Sociedad

Proponen modelo matemático para suprimir la COVID-19 en Arequipa

Trabajo. Con el apoyo de sus colegas, el arquitecto Germán Gohering diseñó fórmulas para suprimir la epidemia en el momento oportuno. Sostiene que es improbable que haya un rebrote en Arequipa, ya que el subregistro indica que el 64% de la población ya se contagió.

el dato  Según estudio de especialista, el 63% de la población de Arequipa, se habría contagiado con la COVID-19.
el dato Según estudio de especialista, el 63% de la población de Arequipa, se habría contagiado con la COVID-19.

¿El virus del SARS-CoV-2 es impredecible? La mayoría de países del globo fracasaron en detenerlo con las medidas dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Perú es uno de ellos y la cantidad de muertos, más de 33 mil según cifras oficiales del Ministerio de Salud, constituyen la evidencia. El confinamiento estricto aplicado durante los primeros meses de la pandemia no redujeron la cantidad global de infectados. Después de decretar una cuarentena estricta, la población perdió su capacidad de resistencia y los infectados y decesos se descontrolaron entre julio y agosto en la ciudad.

Germán Gohering, un arquitecto con experiencia en infraestructura hospitalaria, diseñó un modelo matemático para predecir el avance del virus y suprimirlo con eficiencia. “Es paradójico pero es así, mientras más infectados se tenga, es más fácil detener la epidemia”, resalta. Postula que mientras menor sea probabilidad de contagio es más fácil aplicar una medida de confinamiento efectiva. Su fórmula comporta tres variables: IA (número de Infectados Activos), R0 (velocidad de contagio), y PG (Probabilidad General).

La clave está en la PG. Su cálculo es sencillo: es la división de la cantidad de personas no infectadas entre el total de la población analizada. “Si una población tiene 100 personas y ya se han contagiado 10, entonces la PG tendría un valor de 0.9. Si se han contagiado 20 la PG será 0.8 y así, va disminuyendo”, explica. Mientras más infectados, se reduce la probabilidad de que una persona infectada se encuentre con una no infectada.

Con una probabilidad demasiado alta es difícil controlar la pandemia. Cuando se detectaron los primeros casos en la ciudad nuestro índice de probabilidad era de 0.9999. “Entonces para que pudiéramos suprimir el virus hubiésemos tenido que bajar la velocidad (r0) a niveles difíciles de alcanzar”, indica Gohering.

A diferencia de lo que ocurre en el Perú, esta velocidad solo se puede reducir con poblaciones disciplinadas.

Lo que sí pasó en Uruguay o Nueva Zelanda, indica Gohering. Estas naciones suprimieron al virus al inicio de la epidemia, con una PG alta, debido al nivel de acatamiento de las medidas y a la eficiencia de sus autoridades para rastrear los casos. Los países que no tuvieron esa capacidad no suprimieron al virus y lo único que lograron fue desgastar a la población. Por eso, sostiene, para países como el nuestro, las cuarentenas no son efectivas la inicio de la pandemia.

“Más bien se tendría que haber reducido gradualmente las actividades, tratando de estabilizar la velocidad de contagio y esperar a que la PG (probabilidad General) se coloque en el nivel idóneo, 0.7 (30% de infectados), para aplicar un freno estricto de dos o tres semanas. Entonces ahí sí asfixiábamos al virus”, postula. “Se trató de explicar esta lógica a las autoridades, pero como es algo difícil de creer si no se comprende, no atendieron a mi pedido”.

¿Viene una segunda ola?

El actual jefe del Comando, Percy Miranda, pese a que en un inicio manifestó que una segunda ola estaba lejana para Arequipa, ahora indica que es una posibilidad latente. Según las estadísticas oficiales de la Gerencia Regional de Salud, entre el 10 y 14% se infectó con el nuevo coronavirus. Gohering discrepa. Postula que el modelo indica que ya se ha infectado el 63% de la población. “En Arequipa puedo asegurar, de forma personal, que no va ocurrir un rebrote con esta cepa del virus”, sostiene. Si sucedió en países de Europa es porque se enfermaron porcentajes pequeños con el SARS-CoV-2, y quedaron con una probabilidad de contagio alta.

El mismo modelo, sostiene, le permitió detectar la cantidad de asintomáticos, a través del comportamiento de la curva de las cifras oficiales. Sus cálculos arrojan que el subregistro es de 6.4 a 1, es decir que por cada infectado hay 5.4 casos no registrados. Con ello Gohering asevera que el 63% de la población arequipeña se ha contagiado. Es lo que los especialistas llaman inmunidad de rebaño, añade, pero que generalmente no saben explicar. Teniendo alrededor del 70% de una población infectada, al virus se le hace difícil avanzar probabilísticamente. Es la única ventaja de ciudades como Arequipa, asegura.

(*) Arq. Elena Ortiza Santillana, Arq. Amadeus Roque Gamez.

Si surge una nueva cepa de virus habría problemas

Para Gohering, si el virus se detiene, es improbable un rebrote. Imaginemos que llegan 10 personas infectados en un bus. Cualquiera pensaría que se va a iniciar un nuevo foco de contagio, pero no va a ocurrir. Con la probabilidad en 0.37, esas personas con la COVID-19 necesitarían de tres días para infectar a una sola persona, eso hace que ese foco se apague rápidamente. Mas bien advierte que ocurrirá todo lo contrato si aparece una nueva cepa del virus. En ese caso empezará un nuevo ciclo epidémico. “Ahí sí estaríamos fritos”, concluye.

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