Así se destrabó el proyecto Lomas de Ilo paralizado por corrupción
Buena noticia. Proyecto fue ejecutado por el consorcio Obrainsa-Asaldi. Sin embargo, lo entregaron incompleto y en mal estado. Gobierno Regional de Moquegua completó los trabajos.
Robert Orihuela
El proyecto de irrigación Lomas de Ilo está a un paso de ser realidad. El jueves pasado, llegó el primer golpe de agua a esta zona desértica de la costa moqueguana. Aquí se prevé sembrar 1750 hectáreas de olivo, granadas y maíz choclero para la exportación con el agua derivada del río Chilota.
Martín Vizcarra, gobernador de Moquegua ( 2011-2014) inició esta obra. Se recepcionó en la gestión de Jaime Rodríguez con varios problemas. Inevitablemente saltaron las denuncias de corrupción. El Ministerio Público investiga un presunto soborno de un millón de soles pagado a Vizcarra para favorecer al consorcio Obrainsa-Asaldi (el ejecutor).
El gerente ejecutivo del Proyecto Especial Pasto Grande, Agapito Mamani Luis, explica que en 2020 el Gobierno Regional de Moquegua tomó la decisión de retomar el proyecto. Primero buscaron el diálogo con el consorcio pero estos se negaron a asumir las deficiencias técnicas. La obra arrancó con un presupuesto inicial de S/ 82 millones, luego se incrementó a S/ 144 millones.
“Lastimosamente no hubo consenso. Por eso tomamos la decisión de asumir el proyecto. Se creó un componente adicional denominado ‘Puesta en funcionamiento del proyecto Lomas de Ilo” con un presupuesto de sólo S/ 4 millones.
Con ese dinero se resolvieron las deficiencias que habían en los componentes hidromecánicos, como las cámaras reductoras de presión”, explica Mamani Luis.
Además el gobierno regional limpió las tuberías que llevarán 650 litros por segundo. Encontraron maderas, fierros, plásticos y botellas que se acumularon luego de cuatro años de abandono. También culminaron la instalación de 17 kilómetros de tubería que no fue ejecutada por la empresa. Y aún así el gobernador Rodríguez recepcionó la obra.
Cultivos para exportar
La primera prueba de funcionamiento del sistema de distribución se realizó el 30 de diciembre. Fue satisfactoria. Ahora el sistema seguirá en un proceso de prueba y error para encontrar otras posibles deficiencias en el sistema hídrico. Mientras tanto también se realizarán estudios para analizar qué otros productos podrían adaptarse al clima y el terreno de lo que hoy es el desierto de Lomas de Ilo.
En abril por fin estarán listos para dotar agua a los agricultores que compraron sus tierras incluso antes del 2017.
“Luego tenemos proyectada una segunda etapa. Se construirá una represa de 16 hectómetros cúbicos en el río Chilota, para irrigar otras 1500 hectáreas. Con esto Lomas de Ilo tendrá 3250 hectáreas destinadas para la agroexportación. El presupuesto para este proyecto aún no se conoce, pero se determinará cuando tengamos todos los estudios”, añade el gerente del Proyecto Especial Pasto Grande.
Deben asumir responsabilidad
Agapito Mamani Luis indicó que Obrainsa-Astaldi tendrá que asumir sus responsabilidades por abandonar el proyecto. Y es que cuando realizaron una primera prueba, en 2017, el sistema de distribución colapsó. Desde ese momento la gestión regional ni la empresa quisieron continuar con la obra. Cuando la gestión actual retomó el proyecto les dieron la oportunidad de resarcir el daño pero la desaprovecharon.
“La Contraloría también deberá determinar si hay alguna responsabilidad por parte de Martín Vizcarra. A nosotros lo que nos interesaba era que el proyecto sea una realidad”, acotó el funcionario.