Médicos y enfermeras trabajan con miedo a tener el COVID-19
RIESGOSA TAREA. En los nosocomios se atienden los pacientes críticos y no críticos de coronavirus. Personal cumple su labor con temor a contagiarse. Y esto apenas empieza, según el médico Pablo Grajeda.
José Víctor Salcedo
Cusco
Son las primeras escaramuzas, la guerra recién empieza. El jefe de Inteligencia Sanitaria, Pablo Grajeda, enfatiza esta frase de la jerga militar en una reunión de autoridades. Es jueves por la mañana y justo en ese mismo momento un tercer turista muere fulminado por el coronavirus en Cusco. A esa hora también el fiscal de Prevención del Delito, Eduardo Poblete, ingresa al hospital Contingencia-Antonio Lorena. Médicos y enfermeras se han quejado porque no todo el personal cuenta con Equipos de Protección Personal (EPP) para prevenir la propagación de virus. Tienen miedo a contagiarse. Aun así, han asumido en primera línea la tarea de enfrentar el virus de Wuhan, un enemigo todavía desconocido: un virus que no tiene cura.
El hospital está silencioso. Es la mañana del 24 de marzo en la zona de aislamiento para casos de coronavirus en el hospital de Contingencia. Médicos y enfermeras están pasmados. Había fallecido el mexicano de 76 años. Con las horas el miedo aumentó, porque el cuerpo no era llevado al crematorio. Nueve días después, el 2 de abril, falleció otro turista y la reacción fue más rápida, pero el miedo sigue rondando en el nosocomio.
“El área acondicionada para manejo de casos COVID-19 sí está equipada y el personal cuenta con equipos de protección, pero en el caso del personal de Emergencia, que es la puerta de entrada del virus, no hay equipos de protección”, se queja una enfermera del Contingencia. "Existen los materiales, pero en cantidad deficiente. Nos dan mascarilla para 15 días. Es insólito”, remata.
No solo en el Contingencia ronda el miedo. El sábado 29 de marzo, por la tarde, una cinta amarilla con el aviso de peligro acordonaba la zona definida para atender pacientes en la Unidades de Cuidados Intermedios (UCIM) del Hospital Regional. La esposa del mexicano fallecido por covid-19 llegó en una ambulancia para ser hospitalizada. Estaba contagiada y tenía un cuadro severo de depresión.
Un trabajador describió la turbación que había aquel día y que no ha desaparecido hasta hoy. "Las cosas están empeorando. Antes de ayer hospitalizaron a uno, es obeso. Para ayer empeoró y hacía un cuadro de neumonía y requería UCI", cuenta. "Hay temor en mis compañeros asistenciales, aun así, continúan trabajando. Sin embargo, no sé si estamos preparados. Presiento que esto recién es el inicio de una fase más crítica", añade.
El reclamo ha sido recogido por el Colegio de Enfermeras. La decana Francisca Rodríguez pidió garantizar las condiciones de salubridad y bioseguridad, para un mejor trabajo de los profesionales en enfermería en los diversos establecimientos de salud. “El profesional de enfermería constituye el mayor número del personal de salud. Es el profesional más expuesto a ser infectado, tomando en cuenta que permanece más tiempo al cuidado del paciente”, refirió Rodríguez. Reclamó que se asegure la entrega de insumos de bioseguridad, así como alimentación para fortalecer el sistema inmunológico de las enfermeras y enfermeros.
En el Regional hay molestia también porque el director ejecutivo del nosocomio, Félix Hidalgo, dispuso que por la emergencia, el personal trabaje en dos horarios: de 7 de la mañana a 5 de la tarde y de 5 de la tarde a 7 de la mañana.
Hay esfuerzos por mejorar condiciones
El gobernador regional del Cusco, Jean Paul Benavente, y el director Regional de Salud, Darío Navarro, junto a otras autoridades y funcionarios, trabajan duro para garantizar una respuesta adecuada en los hospitales contra la pandemia. Se ha hecho muchos esfuerzos para adecuar los hospitales y así hacer frente al temible virus, pero falta mejorar el cuidado de los héroes sin capa. Las autoridades dicen que están trabajando en eso y el personal de salud espera que así sea realmente.