Donald Trump pone fin a Usaid: ¿Qué sectores en Perú perderán apoyo con esta decisión?
La administración de Trump inicia el desmantelamiento de Usaid, suspendiendo la ayuda a más de 100 países, lo que tendrá un impacto significativo en Perú y sus sectores beneficiados.
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La nueva administración en la Casa Blanca ha tomado una decisión. Bajo el mandato de Trump, las oficinas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) serán desmanteladas gradualmente. El nuevo presidente anunció la suspensión de la ayuda financiera a más de 100 países bajo el lema “América (Estados Unidos) va primero”, con el respaldo de su aliado Elon Musk, nombrado administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge). Musk calificó a Usaid de organización criminal. A pesar de las críticas oficialistas, la agencia ha financiado numerosos proyectos en nuestro país; Perú es el octavo mayor receptor de sus fondos en la región, según el Gobierno estadounidense.
Desde el inicio de la década hasta 2024, Usaid ha destinado a nuestro país un total de 985 millones 875.000 dólares. A todas luces, la suspensión de la ayuda financiera dispuesta por Donald Trump generará un impacto en varios sectores. Así lo considera también Pavel Aguilar, candidato a doctor en ciencia política por la Universidad Libre de Berlín y egresado de la maestría en sociología de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), quien señaló que el cierre de la agencia de cooperación internacional tendrá consecuencias en diversos ámbitos del país.
“Aunque Usaid es la agencia de desarrollo y cooperación internacional más importante del mundo, responsable de financiar proyectos significativos en materia de salud, educación, derechos humanos, democratización y otros ámbitos, actualmente se encuentra en el foco de la tormenta internacional tras el inminente cierre, en medio de una creciente agenda conservadora en la política norteamericana. (…) El cierre de Usaid tendrá un impacto de largo alcance en los programas de desarrollo internacional que financiaba", expresó.
"(…) El impacto será doble: por un lado, muchas de estas iniciativas de cooperación quedarán inconclusas, perjudicando a cientos o miles de beneficiarios; y, por otro, otras agencias de cooperación internacional del norte global han anunciado que suspenderán o recortarán fondos de ayuda en líneas de trabajo clave en materia ambiental y de lucha contra la pobreza”, agregó el también exasesor del Foro Económico Mundial.
La selva en problemas
El cuidado del medio ambiente y la prevención de la contaminación ambiental han sido dos de los temas más atendidos por la ayuda norteamericana. Se han desembolsado 129 millones 930.000 dólares entre 2020 y 2024 para iniciativas relacionadas con el apoyo al medio ambiente en nuestro país. Esto se debe, en gran parte, a la necesidad de brindar apoyo a la Amazonía y a las poblaciones vulnerables ubicadas en la región Selva de nuestro país.
Este financiamiento fue cancelado con la decisión tomada por la administración de Trump. La República se contactó con miembros de dos ONG relacionadas con el trabajo medioambiental, Cedepas Norte y Mecanismos de Desarrollo Alternos (MDA), quienes, por resguardar su privacidad, solicitaron que no se revelen sus nombres ni sus cargos dentro de las organizaciones.

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"Nos dedicamos a trabajar con poblaciones rurales, lo que implica abordar cuestiones ambientales. Estas comunidades son las principales afectadas por estos cambios. (...) Como organización no gubernamental, trabajamos en proyectos de cooperación internacional y nacional. (...) El cuidado del medio ambiente ha sido uno de los sectores que mayor apoyo internacional ha recibido. Desde Cedepas hemos laborado, por ejemplo, en la visibilización de recursos que se pierden debido a las industrias extractivas y, a la par, en proyectos relacionados con el tratamiento del agua, para que se dispongan de propuestas más claras. Los afectados son ellos, ya que ahora sus iniciativas no pueden materializarse sin el apoyo financiero previsto", declararon fuentes de La República cercanas a Cedepas Norte.
"Si bien nosotros no recibíamos recursos de Usaid, es cierto que dichos fondos formaban parte de la cadena de ejecución de proyectos relacionados. Por ejemplo, contamos con un proyecto de asesoramiento para autoridades regionales en temas medioambientales; aunque nuestro financiamiento proviene de Noruega, otra parte del proyecto se financiaba mediante Usaid. Esto genera malestar en las coordinaciones. (...) Existen proyectos de gran envergadura, como la Alianza Empresarial por la Amazonía, implementada por Conservación Internacional, que sí recibía apoyos de Usaid", mencionaron fuentes de La República cercanas a MDA .

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"En dicho proyecto se establecían acuerdos de trabajo con comunidades indígenas, organizaciones de mujeres y emprendedores amazónicos, generando cadenas de valor en sectores estratégicos que el Estado no atiende, como el aguaje o el camu camu. La construcción de estas relaciones con las comunidades requiere tiempo; este desfinanciamiento genera desesperanza entre quienes trabajan en la conservación de la selva peruana", agregaron las mismas fuentes.
Golpe a la salud peruana
La salud es otro de los sectores que ha recibido mayor atención por parte de Usaid desde el inicio de la década. Se han destinado 69 millones 335.000 dólares al apoyo de iniciativas de salud, entre las cuales destacan los tratamientos para el VIH. Marlon Castillo, vocero de Givar, observatorio en VIH conformado por distintas organizaciones de la sociedad civil, señaló que la desfinanciación ordenada por Usaid ha tenido un impacto indirecto en los tratamientos de las personas seropositivas. Castillo consideró que esta situación podría generar una crisis en el tratamiento del VIH a nivel nacional.
"Nosotros no recibimos financiamiento de Usaid (…), pero el impacto de Usaid en los proyectos de VIH genera una situación de crisis. Algunas ONG que trabajan en este ámbito ven recortado el financiamiento de los proyectos a los que postulan para ofrecer servicios diferenciados, atención de preexposición, ayudas psicológicas y otras iniciativas relacionadas. El Gobierno de Estados Unidos es uno de los mayores aportantes en la lucha contra el VIH/Sida. (…) El Perú es uno de los países receptores de estos proyectos; hemos negociado una ronda para 2028 y 2030. Hablamos de varios millones que impactan en el sector. Hasta el año 2004 no existía un tratamiento real para el VIH, y con el Fondo Mundial –coordinado por apoyos de Usaid, entre otros– se dieron los primeros pasos para que el Estado peruano pudiera coordinar los tratamientos de VIH en el país", declaró Castillo.

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Sin embargo, estos sectores no son los únicos atendidos con financiamiento externo. Carmen Masías, directora ejecutiva del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro), con amplia experiencia en la coordinación de iniciativas en salud financiadas internacionalmente, recordó que durante la pandemia de COVID-19 el apoyo financiero de Usaid permitió que las campañas de vacunación en zonas rurales de la selva peruana se llevaran a cabo con mayor éxito.
"En la época de la pandemia, gracias al financiamiento externo, podíamos trasladar a los vacunadores a los sitios más alejados. En comunidades donde se había rechazado la vacuna, llegamos a tener un 85% de vacunación con dos dosis. Todo esto se logró gracias a un trabajo cercano con las comunidades. Esto hubiese sido imposible sin la cooperación internacional y el trabajo de ONG como Esperanza Amazónica", mencionó
El narcotráfico también sería desatendido
Según informes de Associated Press, Usaid destinó 135 millones de dólares en 2024 a la lucha contra el narcotráfico. Estos recursos buscaban controlar la producción de cocaína mediante el reemplazo de cultivos de coca por opciones como el cacao o el café. El apoyo brindado forma parte de una iniciativa del gobierno estadounidense que data de la década de los 80, cuando Perú se consolidó como el segundo mayor productor de coca en la región, solo por detrás de Colombia.
En declaraciones para el mencionado medio, Ricardo Soberón, expresidente de Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), aseguró que la pausa en el financiamiento de la agencia norteamericana permite revisar la efectividad de sus acciones. Soberón compartió sus críticas: "Siempre ha sido una asistencia condicional, con política de por medio. Ha sido mínima, muchas veces demorada y no integrada con las acciones del Estado peruano", declaró para la agencia de noticias internacional.
Por el contrario, la ya citada Carmen Masías, también expresidenta de Devida, sostiene que existen pruebas suficientes para demostrar que la situación en la selva peruana mejoró notablemente gracias al apoyo canalizado desde agencias internacionales como Usaid.
"Todo el apoyo de Usaid en temas relacionados con la selva peruana generará un grave problema. Hay que recordar que, en este momento, se han instalado redes de criminalidad en la Amazonía peruana. Usaid ha contribuido significativamente a la vigilancia de los bosques mediante iniciativas que monitorizan problemáticas como la tala ilegal. (…) Los resultados son visibles: en San Martín, donde hace cuatro años se cultivaban 23.000 hectáreas de coca y hoy quedan solo 4.000; lo mismo ocurre en Tocache o Monzón, donde la tasa de pobreza total alcanzaba el 66%. Esto ha mejorado enormemente", declaró Masías para este medio.
Farid Kahhat, internacionalista peruano, consideró que la lucha contra el narcotráfico impulsada por los fondos de Usaid no responde a un sincero interés por parte del Gobierno norteamericano. Para el académico, el apoyo a proyectos de cultivos alternativos forma parte de los intentos estadounidenses por frenar el tráfico ilegal de drogas hacia su país, en sintonía con el proyecto llevado a cabo desde los años 80 por la administración de la Casa Blanca.
"Los programas financiados por Usaid estaban orientados a promover cultivos alternativos, como el cacao y el café, en sustitución de la hoja de coca. Una parte de esos fondos se destinaba también al puerto de Chancay para evitar que se convirtiera, al igual que algunos puertos del Pacífico ecuatoriano, en un punto clave para el tráfico de drogas. En este sentido, se trata de una medida con un posible efecto 'búmeran' que, en cualquier momento, podría generar perjuicios para la administración estadounidense", señaló el internacionalista.
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