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Sociedad

Dióxido de cloro: la cura para el COVID-19 o tóxico para la salud

Polémica. El fracaso de la ciencia para hallar una medicina para combatir la COVID-19 obliga a buscar salidas que a veces se encuentran en Internet. Una es el dióxido de cloro cuestionado por varios médicos.

¿Solución? Para algunos médicos, el dióxido de cloro cura la COVID-19, para otros afecta la salud.
¿Solución? Para algunos médicos, el dióxido de cloro cura la COVID-19, para otros afecta la salud.

Deysi Pari

Arequipa

La falta de una vacuna para combatir el coronavirus y el avance peligroso de la pandemia, obliga a muchos ciudadanos a buscar alternativas para curarse. Varias de esas opciones no están avaladas por las autoridades sanitarias en el país.

En las redes sociales, se promociona el dióxido de cloro como una supuesta cura para los pacientes positivos. Incluso hay testimonios de familias de haberse curado consumiendo esta sustancia.

En junio, el Consejo Regional V Arequipa del Colegio Médico del Perú emitió un comunicado extenso en cuyo contenido exhortan a la población a evitar la automedicación y el consumo de sustancias no autorizadas como el dióxido de cloro, infusiones de eucalipto y tratamiento sugeridos en redes sociales sin ninguna evidencia médica que las sustente

Javier Gutiérrez, el decano del Colegio Médico en Arequipa, reitera que no hay ninguna evidencia científica que avale el uso de esta sustancia. “El dióxido de cloro viene a ser en buena cuenta un desinfectante (…) Está mal que se difunda sin tener las bases científicas correctas”, señaló el profesional.

En la otra orilla, figura Rolando Calderón Gómez, un cirujano dentista que estudió una maestría en Salud Pública y Medicina Complementaria. Este sostiene que el dióxido de cloro es beneficioso para enfrentar la pandemia.

El profesional asegura haberlo recetado a muchos pacientes diagnosticados y estos superaron la infección . Agrega que no solo él lo usa, sino muchos médicos en Arequipa para tratar a sus pacientes.

Para este galeno el dióxido es un gas inestable soluble en agua, que consta de una molécula de cloro y dos de oxígeno. “Una vez que entra al organismo actúa por oxidación, ósea todo lo que encuentre ácido en el cuerpo, ya sea en la envoltura del virus, por oxidación lo elimina. De tal manera que todo lo que es ácido, exceso de grasas anómalas, de toxinas, de metales pesados en el organismo, todo eso que está creando PH ácido y nos enferma, lo oxida”, sostuvo.

Calderón dice que el dióxido de cloro no ha surgido en medio de la pandemia y que él ya lleva trabajando cerca de diez años con la sustancia. Asegura que, tras estos años de aplicación, no ha visto reacciones adversas

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) ha advertido que este consumo presenta riesgos considerables en la salud. Sin embargo, videos en internet dicen lo contrario. Un científico alemán llamado Andreas Kalcker lo presenta como una solución milagrosa.

Kalcker fue entrevistado por un periodista boliviano y explicó que el dióxido de cloro constituye un aporte secundario de oxígeno a nivel celular.

El biofísico tiene un libro titulado Salud Prohibida, incurable era ayer. En este explica los procesos del dióxido de cloro. “Si se ingiere el dióxido de cloro, rápidamente reacciona con patógenos ácidos liberando oxígeno y formando iones de clorito, que después se convierten en iones de cloruro, es decir, la sal común. Nuestro cuerpo metaboliza esta mínima cantidad en sal sin ningún problema, ya que todos nuestros fluidos son salinos. De hecho, el cuerpo pierde sal de manera constante al orinar y sudar”, señala en el texto.

En otra parte del libro da los protocolos de cómo tomar esta sustancia, en base a recopilación de datos de autosuministro.

Calderón manifiesta que esta sustancia no es avalada porque curaría distintos males y eso va en contra de los intereses de grandes empresas transnacionales que están en el negocio farmacéutico

Contó que la producen ingenieros, químicos y profesionales de la salud, a una concentración de 3 mil partes por millón. Él descarta que sea lejía, y que se compone de clorito de sodio al 28% más un activador que es el ácido clorhídrico al 4%.

Calderón se defiende y dice que esto estaría salvando vidas. Mientras tanto, el decano del Colegio Médico, Javier Gutiérrez, reiteró que el compuesto no está autorizado y que no hay que dar por cierto todo lo que se difunde en redes sociales.