Sociedad

Pescadores de Ancón viven drama tras cierre de actividades de muelle hace un mes

Tras el derrame de petróleo por Repsol, pescadores viven en incertidumbre. Pasaron de trabajar diariamente a hacerlo cada 5 días, pero en labores de limpieza para la empresa española.

Pescadores señalan que toda la cadena de negocios se ha visto afectada en Ancón, no solo la pesca. Foto: Gianella Aguirre / URPI-LR
Pescadores señalan que toda la cadena de negocios se ha visto afectada en Ancón, no solo la pesca. Foto: Gianella Aguirre / URPI-LR

Con información de Gianella Aguirre / URPI-LR

A más de un mes del desastre ecológico ocasionado por Repsol al derramar crudo en el mar costero, los pescadores de Ancón han sido algunos de los principales grupos humanos afectados. Ello, debido a que su oficio fue impedido por la contaminación, además de la desconfianza de la población por la misma.

La ‘solución’ que se les dio fue decir que les entregarían unos bonos y canastas de víveres que muchos se negaron a recibir porque lo veían como una afrenta. Asimismo, Repsol les ofreció trabajos de limpieza. Aunque esto no estaba en sus planes, la necesidad hizo que muchos aceptaran ello para al menos tener un sustento para su familia.

“En estos momentos todavía estamos viviendo en una incertidumbre tremenda porque no sabemos un pronunciamiento final de la empresa Repsol. Entonces, la preocupación es grande de todos mis compañeros porque no tenemos trabajo. Y al no tener trabajo no llevamos el pan de cada día a nuestros hogares”, manifiesta para La República Luis Alberto Garrido, quien lleva 50 años trabajando como pescador.

Él, como los demás pescadores, han visto cómo de un día para otro el muelle de Ancón pasó de estar abarrotado de gente que venía de diferentes lugares desde muy temprano para hacer sus compras a lucir desértico, sin personas más que pescadores que ya no pescan y sin productos qué vender.

“Los ambientes que eran para exponer a la venta el producto de nuestro trabajo ahora lucen vacíos porque no estamos trabajando y es por la sencilla razón que el mar todavía continúa contaminado”, sostiene Garrido.

Agrega que no solo ellos como pescadores son afectados, sino también los demás negocios, pues ya no acuden personas a visitar el lugar.

“Esta afectación es muy grande. Aquí la mayoría de los anconeros vivimos de la pesca. Esto es nuestro trabajo principal, el de Ancón. Por lo tanto, si la pesca no funciona, no solamente se perjudican los pescadores, sino toda la cadena de trabajo que genera la pesca. Vemos el sector turismo, el sector de los restaurantes... toda la cadena que nosotros consideramos afines”, detalla.

Ante ello, piden apoyo de las autoridades, ya que señalan que pese a que se les dijo que recibirían un bono, este no sería suficiente.