Cada hora se denuncian 152 robos de teléfonos celulares en el país

El 6 de octubre, Derrick Telles Vigo (27) se dirigía a su primer día de trabajo en una dependencia edil, en Los Olivos. De pronto, un sujeto apareció y lo encañonó para robarle su celular. El joven, aficionado al surf, intentó resistirse pero el ladrón le disparó un balazo y lo mató.

Tres meses antes, E. F. C., de 13 años, salió a comprar pan en Chancay, pero fue interceptada por tres sujetos que le exigieron su celular. La menor trató de escapar pero murió apuñalada.

El robo de celulares ya no es cometido solo por los raqueteros. También han surgido los llamados ‘improvisados’.

¿Cuál es el negocio? Desbloquearlos y venderlos en mercados negros. O alimentar el comercio de repuestos. No hay datos exactos sobre el robo de celulares. La última cifra oficial es de julio.

Según Osiptel, en el país se denuncia el robo de 152 móviles por hora, a razón de 3.600 por día.

Estas cifras son solo una muestra de un delito que se mantiene al alza y que poco se denuncia. Y es que, aunque las personas acuden a las empresas para bloquear los equipos, no lo hacen ante las autoridades.

Y menos se informa de todo el circuito que hay detrás de cada robo de un equipo.

El robo y sus 2 opciones

La ruta del smartphone y del resto de celulares nace en el momento en que el ladrón lo tiene en su poder. La segunda parada tiene dos opciones. El raquetero puede ofrecerlo en un barrio. Esto ocurre con todas las marcas menos con los iPhone.

La otra opción es ir a los reducidores de celulares, que operan en las galerías o en las famosas cachinas. Según el general Jorge Ángulo, jefe de la Región Policial Lima, de enero a setiembre fueron allanados, en la capital, 124 locales de venta de celulares robados. “Esa es una ínfima parte, ahora un raquetero en una mañana puede robar de 5 a 7 celulares, ir a un paradero y en media hora ya no tiene nada”, indica el oficial.

Para hacer frente a este delito, la PNP inició una campaña de concientización contra la venta de celulares robados. Se llama: ‘Recuerda algo, estás adquiriendo el celular más caro, ya que detrás de él hay sangre y vidas’.

“Estas campañas buscan hacerle frente a la ola de delincuencia”, explica Ángulo.

Generalmente, el raquetero va a una cachina y vende todos los equipos que se robó en el día. Cuando los aparatos son más de 20, la cita es fuera del local. Se estima que cada celular robado es comprado a un 25% o 30% de su valor real.

Equipos y repuestos

Los que no son iPhone, luego de ser ‘limpiados’ y pasar por el paso a paso que conlleva a la reactivación de un celular, son ofertados en las redes sociales o páginas de compra y venta de estos equipos. Ahí es ofrecido como ‘usado’.

Si el equipo es nuevo y moderno, costaría hasta 3 mil soles. El ladrón recibiría S/ 500 y el comerciante ilegal podría pedir unos 2 mil por el teléfono.

Pero aún hay una opción más ‘rentable’: la venta de los repuestos, pieza por pieza.

“El cliente siempre va a preferir el original, por más que sea usado”, dice Julio Rosales, técnico en celulares. Y agrega: “El problema es que hay técnicos que ponen repuestos usados, y el cliente cree que tiene uno nuevo, no se da cuenta porque al ser original, el equipo no le ocasiona problemas”.

Un Samsung A51, valuado en S/ 1.500, en el mercado negro podría pagarse a 530. El reducidor, con esa ‘inversión’, podrá vender los siguientes repuestos como si fuesen nuevos: cámaras (son cinco), batería, carcasa, placa de carga, flex y otros. Lo más costoso es la pantalla. Nueva cuesta 300. Pero usada, original, podría valer 200 soles.

Con los iPhone, el paso a paso es distinto. El ladrón lo roba y lo primero que hace es apagarlo. iPhone cuenta con un sistema de seguridad inviolable. Superior al de Android. Eso hace que el IMEI no se pueda adulterar y quedará obsoleto. El reducidor solo podrá comercializar los repuestos.

15 mil detenidos en Lima

El general Ángulo asegura que de enero a setiembre la Policía realizó en Lima 5.984 operativos e intervino 124 locales de venta de celulares sospechosos.

Detalló que se incautaron 16.131 equipos robados, mientras que 15.358 personas fueron detenidas. También hubo 732 menores retenidos.

Entre enero de 2019 y febrero de 2020, Osiptel solicitó a las empresas operadoras el bloqueo de 12.079.601 celulares por tener IMEI inválido. También dispuso el bloqueo de 1.769.388 celulares durante el año 2020, como parte de la campaña #elCelularMásCaroDelMundo.

No obstante, con el fin del aislamiento social obligatorio, los reportes por robos de celulares se incrementó, “porque no es necesario un chip para un smartphone”, dice el experto en alta tecnología Erick Iriarte.

Indica que durante la cuarentena y sus restricciones fue obvio que tanto las víctimas se quedaron mayormente en casa, al igual que los delincuentes, mientras que los policías y militares vigilaban las calles.

A partir del 30 de agosto de 2020 se reinició el bloqueo de 100 mil celulares cada quince días, según el Registro Nacional de Equipos de Terminales Móviles para la Seguridad.

En el 2017 el gobierno creó el Renteseg para prevenir y combatir el hurto, robo y comercio ilegal de estos aparatos. Su contenido es de carácter permanente y está constituido por la información de la Lista Blanca y la Lista Negra.

El robo de celulares, pese a ello, sigue imparable en el país.