Patricia Aguilar dejó España el 7 de enero del 2017 siguiendo los consejos de Félix Manrique, quien le prometió una nueva vida en su secta. ,La joven española Patricia Aguilar fue rescatada días atrás junto a un grupo de mujeres y niños en San Martín de Pangoa con quienes vivía en condiciones infrahumanas. Con ellas se encontró a Félix Manrique, el líder de una secta apocalíptica que la captó y manipuló desde hace más de 2 años ¿Cómo lo logró convencerla? Aquí te contamos. PUEDES VER: Le quedaban tres meses de vida y un donante lo salvó Las redes sociales lo ayudaron a lograr su cometido: reclutar personas para su secta, sin importarle que estén a kilómetros de distancia. Así este hombre llegó a contactar con hasta 3 mil jóvenes a las que tenía agregadas en Facebook. “Este individuo tenía una cuenta de Facebook que usaba para contactarse con mujeres jóvenes vulnerables”, explicó el coronel José Antonio Capa. En el caso de Patricia, Manrique la captó a través de internet cuando todavía tenía 16 años. Ella acababa de perder a su tío más querido y empezó a buscar en Internet si había vida después de la muerte. Así llegó a contactarla el líder de esta secta, quien le prometió cambiar su vida a cambio de mantener relaciones sexuales con él, pues aseguraba que su misión era repoblar la Tierra. Cuando creyó el discurso del llamado "Príncipe Gurdjieff" empezó la pesadilla de su familia. El 7 de enero del 2017, la joven ya de 18 años le dijo a sus padres que iba a una fiesta, pero era mentira. En realidad, se había marchado. Llevaba maletas, libros y también 6.000 euros del negocio de la familia. Ante su desaparición, la familia comenzó a investigar y en el entorno de Patricia halló al líder sectario. Noelia, prima de la joven, accedió al ‘Gurdjieff’ peruano y para poder pruebas del caso comenzó a contactarse por las redes sociales. También ubicaron a una de las chicas que estuvieron en el círculo más cercano de Félix Manrique, quien le facilitó un mail con su nombre completo. Esa fue la primera pista que los llevó a ubicarlo años después.