Autoridades y población de comunidades nativas exigen la captura del asesino o criminales que mataron al padre jesuita Carlos Riudavets Montes (73).,Claudio Mendoza Bagua Multitudinario adiós. Los restos del cura jesuita Carlos Riudavets Montes (73) fueron sepultados ayer en la comunidad en donde desarrolló casi toda su carrera sacerdotal y pastoral, Imacita. Los pobladores indígenas junto a sus autoridades encabezadas por su alcalde Otoniel Danducho Akintui, solicitaron a los jesuitas en Lima que el cuerpo del malogrado padre se entierre en este distrito por su apoyo de más de 45 años a las comunidades en la educación, en gestiones de agua y desagüe, agricultura, entre otros. PUEDES VER Fiscalía no sabe qué hacer con los 30 millones que devolvió Odebrecht El acto de sepelio se realizó con el izamiento a media asta de la bicolor nacional en el parque de Chiriaco, a cargo de padre provincial jesuita en el Perú Juan Carlos Montes, quien solicitó y dejó a las autoridades que se investigue y capture a los culpables del asesinato del padre Carlos Riudavets. Luego el obispo de la Diócesis de Jaén, monseñor Wilfredo Vizcarra Fuentes, celebró la misa acompañado de varios sacerdotes de la región, entre ellos el de Bagua, padre Gilmer Berrío Vásquez El cuerpo sin vida del padre Carlos Riudavets salió desde la plaza principal hacia la Iglesia Matriz de Chiriaco en brazos de las autoridades y población que lloraban y lamentaban el cruel asesinato de su párroco, porque fue él quien les inculcó valores, cultura, les dio a conocer la palabra de Dios, y les apoyaba en todo tipo de proyectos. Un docente del colegio Fe y Alegría contó a La República que el padre Carlos había dejado un testamento que decía que el día que muera lo entierren en la iglesia de Chiriaco, porque quería mucho a este pueblo y su iglesia. “No entiendo qué paso, él aconsejaba a los alumnos y queremos que capturen a los culpables. No queremos venganza, queremos justicia”, precisó. Por su parte el alcalde de Imaza, Otoniel Danducho, dijo que el padre Carlos trabajó 38 años compartiendo con el pueblo su conocimiento, buscando el desarrollo de los pueblos y de las comunidades indígenas, “es por eso que el pueblo lo llora, estamos pidiendo que capturen al asesino o asesinos del padre Carlos Riudavets”, concluyó.