Los cóndores andinos están contaminados con microplásticos
En el sur peruano. Investigación determina que dieta alimenticia que ingiere la especie tiene preocupantes cantidades de desechos plásticos. Muestras se tomaron cerca de áreas naturales protegidas de Ica y Ayacucho.
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Los cóndores, aves emblemáticas de Sudamérica, están ingiriendo microplásticos, fragmentos de menos de 5 milímetros de tamaño. Este alarmante hallazgo lo hizo un grupo de investigadores de diferentes instituciones que lidera el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (MUSA).
Las muestras analizadas para el estudio se obtuvieron en áreas cercanas y dentro de dos áreas naturales protegidas (ANPs), la Reserva Nacional de San Fernando en Ica y la Reserva Nacional Pampa Galeras en Ayacucho. Ambas son zonas remotas, de baja densidad humana, aparentemente con menor contaminación.
En la primera ANP, se conserva la diversidad biológica del ecosistema marino y en la segunda, la vicuña. Ambas zonas, albergan cóndores y otros animales.
El ornitólogo Víctor Gamarra-Toledo es investigador asociado del MUSA y líder del proyecto que fue financiado por el Fondo Nacional para las Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Profonanpe).
Gamarra-Toledo revela que el origen de la investigación era para definir características del corredor biológico del cóndor andino entre la sierra y costa. Por ello se escogieron ambas reservas naturales.
“Fue un hallazgo inesperado. Encontramos una gran incidencia de desechos plásticos y otros materiales inorgánicos en las muestras que estábamos colectando”, refirió el investigador, quien además destacó que este es el primer estudio en el Perú sobre este tema.
basurales. Los residuos de plásticos se acumulan en los botaderos, luego por la acción de los vientos y agua, llegan al mar. A partir de ahí comienza la cadena alimentica que termina en el ave.
Muestras analizadas
¿Cómo determinaron que los cóndores ingieren microplásticos?
Los investigadores recolectaron bolas de restos de alimentos que los cóndores regurgitan luego de comer.
Estas bolas se denominan egagrópilas. Estas permanecen y se secan en las zonas donde las aves duermen. De ahí se obtuvo las muestras. Se analizaron 573 egagrópilas en laboratorio. Se hallaron microplásticos, mesoplásticos, macroplásticos y megaplásticos.
El 85% de las muestras colectadas en la Reserva Nacional de Pampa Galeras de Ayacucho presentaban microplásticos; mientras que, de las muestras obtenidas en la Reserva Nacional de San Fernando de Ica, el 100% tenían estos peligrosos residuos.
Gamarra-Toledo, advierte que este indicador alerta sobre el estado del ecosistema y una probable contaminación por microplásticos en otros animales y seres humanos. Son partículas prácticamente imperceptibles, desechos que podrían ser muy fáciles de absorberse mediante el agua o aire. “Al no tener muchos estudios sobre su presencia o efectos, la gente aún no es consciente del riesgo que representan los plásticos que arrojamos al medio ambiente”, refiere.
Cómo llegaron a los cóndores
Los investigadores tienen dos hipótesis de la contaminación en los cóndores. Una es la transferencia trófica, es decir que las aves se alimentaron de carroña contaminada de microplásticos. La cadena pudo empezar en los peces, que ingieren estas partículas en el océano contaminado de microplásticos que se desintegran por la cantidad de basura que es echada al mar. Luego los lobos marinos y otros animales comen estos peces, llegando a absorber las mismas partículas. Estos, al morir, se convierten en la carroña de los cóndores, concretando la ingesta.
La otra hipótesis es que, en la zona andina, los animales ingieren directamente plásticos. “Hicimos encuestas y tenemos registros de la sierra de Ayacucho, donde el ganado y algunos camélidos ingirieron plástico, mientras se alimentaban en estas praderas altoandinas. Esos eventos incluso produjeron la muerte de algunos animales”, explicó.
Luego, en la cadena, el cóndor ingirió esos animales contaminados de plástico.
Los investigadores elaboraron los resultados en un artículo científico, que se encuentra en revisión (revisión por pares) para su publicación en una revista científica.
Gamarra-Toledo, resaltó la necesidad de que más profesionales, investigadores y gobiernos locales presten atención a este problema y a sus efectos, de manera urgente.
Egaprópila, con plástico. Macroplásticos hallados. Megaplásticos hallados. Foto: Víctor Gamarra-Toledo/ cortesía
Datos
Autores. Los investigadores del estudio son Víctor Gamarra-Toledo, Yuri A. Peña, Gonzalo L. Cano, Santiago Barreto y Sandra Cáceres-Medina del Museo de Historia Natural de la UNSA (MUSA); Pierina A. Bermejo de la Asociación de Guías Oficiales y Profesionales de Turismo de la Región Arequipa - ADEGOPA; Juan López del SERNANP; Pablo I. Plaza y Sergio A. Lambertucci del Grupo de Investigaciones en Biología de la Conservación, Laboratorio Ecotono, INIBIOMA, Universidad Nacional del Comahue - CONICET, Argentina. El artículo científico se lee en: https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4233868
Periodista, estudió en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de Arequipa. Lleva 12 años ejerciendo el periodismo. Es reportera de la edición sur de La República desde el 2016.
