Sociedad

Purús, el nuevo corredor de la cocaína que sale del Vraem

Al descubierto. La droga llega a Atalaya (Ucayali), pasa por la reserva de Alto Purús y acaba en la frontera con Brasil. Mafias han asesinado a 4 indígenas en contacto inicial.

El asesinato de cuatro indígenas, en situación de contacto inicial, en la comunidad nativa de Santa Rey, provincia de Purús (Ucayali), habría puesto en evidencia una nueva vía de entrada y salida de la droga procedente del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).

Este nuevo corredor de estupefacientes hacia Bolivia y Brasil no solo está siendo cada vez más usado, sino que ahora la población indígena en aislamiento sufre los embates de esta actividad criminal, dijo Berlín Diquez, presidente de la Organización Regional de Aidesep-Ucayali (ORAU), a La República.

Dijo que el 24 de noviembre comunicó que uno de sus compañeros apareció muerto junto a su esposa, su suegra y un familiar que estaba desaparecido.

“Existen testimonios de ataques y matanzas ocasionados por personas dedicadas a actividades ilegales contra indígenas en aislamiento a lo largo de la frontera con Brasil. Consideramos altamente probable que esta situación esté relacionada con el ataque a nuestro hermano Epa y su familia”, indicó.

Invaden sus refugios

De acuerdo con la Policía, el nuevo corredor de la droga comienza desde Ucayali, pasando por Sepahua y Atalaya, hasta la comunidad de Palestina, en la frontera con Brasil, atravesando el extenso Parque Nacional Alto Purús, lugar que se ha convertido en el último refugio de cientos de indígenas no contactados o en contacto inicial.

El cruce que une el río Sepahua y el río Purús ha sido tomado por los narcotraficantes para pasar la droga.

Estos se camuflan como indígenas mashco piro, para que puedan entrar por las noches.

A través de un pronunciamiento, la ORAU apunta a un trabajo coordinado entre la Presidencia del Consejo de Ministros y los ministerios del Interior y Defensa para erradicar el narcotráfico en la zona. Ello sumado a una debida estrategia sanitaria alrededor de la reserva indígena, para evitar la expansión de enfermedades.

Tras el asesinato de la familia de Epa, otras de las comunidades de Santa Rey y Balta se refugiaron en Puerto Esperanza, capital de Purús. El Ministerio de Cultura les brindó apoyo con combustible y alimentación.

También sostuvieron reuniones con autoridades de las comunidades nativas El Triunfo, Colombiana, Curanjillo, Nueva Luz y la localidad de Nueva Vida. Esperan vivir tranquilos.

Demandan protección de las reservas

En los últimos años, las actividades ilegales se incrementaron en el Alto Purús, aún teniendo esta área la doble categoría de Reserva Indígena Mashco Piro y Parque Nacional Alto Purús.

“Demandamos reforzar la protección de las reservas indígenas y áreas naturales habitadas por pueblos en aislamiento y contacto inicial para salvaguardar la integridad y la salud de los pueblos chitoniahua, isconahua y nahua”, dijo Diquez.