foto: Yolanda Goicochea/LR

Los especialistas pronostican lluvias para los meses de verano. Foto: Yolanda Goicochea/LR

A este sentir se suma que el BAE 500 no llegó a todos. La señora Marta, una vecina afectada, señaló que no pudo reconstruir la vivienda de su progenitora. “Hasta ahora la casa de mi mamá está un poco inhabitable, porque no hemos tenido el suficiente apoyo económico para reconstruir la casa”, agregó.

“Por lo menos yo he perdido S/30.000 (entre electrodomésticos y máquinas de coser). El agua del Yaku pasó el metro en mi casa. Además, el barro quedó a 90 centímetros y nos tomó 8 días limpiar todo”, afirmo Carmen Quispe, presidenta vecinal del sector II de Wichanzao, quien se dedica a la costura.

“Yo perdí todo el primer piso. Hemos sacado préstamos para comprar lo que se perdió y reparar lo que el agua y barro malogró”, narró otra afectada que no quiso identificarse.

Los afectados exigen la celeridad en los trabajos de prevención y protección ante la proximidad de un nuevo periodo lluvioso. En caso de no ver avances, anunciaron el inicio de medidas de protesta para llamar la atención de las autoridades responsables.