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Política

Rafael Dumett: "Hay un plan para capturar las instituciones y hacer un fraude: ahí la gente reaccionará"

El escritor peruano, autor de El espía del inca y El camarada Jorge y el Dragón, comenta sobre la situación política del Perú y asegura que Dina Boluarte no está preparada para ser presidenta.

Anestesiada. Dumett sostiene que la población despertará cuando se quiera hacer el fraude. Foto: difusión
Anestesiada. Dumett sostiene que la población despertará cuando se quiera hacer el fraude. Foto: difusión

El autor de El espía del inca estuvo en Arequipa por Hay Festival y, de inmediato, retornó a Estados Unidos, donde enseña en una universidad de San Francisco. Pronto se internará en un rancho para escribir la segunda entrega de su saga en torno al político Eudocio Ravines. Dumett sostiene que el Congreso promueve un plan para capturar las instituciones en un intento de manipular las elecciones de 2026. Remarca que a Estados Unidos no le interesa el Perú ni desde la perspectiva de los derechos humanos.

-¿Es importante nuestro país para Estados Unidos?

-En absoluto. Ellos tienen prioridades concretas. Están lidiando con los conflictos de Medio Oriente y Rusia-Ucrania. Quieren ser aliados, pero comerciales de Latinoamérica. Seguramente al presidente Biden le informan (sobre el Gobierno de Boluarte) que está implicado en la muerte de 50 ciudadanos y que si se habla con ella se le avala (la salvedad puede ser lo de ayer en APEC).

-Es vergonzoso que un jefe de Estado mendigue citas bilaterales y sean rechazadas.

-Pensamos demasiado en interpretar lo que hacen estos líderes de pacotilla que nos gobiernan. Lo que sí debemos aceptar es que tienen una estrategia muy clara para capturar todas las instituciones. Saben que no van a ganar las elecciones de manera legal. Pero se van a sorprender en el 2026.

-¿Insinúa que están preparando un fraude?

-Ah, por supuesto, claro; si no, ¿por qué están capturando el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)? ¿Por qué el Tribunal Constitucional? Quieren un Jurado que, cuando venga alguien gritando fraude, diga: “Ok, vamos a aceptar su protesta, ustedes ganaron”. Eso es lo que están preparando. Pero ellos van a perder, tómame la palabra.

-Si se pretende torcer la voluntad popular, ¿no cree que haya una reacción ciudadana?

-Sí, claro. La ciudadanía está completamente anestesiada. Hubo una protesta y mucho capital político desperdiciado en esto de Pedro Castillo. Este hombre realmente la fregó con efe mayúscula. Hay un paréntesis (…), hay temor a que te baleen si sales a la calle y no hay ningún liderazgo que sea satisfactorio. (Los congresistas) han capturado el poder, hacen sus chanchullos. Se convencen en sus cabecitas de que sus proyectos van a sobrevivir. Esperen nomás cuando la gente se manifieste.

-Antes los caudillos tenían programas, pero los de ahora no, sostiene la historiadora Carmen Mc Evoy.

-Dime un líder político. ¿Dina Boluarte? No, ella llegó de rebote, era vicepresidenta. Estoy absolutamente seguro de que ni en sus sueños más delirantes imaginó ponerse la banda presidencial. No está preparada para ser presidenta.

-Si no hay caudillos, ¿entonces qué hay?

-No tengo idea. Veo dos personas que tratan de gobernar, de pasar piola en el poder, hay que incluir a (Alberto) Otárola aquí. Intentan mantener la nave hasta el 2026. En sus cabecitas están alucinando que, como nadie puede hacerles nada ahorita, todo el mundo se va a olvidar de lo que hicieron. A ella (Dina Boluarte) la juzgarán y la meterán a la cárcel. Ahora está viajando, luego no podrá hacerlo por una orden de captura internacional.

-El reciente papelón del representante del Perú en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acusando a los manifestantes de que ellos son los violentos, ¿qué sensación le deja?

-Es una vergüenza. Estos líderes de pacotilla que tenemos van a salir, este Congreso de pequeños seres…

-¿Pero usted está diciendo que harán un fraude?

-Ellos piensan que tienen a la sociedad civil doblegada. Tengo la impresión de que los movimientos de derecha en diferentes partes del mundo, incluido Estados Unidos, renunciaron a tratar de persuadir a la gente de sus medidas. Ellos van a la captura de instituciones para imponer. No van a hacer una campaña de discusión, de debate.

-No hay debate.

-Nadie dirá nada hasta las elecciones. Esas sí, no se las tocan al peruano. Ahí se manifiestan, ese es su refugio. Espera que quieran tocárselas, que haya un intento grueso de fraude como ocurrió con Fujimori cuando quiso reelegirse por tercera vez.

-Fujimori se legitimó, la difusión del vladivideo lo trajo abajo y renunció.

-También es lo que ha ocurrido con Pedro Castillo. Él tenía un gobierno de porquería y construía su pequeña mafia. Castillo era un extoledista con ideas evangélicas retrógradas con respecto a ciertas cosas sociales, pero con un refrescante origen popular. ¿De izquierda? No, ni hablar. Él no es de izquierda. Por eso que se entienden muy bien con los fujimoristas, con el alcalde de Lima también, el autoritarismo, el imponer.

-¿Y están en un discurso desesperado por tratar de combatir el centro?

-Buena suerte con eso. Veremos si les liga. Espérate que lleguen las elecciones, que propongan su agenda retrógrada: “Sí, la homosexualidad está penalizada”, “Vamos a privatizar todo”. ¿Cuál va a ser la reacción de la gente con estas plataformas ultraliberales?

-Pero la radicalidad está en todo el mundo, mire Argentina.

-En Argentina se comprende, hubo un Gobierno absolutamente desastroso por parte de los Kirchner. (…) Milei está arriba por poquito, a todos esos tipos de derecha se les hace agua la boca. Tienen una idea completamente distorsionada de la realidad. Esto es lo que hace Trump por ejemplo.

-¿Trump tiene posibilidades?

-Ahorita sí, pero por una mala performance por parte de Biden. No se toma el trabajo de persuadir, de presentar sus medidas, que son buenas en muchos casos. La población latina ha sido completamente dejada de lado. La cantidad de hombres jóvenes negros y de hombres jóvenes latinos que votarían por Trump ha subido 30 puntos.

Cierre literario

- ¿Usted cree que la novela El espía del Inca, será difícil de superar?

No pienso en esos términos, por el contrario, sospecho que he abierto cierta trocha, sobre ciertos temas, y estoy absolutamente seguro que habrá gente invocada, invitada por sus historias, en diferentes partes del Perú, que puedan aportar una nueva visión, una nueva manera de ver las cosas, de trabajar nuestro pasado. Personalmente, no creo que haya sido el límite de lo que voy a escribir. Por supuesto, mi inspiración natural va a ser escribir algo mejor.

¿Después de Eudocio Ravines  tiene otros proyectos literarios?

El camarada Jorge y el dragón, es el primer volumen de una saga, va a tener más o menos dos o tres volúmenes más. El segundo volumen va a girar en torno de la figura de Mariátegui, pero va a tratar otras cosas también. Tengo un material de preparación de largo plazo, lo estoy haciendo lentamente. Acerca de la segunda parte de la rebelión de Túpac Amaru II, cuando murió él y le tomó el relevo su primo, Diego Cristóbal Condorcanqui, también llamado Túpac Amaru. En esta segunda parte de la rebelión, que a mí personalmente me parece más interesante incluso, la rebelión se radicalizó y hubo 100 mil muertos. Al mismo tiempo, en esta segunda parte, se produjo una alianza muy interesante con Túpac Katari, este líder aimara, que puso verdaderamente en jaque a la corona. Con Túpac Amaru II no, pero con Diego Cristóbal Condorcanqui y Túpac Katari, estuvieron a punto de vencer.

¿Ellos eran mestizos?

Exactamente.

Pero buscaban fundamentalmente una reivindicación.

Había una serie de reivindicaciones concretas, la anulación de ciertos impuestos obligatorios que tenían los indígenas. La creación del nuevo virreinato de La Plata había ocasionado una serie de problemas de tránsito en el comercio, pero el proyecto favoreció incluso a los españoles buenos, los criollos, a los indígenas, era una cosa multiclasista. El problema es que esta rebelión multiclasista fue aplastada por los españoles, entonces los sobrevivientes básicamente dijeron: ‘sí al líder de esta rebelión, Túpac Amaru II, y a toda su familia, les hacen todo aquello que le hicieron, ¿qué nos queda?'. Todo se radicalizó por completo. La persona que se vestía como español, que hablaba como español, que solo sospechaba que tenía cultura española, era ejecutada, decapitada. Y al revés también, los españoles radicalizaron sus medidas y ya cualquier persona que llevara poncho o cualquier aditamento, que hablara quechua, era inmediatamente sospechosa. La cosa fue realmente brutal. Me parece interesante explorar esa segunda parte de la rebelión.

Eso también incrementa la desconfianza hacia el mestizo, porque el español comenzó a verlos con mucha más desconfianza, incluso que a los mismos nativos.

En 1782-83 se tomaron una serie de medidas que constituyeron genocidio cultural, es decir, se prohibió el uso del quechua, las obras de teatro, una serie de elementos propios de la cultura quecha y todos los liderazgos étnicos, los caciques, que habían tenido privilegios a lo largo de toda la colonia, de pronto les fueron arrebatados todos estos privilegios. Ese es el tema de un libro.

¿Hay más proyectos?

Tengo de un nazi que vivió en el Perú, de lo cual tengo documentación completa. Vivió 30 años aquí, trabajó directamente con el Servicio de Inteligencia Tributaria, con la Policía Nacional de Investigaciones y junto con Kalus Barbie es el principal sospechoso de haber asesinado a Luis Banchero Rossi.

Editor regional del diario La República, edición sur. Licenciado en Periodismo de la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Trabaja para La República desde el 2003. Ha publicado libros sobre perfiles políticos regionales y literatura.