EN LA MIRA. Demanda presentada ante el TC se verá este 25 de enero en Arequipa. Se pide que la actividad sea declarada como maltrato animal. Propietarios defienden tradición y señalan que por ningún motivo constituye maltrato.,Por estos días, las peleas de toros están en cuestionamiento. La discusión es si esta tradición de Arequipa constituye maltrato animal. Las opiniones son diversas. La raíz del debate es la demanda planteada ante el Tribunal Constitucional (TC) por la ciudadana María Eguiluz Jiménez, en representación de 5 286 ciudadanos, contra la excepción de la primera disposición complementaria de la Ley de Protección y Bienestar Animal 30407. En resumen, que la actividad sea considerada maltrato animal, y por lo tanto, un delito. PUEDES VER: Arequipa: Criadores anuncian marcha contra proyecto de ley que prohíbe las peleas de gallos La primera excepción de la referida ley excluye a las peleas de toros, de gallos y corridas de toros de ser consideradas maltrato. Este 25 de enero, el pleno del TC sesionará en Arequipa desde las 9:00 horas para evaluar la demanda. Como era de esperarse, esto ha generado la reacción de la Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados de los Toros de Pelea de Arequipa. Sus integrantes sostienen que por ningún motivo esta actividad, con más de 200 años de historia, es maltrato animal. La califican como una actividad cultural. Carlos Bustamante y Juan Ramos son abogados y conforman el comité de defensa de las peleas de toros. El primero explica que la actividad no puede ser maltrato, pues se trata de un enfrentamiento natural entre dos animales que por instinto son territoriales y, en pos de defender su espacio, miden fuerzas. Bustamante señala que de acuerdo al reglamento de la asociación, está prohibido darle alguna sustancia al animal o que se le ponga algo en los cachos para que pelee. El enfrentamiento se da en condiciones naturales y nunca se ha llegado a la muerte del animal. La pelea termina cuando uno de los astados huye de la cancha, sabiendo que fue superado en fuerza por el otro. En algunas, los toros no llegan al choque. Juan Ramos, el otro abogado, sostiene que si el TC declara fundada la demanda interpuesta por María Eguiluz Jiménez, las peleas de toros están condenadas a desaparecer y así Arequipa perderá una de sus costumbres más antiguas. Bustamante agrega que esta tradición es oriunda de la Ciudad Blanca y no adoptada de otros países. La República Sur Entrevista Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados a las Peleas de Toros de Arequipa, quienes defienden la actividad considerada como una tradición en la Blanca Ciudad. PUEDES VER: Arequipa: Unsa investigará beneficios antitumorales de hierba medicinal tiquil tiquil LA DEMANDA La demanda de María Eguiluz fue interpuesta ante el Tribunal Constitucional el 18 de setiembre del año pasado. Según los defensores de las peleas, la asociación Alco Perú (Animales Libres de Crueldad y Opresión) está detrás de ella. El pedido se sustenta en que la norma vulnera derechos fundamentales protegidos por la Constitución del Perú, es discriminatoria y contradijo la propia Ley 30407, hallándole vicios de forma y de fondo. "Nos preguntamos cómo podrá justificar aquella excepción en la ley de protección animal a los espectáculos donde existen torturas a seres vivos que sienten tanto como un perro o un gato”. Añaden: “Seguramente lo mismo de siempre: que son parte de nuestra cultura arraigada en el Perú desde hace miles de años. Pero esa justificación no tiene validez jurídica y no son costumbres declaradas como culturales por el organismo competente", señala uno de sus comunicados. RESPUESTA Juan Ramos dice que la Constitución respeta los derechos tanto de las mayorías y las minorías; y por tanto, su actividad tendría que ser respetada. De acuerdo al reglamento de la asociación, un toro sólo puede pelear dos veces al año y por espacio de diez a doce minutos. No pueden someterlo a mayor frecuencia. La única preparación que pueden darle a un toro es hacerlo caminar durante una hora y una buena alimentación. “Los que promueven la norma no conocen la tradición”, dice Bustamante. EVALUACIÓN SEPARADA A través de las redes sociales, los defensores de los animales critican a los criadores por considerar que se trata de una actividad cultural. En este grupo también involucran a los adeptos a las peleas de gallos y las corridas de toros. Bustamante explica que les hubiera gustado que la actual ley haya una excepción para cada actividad, de manera que a la hora de defender su tradición, también se haga de forma independiente. No obstante, no se animan a manifestarse en contra de las peleas de gallos y corridas de toros. Dicen que las respetan, así como ellos piden el respeto a las peleas de toros. NIEGAN LUCRO Los aficionados argumentan que detrás de las peleas de toros no hay ningún ánimo de lucro, pues cada propietario corre con los gastos de la alimentación y las apuestas que giran en torno a la actividad se hacen entre particulares que no los involucran. El dinero que se recauda de las entradas normalmente es usado para actividades u obras para la colectividad.