Urge promover estándares de protección para las mujeres indígenas
Valeria Urbina Cordano, quien forma parte del Programa Amazonía, de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) destaca el importante papel de las mujeres indígenas en el país, pero también pone los puntos sobre las íes en lo que se debe hacer para mejorar su situación.
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Las mujeres indígenas desde siempre han asumido un rol fundamental como cuidadoras de los recursos naturales, defensoras del territorio y lideresas de la soberanía alimentaria en sus comunidades. Son ellas quienes custodian la biodiversidad de nuestros ecosistemas y quienes transmiten, a través de la producción de alimentos e iniciativas económicas, los conocimientos ancestrales y la cosmovisión indígena de generación en generación.
Ello es debido a la intersección de múltiples factores de discriminación basados, entre otros, en su identidad cultural, su género, y su condición socioeconómica. Por ello las mujeres indígenas se han encontrado, históricamente, en una situación de particular vulnerabilidad y desventaja frente a otros grupos. Un informe de Defensoría del Pueblo (2019) resalta que las brechas de desigualdad relativas a la mujer indígena son extremadamente altas en Perú.
Esta situación de discriminación y vulnerabilidad, definitivamente, se ha visto exacerbada en la actual emergencia sanitaria por la Covid-19. A los graves problemas ya reiterados por medios y organizaciones tales como la falta de centros de salud, medicamentos, oxígeno y una atención culturalmente pertinente en los Andes y Amazonía, se suma un problema crucial: el impacto en las economías locales y, particularmente, en la indígena.
Las mujeres indígenas organizadas han señalado que las medidas de cuarentena adoptadas por el Gobierno vienen afectando sus economías tradicionales y sus emprendimientos económicos, vinculados a actividades productivas, artesanía y turismo. La incapacidad de trabajar sus tierras y comercializar sus productos por la Covid-19; así como la falta de acceso a agua limpia y recursos alimenticios por escenarios de contaminación ambiental, está impactando seriamente en su autonomía económica y la seguridad alimentaria de sus familias.
En el marco del Día de la Mujer Indígena y en medio de la emergencia sanitaria, hacemos un llamado al el Gobierno para que promueva estándares de protección para ellas, que son las defensoras y las gestoras de sus territorios. Asimismo, que implemente con celeridad y en coordinación con ellas, medidas que fortalezcan sus economías desde las perspectivas de género e interculturalidad.
El Estado no debe olvidar que en plena pandemia, urge un trabajo articulado con ellas porque puede ser un eslabón clave para la preservación de la vida, la salud y el bienestar de la población y de las futuras generaciones.