Gran Orquesta de Domínguez sufre grave accidente
Sociedad

Migrantes ocupan plazas públicas de Tacna como vivienda tras no poder cruzar a Chile

Ciudadanos argumentaron que carecen de recursos para alquilar habitaciones y niegan aumento de delincuencia. Por su parte, las autoridades realizaron un megaoperativo sin éxito. Vecinos se quejaron de la situación.

Extranjeros ocupan espacios públicos en Tacna. Foto: La República
Extranjeros ocupan espacios públicos en Tacna. Foto: La República

La Municipalidad Provincial de Tacna, el Ministerio Público y la Policía acudieron a la plaza Miguel Grau, óvalos y áreas verdes de la ciudad, donde migrantes han instalado carpas para pernoctar desde hace más de un mes. Se trató de un megaoperativo de las autoridades que no tuvo éxito, pues los toldos no fueron retirados y los lugares públicos continúan ocupados por más de 100 personas.

La crisis migratoria se agudizó desde que a fines de febrero Chile militarizó su frontera terrestre con Perú e impidió el paso de migrantes de manera irregular. Además, el país vecino exige visa a los ciudadanos venezolanos que deseen ingresar a su territorio.

Solo en plaza Grau han acampado alrededor de 70 personas, entre niños y adultos. La fiscal Cecilia Ramos Meléndez, de la Fiscalía de Prevención del Delito, explicó que el megaoperativo tenía como fin exhortar a los extranjeros abandonar las áreas verdes, así como llevar a cabo el control de identidad correspondiente.

 Autoridades realizaron intervención sin éxito. Foto: La República.

Autoridades realizaron intervención sin éxito. Foto: La República.

El gerente de Transporte y Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Tacna, Martin Paucara Rojas, afirmó que existe la intención de parte del Gobierno Regional de adecuar un albergue para recibir a los migrantes y evitar que continúen ocupando plazas quitando la zonas de esparcimiento de los vecinos del Cercado, quienes se han quejado por la situación.

Por su parte, dos de los ocupantes de la plaza Grau, Francisco Lares y José Labrador, mencionaron que su permanencia en el lugar se debe a la falta de recursos económicos y el cierre de la frontera chilena. Argumentaron que tratan de molestar lo menos posible a los residentes de la zona.

Lares y Labrador negaron que ellos o sus compatriotas sean responsables del aumento de la delincuencia en la ciudad. Sostuvieron que, por el contrario, ellos han impedido robos en varias ocasiones. En ese sentido, pidieron ayuda para poder ser reubicados junto con sus familias en algún albergue seguro.