Sociedad

Pasajero varado en Arequipa: “Parece que Chala no existiera en el mapa”

Viajero está desde el domingo y pasó su cumpleaños en la Carretera Panamericana Sur, por el bloqueo que realizan los mineros artesanales.

Arequipa. Decenas de pasajeros caminan para tomar algún colectivo. Foto composición LR
Arequipa. Decenas de pasajeros caminan para tomar algún colectivo. Foto composición LR

El último viernes, David pasó su cumpleaños 47 varado en la Panamericana Sur, en el sector de Chala (Caravelí, Arequipa). El empresario del rubro minero estuvo en la zona desde el domingo, cuando se dirigía en una camioneta hacia Nazca por negocios, pero se topó con el bloqueo realizado por cerca de 2.000 mineros artesanales. “Ellos piden que se vayan todos (Ejecutivo y Legislativo)”, señala.

Calcula que alrededor de Chala hay una fila de vehículos varados que supera los 10 kilómetros. La mayoría son camiones, los que no pueden virar de retorno por sus amplias dimensiones. Mientras que los pasajeros de buses abandonaron las unidades y caminan hasta llegar a nuevos puntos de trasbordo. Algunos pueden andar hasta 10 horas por la costa arequipeña. Refiere que ha visto grupos de familias haitianas recorriendo a pie por ambos lados del bloqueo.

Desde el domingo, su vehículo fue su hogar. Ahí pernocta y pasaba las horas esperando el desbloqueo. Los otros varados también se la arreglan como pueden. Por ejemplo, los choferes de carga empiezan a vender sus frutas para evitar que se malogren. La carretera se convirtió en un improvisado mercado al paso.

Todo cuesta en Chala. Informa que, al inicio del bloqueo, la olla común de los mineros también beneficiaba a los varados, sin embargo, en los últimos días, solo fue para los manifestantes. El reparto de ración ya era con un padrón. El menú puede llegar a costar 12 soles. El alquiler de baño 1 sol y la ducha 3 soles. Un agente de un banco -dentro de un minimarket- alivia las necesidades del dinero físico.

El bloqueo también afectó las condiciones de salud de los varados. Cuenta que varios se han agripado, incluso él. Precisa que los piquetes sí han permitido el paso de las ambulancias.

En Chala solo hay un contingente de cerca de 100 policías, narra “David”. Pero los efectivos solo cumplen una labor de disuasión para mantener cierto orden. No pueden liberar la zona por su reducida proporción frente a los mineros.

La queja de “David” es la falta de atención de las autoridades. Dice que no apareció la Defensoría del Pueblo, tampoco desde la municipalidad se brindó algún apoyo a los varados. “Es como si Chala no existiera en el mapa, como si fuera un pueblo fantasma”.

El sábado “David” decidió no esperar más y emprender media vuelta de retorno a la ciudad de Arequipa. Sorteó algunos caminos alternos y para su suerte, la ruta desde Ocoña (Camaná) hasta Arequipa ya estaba libre. Llegó sin contratiempos y tal vez a celebrar un cumpleaños de forma tardía.