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Sociedad

Trabajadores “fantasma” cobraron en Gobierno Regional de Arequipa S/ 96.000

Corrupción. Dos informes de fiscalización de la consejera Díaz revelan que, desde el 2019, se colocaron en planillas peones, operarios y maestros que jamás levantaron una piedra pero cobraron. En la gestión de Kimberlee Gutiérrez se probaron dos casos.

Obra en Camaná. El mejoramiento de riego en Los Molinos  cuesta seis millones de soles, de ellos 100.000 se habrían destinado a la corrupción. Foto: Cortesía
Obra en Camaná. El mejoramiento de riego en Los Molinos cuesta seis millones de soles, de ellos 100.000 se habrían destinado a la corrupción. Foto: Cortesía

Roberth Orihuela Quequezana

Adriana Muñoz Mendiz es una joven de 22 años, bachiller de Arquitectura y ganadora de un concurso de belleza en Ica. Trabaja en el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) desde marzo pasado, lo hace como asistente auxiliar de una obra en Camaná, con ciertos superpoderes de ordenar a que “incorporen” trabajadores en las planillas de obras y sin que estos acudan a laborar. Es decir “fantasmas”.

Eso se desprende de dos informes de fiscalización que ha puesto en debate para hoy la consejera de Camaná Chriss Díaz Montoya, ante el Consejo Regional de Arequipa (CRA). Veremos qué pasa en este ente, cuya mayoría no dice nada sobre las cuestionables contrataciones en la gestión de Kimmerlee Gutiérrez.

Díaz Montoya, el pasado 11 de agosto, sostuvo una reunión virtual con el residente y supervisor de la obra “Mejoramiento del servicio de agua del sistema de riego Los Molinos, en la localidad de San Gregorio - La Pampa, Adrian Enríquez Medrano y Hernan Sijifredo Flores Salazar, residente y supervisor respectivamente. Ambos confirmaron que la joven Muñoz los llamó para pedir que incluyan como operarios de la quincena de junio a dos personas que jamás pisaron el área de trabajo. El audio y transcripción son claros: “nos ha pedido que pongamos ese tareo. Sí, a mí me llamó (Adriana Muñoz), tuve una llamada una vez”. El tareo no es más que el registro de quienes trabajaron en un periodo de tiempo.

Los trabajadores “fantasma " son Guadalupe del Carmen Pacheco Llaiqui y César Parrillo Quispe. En la planilla figuran como operarios. Por esa quincena de trabajo, Pacheco cobró S/ 1.779.31 y 1.791 a favor de Parrillo.

El residente y supervisor confirmaron que ninguno de los dos pisó alguna vez la obra. Es decir, cobraron sin laborar. “Aquí en obra no tengo (a Guadalupe Pacheco), sino está en el gobierno regional, igual también el señor Parrillo Quispe. (… ) las 2 personas son del gobierno regional, acá en la obra no laboran”, se le escucha decir a Enríquez Medrano en el audio de la reunión virtual.

Este medio consultó por estas dos personas en varias oficinas de la sede regional. No los conocen. La pregunta es: ¿quién se estuvo beneficiando con esos generosos ingresos?

Círculo Minions

Muñoz fue visibilizada por este medio, como parte del círculo de uno de los asistentes de la gobernadora, Leonidas Medina Ancasi . Compartieron academia de baile con Medina y varios trabajadores jóvenes del GRA, llamados “minions”.

En la segunda quincena de junio, Muñoz volvió a llamar al residente para que vuelva a incluir a esas personas en el tareo, pero este se negó. " (...) Ya no acepté para la próxima quincena. Como dije, son operarios y son altos presupuestos”, dijo.

Práctica común

Sin embargo, estas prácticas de meter trabajadores “fantasma” se normalizó en la gestión de Elmer Cáceres Llica. En esta misma obra de Camaná se identificó a once personas durante los años 2019 y 2020. Cobraron más de 92.000 soles. Supuestamente eran operarios, peones o maestros. Así figuran en el registro.

Enríquez Medrano aceptó que había incorporado de manera irregular a estas personas “a raíz de órdenes y presiones constantes del personal de la Gerencia de Infraestructura”.

Al respecto, el especialista en Gestión Pública Jorge Sumari Buendía, explicó que Adriana Muñoz y los encargados de la obra podrían estar incurriendo en el delito de usurpación de funciones y falsificación de documentos. Esto porque, en principio, la señorita no tiene como funciones coordinar con los residentes o supervisores de las obras. Y menos para ordenarles que incluyan en los tareos a personas que no asistirán a laborar.

Sumari Buendía opina que la Oficina Regional de Control Institucional (ORCI) debe intervenir para esclarecer la situación de las dos personas registradas en los tareos, la posición de Adriana Muñoz y la responsabilidad del residente y supervisor de la obra. “Si esas personas están cobrando sin trabajar están cometiendo un delito doloso”, finalizó.