Sociedad

Las cajas y cabinas que reducen riesgo de contagio de COVID-19

Iniciativas. Ingenieros de la U. San Marcos desarrollaron proyectos que evitan propagación del virus. Espacios evitan que médicos se infecten en áreas UCI y durante la toma de muestras.

Los espacios cerrados en los hospitales son peligrosos debido a los aerosoles (pequeñas gotitas) que son expulsados por las pacientes con COVID-19 al hablar, toser o gritar.

Estos aerosoles son un peligro para los médicos y enfermeras que luchan precisamente por la vida de los pacientes.

Pensando en ellos, ingenieros de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) desarrollaron la ‘Caja anti-Covid-19’, que es un equipo de protección hecho de acrílico y que sirve para el cuidado del personal de salud que atiende pacientes críticos.

En diálogo con La República, el médico intensivista Jorge Watanabe, del hospital Edgardo Rebagliati, quien orientó al grupo de ingenieros sanmarquinos, explica que con esta caja protectora el riesgo de contagio se reduce en un 90%.

Watanabe Noji señala que los pacientes con coronavirus generan aerosoles al toser o hablar y estos fluidos pueden alcanzar al personal de salud a una distancia de dos metros.

¿Cómo funciona? La caja acrílica se coloca en la cabecera del paciente y tiene dos orificios en la parte posterior que permiten al médico realizar procedimientos como la intubación endotraquial invasiva (ventilación mecánica); o también el proceso de extubación (retiro del tubo) cuando el paciente mejora su sistema respiratorio.

Las gotas y aerosoles quedan atrapadas al interior de la caja y solo podrán contaminar las manos del médico operador.

Esta caja también puede servir para otros procedimientos invasivos como las endoscopías digestivas o cirugías.

Watanabe explica que, como los pacientes en UCI están intubados, la capacidad de generar aerosoles disminuye porque están conectados a un ventilador mecánico. Sin embargo, en el procedimiento de intubación y extubación es necesario el uso de esta caja acrílica.

Los ingenieros Víctor Rosales, Félix Fermín, Jeanneth Patricio y Santiago Sulca, junto al médico Jorge Watanabe, hicieron la adaptación peruana de esta caja originalmente diseñada en Taiwán y elaboraron cien de ellas gracias al apoyo del sector privado. Y con la ayuda de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva las cien cajas fueron repartidas en las UCI de Lima, Lambayeque, Trujillo, Chiclayo, Piura, Ica, San Martín, Pucallpa, Iquitos, Huancavelica, Tacna y Arequipa.

Cabinas de bioseguridad

Otro proyecto de la UNMSM es la cabina de bioseguridad ‘Esperanza’, que protege a los profesionales de la salud en la toma de muestras de pacientes con síntomas de COVID-19.

El prototipo (diseñado por la startup Tinnitus Perú, liderada por los sanmarquinos Edith Biamonte y Jorge Rojas) fue aprobado por el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Minsa.

Los beneficios de esta cabina es que es plegable, transportable y ligera, y cumple con pruebas de resistencia y ventilación.

El equipo ha desplegado 21 cabinas de bioseguridad a nivel nacional y tienen la capacidad para producir 1.000 unidades.

Claves

Desde Taiwán. En octubre pasado EsSalud recibió la donación de 500 “aerosol box” o cajas de protección para ser distribuidas en 51 hospitales.

Cabinas. El Gobierno de Corea donó al Minsa, a través de la agencia Coica, cabinas Walk Through para la toma de muestras.

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