Sociedad

Repsol: informe declara a empresa española como principal responsable del derrame de petróleo

Tuberías de Repsol datan desde 1975 y no tenían mantenimiento, de acuerdo a comisión investigadora del Congreso. Además, se reportaron falta de válvulas para controlar el pase del combustible, carga a velocidad excesiva, entre otras negligencias.

Repsol confirmó que derramó un total de 10.396 barriles de petróleo en La Pampilla. Foto: difusión
Repsol confirmó que derramó un total de 10.396 barriles de petróleo en La Pampilla. Foto: difusión

Luego de cinco meses del derrame de petróleo ocurrido el 15 de enero en Ventanilla, comisión del Congreso presentó informe en el que señala a Repsol como la principal responsable de fallas en sus sistemas, que constituyen delitos contra la salud y el medio ambiente. Asimismo, el capitán del buque del tanque de crudo y la Marina de Guerra —encargada de la vigilancia del mar y operación de hidrocarburos— fueron sindicados como culpables.

El documento de 381 páginas resalta que la tubería por la que se descargaba el petróleo, PLEM, fue fabricada en 1975 y desde entonces no se ha cambiado ni ha presentado mantenimiento. Por este último punto en el informe se señala que es probable que presentara corrosión.

Según la información a la que accedió Epicentro TV, en 2013, cuando Repsol derramó 195 barriles de petróleo también en el mar de Ventanilla, hubo una ruptura en el tubo que se quiso reparar con un parche.

Repsol

Repsol

Repsol

Repsol

Es así que el equipo de investigación observó que el PLEM tenía costuras y refuerzos. Además, resaltaron que una situación grave fue que en más de 4 kilómetros de longitud no hubiera ninguna válvula de desconexión automática para controlar el pase del combustible.

Sin embargo, lo que declaran aún más grave es que cargaron el crudo a una velocidad excesiva. Mientras la presión máxima de carga es 7, el crudo se cargó a una presión de 10.

Incompatibilidad de información de barriles de petróleo descargado

La Refinería La Pampilla, propiedad de Repsol, el capitán del buque Mare Doricum, la Autoridad Portuaria Nacional y la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI) dieron cifras distintas ante Sunat del número de barriles de crudo descargado.

Refinería La Pampilla, Repsol985.696 barriles
Buque Mare Doricum,987.671 barriles
Capitán Buque Mare Doricum,1 millón 023 mil 761 barriles / 986.351 barriles
Autoridad Portuaria Nacional1 millón de barriles
DICAPI1 millón 129 mil 306

Luego de ello, cuando inició la investigación del Congreso, Repsol cambió su reporte y pasó de los 985.696 barriles a “un rango de 855.000 a 1 millón 045 mil barriles”, según contrato.

De acuerdo a la norma, cuando ocurren derrames de crudo, se debe suspender el bombeo de inmediato. Sin embargo, esto no ocurrió. En el momento en que se dio la rotura de los cabos se los reemplazó y se continuó con la descarga en simultáneo. Ello agravó la situación, de acuerdo al informe de la comisión del Congreso, y concluyó en el desastre ambiental que hasta ahora afecta las costas peruanas.

No hubo oleajes anómalos

Además, descartaron la primera versión de Repsol en la que afirmaban que hubo oleajes anómalos. Las olas en la zona de descargue en estos días no superaron el metro de altura, como se observa en el reporte. Cabe resaltar que la norma establece que este procedimiento puede realizarse hasta con olas de 2 metros de altura.

oleajes anómalos

oleajes anómalos

Por todo lo expuesto, califican al derrame de petróleo por parte de Repsol como “un atentado contra la humanidad, al haber afectado no solamente la biodiversidad del Perú sino también la biodiversidad de todo el mundo”.

Más responsables

Si bien la empresa española fue la que se llevó la mayor parte de la responsabilidad, hay otros implicados en que este hecho sucediera a tal magnitud. El documento presentado señala a Petrobras Global Trading (vendedor de petróleo), la empresa italiana Fratelli D’amico Armatori SPA (dueña del Mare Doricum) y las empresas prestadoras de servicios marítimos en el Terminal Portuario como culpables directos o indirectos. Los delitos atribuidos a los directivos son contaminación ambiental y falsedad.

Asimismo, se destaca que las instituciones públicas demostraron falta de capacidad para actuar ante este tipo de emergencias.