‘Cuchillo’ celebró fiesta después de la matanza de los 13 trabajadores de Pataz
LA RUTA DE UN CRIMINAL. Lo llamaban el Pablo Escobar de Buena Vista Alta, un distrito cercano a Casma, Áncash. Construyó losas deportivas, postas médicas y pagaba las medicinas de sus vecinos. Armó un fiestón con dos orquestas el sábado 3 de mayo, un día antes de confirmarse el hallazgo de los cadáveres en un socavón. El mismo día que salieron las noticias, corrió al aeropuerto para volar a Colombia.
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Miguel Antonio Rodríguez Díaz, señalado como el autor del secuestro, tortura y asesinato de 13 trabajadores en una bocamina de Pataz, fue registrado por las cámaras del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el domingo 4, cuando abordó un avión para escaparse del país.
Más conocido en el mundo criminal por el apodo de ‘Cuchillo’, Rodríguez vestía buzo negro, zapatillas blancas y una gorra, según el video al que tuvo acceso La República. Estaba junto a una de sus hermanas, quien lo acompañó hasta el momento en que subió a una aeronave de Avianca con destino a Bogotá, Colombia.
Eran las 00:45 del lunes 5 de mayo. Horas después, al mediodía, la presidenta Dina Boluarte identificó a ‘Cuchillo’ en una conferencia de prensa. Para fuentes de inteligencia policial, era preferible que no lo mencionara para no entorpecer el seguimiento a los autores del homicidio múltiple de Pataz.
‘Cuchillo’ huyó a pocas horas de que se hiciera público el hallazgo de las víctimas, ejecutadas el 26 de abril. Creyó que nunca serían encontrados los cadáveres en la profundidad y oscuridad de un socavón, y mucho menos que se le atribuyera el espantoso crimen. Por eso corrió a tomar un avión hacia el extranjero.
Las autoridades de Colombia confirmaron a sus pares del Perú que Miguel Rodríguez llegó a Bogotá a las 9:30 a.m. del lunes, pero no pudo ser intervenido porque no contaba ninguna orden de captura y tampoco estaba requisitoriado por la justicia peruana.
Nacido el 8 de enero de 1990 en el distrito de Buenavista Alta, en la provincia de Casma, en Áncash, ‘Cuchillo’ ingresó en el negocio de la minería ilegal como un elemento de seguridad debido a su experiencia en el manejo de armas. Miguel Rodríguez se familiarizó con los fusiles de asalto cuando hizo el servicio militar en el Ejército. Sin embargo, no cumplió todo el periodo porque desertó.

El grupo de ‘Cuchillo’ era el más numeroso y sobrepasó a los 13 trabajadores, a los que acorraló y ejecutó en un socavón. Foto: difusión
Perfil criminal
El apodo proviene del tatuaje de un cuchillo que se hizo en la mano izquierda. Por su breve experiencia militar, se inició en el mercado de la seguridad privada de las empresas mineras en Áncash, pero luego fue contratado para trabajar en Pataz, donde encontraría el filón de sus presuntas actividades criminales.
“En Pataz, las mineras formales cuentan con grandes extensiones de concesiones del Estado, como la Compañía Minera Poderosa. Como no pueden explotar todo el denuncio, alquilan a otras personas algunas áreas con la condición de que les vendan el oro extraído. Son estos los que contratan a los miembros de seguridad para repeler cualquier intento de asalto”, explicó a este diario un alto jefe de la Policía de Trujillo: “Es en ese negocio en el que estaba metido ‘Cuchillo’. De resguardar el oro, se dedicó a robarlo”.
De acuerdo con fuentes de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional, el nombre de ‘Cuchillo’ saltó luego de que un testigo revelara que Miguel Antonio Rodríguez Díaz estaba detrás del asesinato de los 13 trabajadores que laboraban para la empresa de seguridad R&R, cuyo dueño es el empresario minero Segundo Cueva Rojas. Cueva, natural de Pataz, de 41 años de edad, reclutaba a jóvenes y licenciados de las Fuerzas Armadas para enfrentar a los “parqueros”, como se conoce a los delincuentes dedicados al robo de oro de las bocaminas. El propio Cueva es propietario de 6 empresas mineras con miembros de su familia.

DE COSTADO. La presidenta Boluarte viajó a Pataz, pero solo para sostener un encuentro con los responsables de la minera Poderosa. Foto: difusión
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Las fuentes policiales consultadas por este diario informaron que el sábado 26 de abril las 13 víctimas formaban parte de un contingente de 20 efectivos de seguridad, que se dirigieron en 3 camionetas con dirección al anexo Santa María, donde están ubicados los socavones 2410 y 2520. La misión que recibieron fue expulsar a los mineros informales e incautarles el oro que habían extraído.
Cuando se encontraba en ruta, el contingente de seguridad fue emboscado a balazos por los hombres de ‘Cuchillo’. Los delincuentes eran superiores en número. Una camioneta huyó del lugar con una parte de los trabajadores, y otro grupo, entre los que se encontraban las 13 víctimas, ingresaron en un socavón para ponerse a buen recaudo, sin imaginar que el lugar se convertiría en su tumba.
Al verse rodeados y sin salida, los 13 trabajadores fueron atrapados por la gente de ‘Cuchillo’. Con incesantes disparos los obligaron a rendirse y salir del socavón. Seguidamente, los ataron de pies y manos y luego de torturarlos le dispararon a uno por uno en la nuca.
Según los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Trujillo, fueron ajusticiados el mismo día sábado 26 de abril. Los cuerpos fueron abandonados en la bocamina 2520 del anexo de Santa María.
Celebró a lo grande
Testimonios recogidos por la policía en la zona indican que el único que pone seguridad a la gran mayoría de las mineras en Pataz es ‘Cuchillo’, porque cuenta con personal adiestrado, entre sicarios, policías y militares en retiro.
El nombre de ‘Cuchillo’ ya estaba referenciado en los canales de inteligencia de la Policía Nacional por 10 muertes anteriores vinculadas con la minería ilegal, y cuando fue detenido en diciembre de 2023, por el presunto delito de tenencia ilegal de armas, en la provincia de Casma.
Las fuentes señalaron que ‘Cuchillo’ también es conocido como el Pablo Escobar de Buena Vista Alta. Es muy querido por sus habitantes. ¿Y por qué? Porque construyó la losa deportiva de la comuna. Si alguien se enferma, él paga las medicinas, habilita las postas, colabora con la parroquia y con la propia policía del sector, dijeron los testigos.
Se sentía protegido por sus vecinos. Es más, el sábado 3 de abril, un día antes del hallazgo de los 13 cadáveres en Pataz, el sanguinario Miguel Antonio Rodríguez Díaz, Cuchillo, regresó a su pueblo de Buena Vista Alta, ubicado a 13 kilómetros de la ciudad de Casma, y organizó una gran fiesta amenizada con dos orquestas y harta cerveza de cortesía para todos los habitantes. Estaba en familia y resguardo por 10 sicarios armados con fusiles de asalto.
Cuando se reportó que los cuerpos estaban en un socavón y la noticia sacudió a todo el país, ‘Cuchillo’ se sintió inseguro, y todavía con la resaca del fiestón, en la tarde del domingo 4 de mayo, se dirigió hacia el aeropuerto para tomar un avión a Colombia. No estará evadido por mucho tiempo.
Boluarte no quiso encuentro con familiares
● Cuando la mandataria Dina Boluarte mencionó a ‘Cuchillo’, no fue para alertar a la población, sino para fustigar a la Fiscalía por ordenar supuestamente la liberación del delincuente cuando fue detenido en 2023. En realidad, ‘Cuchillo’ fue dejado libre porque la policía entregó a la Fiscalía las armas incautadas al sujeto, pero estas eran inservibles. Había ocurrido un “cambiazo”.
● El viernes 9 de este mes, Boluarte viajó a Pataz, pero evitó reunirse con los familiares de los 13 trabajadores asesinados y también con el alcalde Segundo Armas Villalobos. La jefa de Estado prefiere sostener un encuentro en las instalaciones de la Compañía Minera Poderosa, de la familia Arias Dávila.