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Sociedad

Oncosalud: lo que no sabías de los seguros oncológicos

SuSalud guarda silencio. Sandra y Grecia son dos afiliadas que confiaron en la empresa Oncosalud, pero terminaron defraudadas por el servicio que recibieron. Indecopi ha sancionado a esta entidad hasta en 10 ocasiones por falta de idoneidad.

No es un seguro. Oncosalud no es una aseguradora, es más bien una empresa que ofrece planes oncológicos y por ello debe ser fiscalizada por SuSalud, entidad que por ahora guarda silencio.
No es un seguro. Oncosalud no es una aseguradora, es más bien una empresa que ofrece planes oncológicos y por ello debe ser fiscalizada por SuSalud, entidad que por ahora guarda silencio.

Sandra descubrió que tenía cáncer de estómago en grado tres en un hospital particular, cinco meses después de cancelar su plan oncológico de Oncosalud.

Nunca se había realizado un despistaje y la citada administradora de fondos no le señaló que tenía derecho a ello, a pesar de que llegó a pagar hasta S/ 480 mensuales y estuvo afiliada durante cinco años.

“Nos dijeron que el cáncer había iniciado uno o dos años antes de ser detectado. Si se hubiera hecho el chequeo en Oncosalud, lo hubieran podido descubrir en la primera etapa”, señala su hija Alejandra.

En el Perú, cada año se registran 70.000 nuevos casos de cáncer. De todos los pacientes, el 75% cuenta con algún tipo de seguro de salud. Sandra formó parte de ese porcentaje. Ella ingresó a ese programa oncológico con la seguridad de que estaría prevenida del cáncer.

Sin embargo, los ofrecimientos no se cumplieron. Afortunadamente –cuenta Alejandra–, su familia pudo juntar el dinero que se requería para su operación y el tratamiento de Sandra ahora lo está cubriendo EsSalud.

Y es que OncoSalud no es un seguro médico, ni una red de establecimientos de salud. Funciona más bien como una Institución Administradora de Fondos de Aseguramiento en Salud (IAFAS) privada y prepagada, por lo que solo puede ser supervisada por la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud). La República intentó insistentemente comunicarse con SuSalud, pero no obtuvo respuesta de la institución.

El Indecopi, en tanto, ha sancionado a la empresa oncológica, según consta en su página web, hasta diez veces. Seis de ellas por falta de idoneidad (no hay coincidencia entre lo que un consumidor espera y lo que realmente recibe de la empresa).

De acuerdo con el presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), Crisólogo Cáceres, si Oncosalud inserta en el contrato una cláusula que la autoriza a modificarlo o a renovarlo unilateralmente sin informar previamente, “estamos en presencia de una cláusula abusiva”, las cuales están expresamente prohibidas por el art. 49.1 del Código de Protección y Defensa del Consumidor.

Oncosalud ofrece planes desde los S/ 19, los cuales van en aumento según la edad del paciente. No obstante, excluye muchos servicios y no cubre en un 100% varias categorías preventivas y de atención. Durante el año 2020, la empresa reportó 835.201 afiliados, los cuales a lo largo de los años han ido en aumento. “Los planes de salud tienen ciertas exclusiones, entre las que se encuentran, por ejemplo, los tratamientos no relacionados con el cáncer, entre otros”, menciona Oncosalud, la cual respondió por escrito a este diario.

Pésima atención

Grecia Huasasquiche califica como “un dolor de cabeza” la atención preventiva que recibió en Oncosalud durante los diez años que estuvo afiliada.

Asegura que lo que empezó como monitoreos generales que incluían radiografías, pasó a un simple examen de laboratorio y un control por parte de un médico. De este modo, los pacientes deben pagar sus ecografías o cualquier examen extra, superando precios de S/ 150 soles. “Para sacar cita se demoran un mes, para recibir los resultados otro más”, comenta indignada.

Y pese al servicio básico que le ofrecían, el monto de su tarifa siguió aumentando. “La póliza empezó a subir cada año, hasta llegar a pagar S/500 por dos personas”, recuerda.

Al respecto, Oncosalud señala que con la evolución tecnológica, los protocolos de despistaje también evolucionan, por lo que este cambio responde a estudios internacionales científicamente asociados a la detección del cáncer. Y no fue hasta que le dijeron que el examen de Papanicolaou se lo harían cada dos años, siendo este anual, que decidió cancelar su plan oncológico. Más de dos meses le tomó desafiliarse.

Posterior a ello, continúan llamándola. Es justo por estas constantes comunicaciones que Indecopi multó hasta tres veces a esa empresa. Oncosalud, por su parte, señala que manejan protocolos y filtros para evitar estas llamadas. Pero esta posición es contraria a la de varios usuarios que califican de “hostigamiento” la forma de ofrecer sus programas.

La labor de FISSAL

Como dijimos antes, un 25% de pacientes con cáncer no tiene ningún tipo seguro de salud y deben pagar excesivos montos para tratar sus enfermedades. Para ellos existe el Fondo Intangible Solidario de Salud (FISSAL) que financia la cobertura integral a los asegurados al SIS a siete tipos de cáncer, como el de cuello uterino, mama, colon, próstata, estómago, leucemia y linfoma.

Los requisitos para acceder a la cobertura es ser afiliado al SIS, tener el diagnóstico definitivo y no contar con otro seguro. En el año 2021 se atendió a 37.011 asegurados.

Y a pesar de que existe la ley del cáncer, los pacientes oncológicos continúan padeciendo por la falta de medicinas, centros especializados descentralizados y por la burocracia. Es justo por ello que algunos peruanos ven en estos planes oncológicos un “salvavidas”, que al final se convierten en una pesadilla.

La cuarta ola es de pacientes con cáncer

”La cuarta ola no tiene que ver con los infectados por COVID-19, sino con los miles de pacientes con cáncer que han sobresaturado los pocos centros especializados”, señaló el ministro de Salud, Jorge López. Frente a ello, se ha inyectado recursos económicos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas para contratar personal especializado y se amplíe los horarios de atención de las personas.

La atención no puede ser una moneda al aire

Enfoque por Enrique Patriau, periodista

Mi mamá pagó una cobertura oncológica en Oncosalud por más de 20 años y nunca se retrasó. Lo tenía muy pendiente.

Cuando le diagnosticaron cáncer, mis hermanas y yo nos dijimos que podría enfrentar la enfermedad en las mejores condiciones. Lamentablemente, percibimos que el interés consistía, básicamente, en cobrar todo el dinero que pudieran.

Llegaron a decirle a mi hermana Mariella que si no cancelábamos la cuenta de la clínica –por más de veinte mil soles– no podríamos llevárnosla a su casa, algo ilegal e inhumano.

Lo peor fue el episodio de dolor, por horas, que mi mamá tuvo que sufrir porque Oncosalud no estuvo en la capacidad de proveer a tiempo lo que ella necesitaba. Mi madre estuvo gritando de dolor por horas y no llegaba ni una enfermera.

Espero que quienes deben regular estos comportamientos lo hagan, para que otros no pasen por lo mismo. La atención de un seguro oncológico no puede ser una moneda al aire.

Infografía Oncosalud

Infografía Oncosalud