Política

Ejército: empresas desmienten que hubo licitación en compra de fusiles

Controversia castrense. Dos informes de auditoría de la Contraloría General de la República confirmaron irregularidades en la compra de fusiles de asalto Arad 7 de Israel, que investigaciones de La República habían alertado. Pero el organismo de fiscalización ha pasado por alto que la contratación no fue producto de una licitación como correspondía, tampoco del resultado de las pruebas de diferentes ofertas, sino de una decisión institucional. 

El dato. El Ejército no probó el fusil Arad 7 de IWI en sus instalaciones en el Perú, a diferencia de otras ocasiones. Arguyó falsamente que no cuenta con la tecnología para hacerlo. Foto: difusión
El dato. El Ejército no probó el fusil Arad 7 de IWI en sus instalaciones en el Perú, a diferencia de otras ocasiones. Arguyó falsamente que no cuenta con la tecnología para hacerlo. Foto: difusión

Tres empresas fabricantes de fusiles de asalto consultadas por La República confirmaron que el Servicio de Material de Guerra del Ejército (SMGE) las invitó para que presentaran sus ofertas económicas y enviaran al Perú sus modelos, con el propósito de que sus expertos los sometieran a pruebas en las instalaciones del instituto castrense. También informaron a este diario que, cuando su armamento ya se encontraba en Lima, el SMGE les informó por escrito que el proceso había sido cancelado porque la compañía estatal Fábrica de Armamento y Municiones del Ejército (FAME) había presentado una propuesta que el Alto Mando del Ejército consideraba muy favorable. Se trataba del fusil Arad 7 de la fábrica IWI (Industrias de Armamento de Israel). Por razones de seguridad, representantes de las compañías pidieron no ser identificados, pero mostraron los oficios que les remitió el exjefe de la SMGE, general de brigada EP William Lozano Flores, indicando la finalización del proceso de licitación y la decisión de contratar con FAME.

Cuando La República consultó con FAME, contestó que el 7 de marzo de 2022 convocó a un concurso y que respondieron siete fábricas (ver recuadro). Pero la versión es incompleta. Porque ninguna empresa que contestó a FAME trajo el fusil al Perú y no se sometió a los protocolos técnicos.

Solo en el caso de IWI, representantes de FAME visitaron las instalaciones de la compañía para evaluar el fusil Arad 7. No sucedió lo mismo con las otras compañías. Después del supuesto “concurso” de FAME, esta entidad comunicó al SMGE que había suscrito un convenio de cooperación con IWI para ensamblar los fusiles en Lima y le propuso la venta de 10.000 unidades. El Ejército aceptó contratando con FAME por el armamento de IWI.

 Admisión. General William Lozano avisó a las empresas que el Ejército decidió contratar a IWI. Foto: difusión

Admisión. General William Lozano avisó a las empresas que el Ejército decidió contratar a IWI. Foto: difusión

En bandeja de plata

“De haber ocurrido una licitación, el Ejército debió poner a prueba todos los modelos, como sucedió en otras oportunidades en las que participamos. Esta vez todo se organizó para que ganara IWI”, dijo un representante de una de las empresas.

“Si el Ejército deseaba el mejor modelo para sus intereses, debió poner a prueba todos los modelos.

Lamentablemente, en esta ocasión, no lo hizo. Si dicen que el Arad 7 es el mejor de todos, ¿por qué no se sujeta al protocolo de pruebas, como lo hizo nuestra empresa y otras más en anteriores concursos?”, se preguntó otro.

“Cuando nuestra empresa participó en otros procesos, las pruebas de resistencia al agua, a la tierra y otras se hicieron en Lima, en instalaciones del Ejército. Esta vez se hizo en la misma fábrica de IWI, lo que resulta cuestionable”, indicó un tercer representante.

 Ensamblaje. Otra controversia es la supuesta “transferencia tecnológica”: los fusiles son ensamblados en el Perú. Foto: difusión

Ensamblaje. Otra controversia es la supuesta “transferencia tecnológica”: los fusiles son ensamblados en el Perú. Foto: difusión

Efectivamente, el exjefe de la SMGE, general William Lozano Flores, admitió ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, en la que se presentó para dar explicaciones, que el fusil Arad 7 fue probado en la fábrica de IWI, en Israel, y no en el Perú.

“El 25 de mayo (de 2023), FAME solicita la designación de especialistas para realizar un protocolo de pruebas en el Estado de Israel. ¿Por qué en el Estado de Israel? ¿Por qué no acá? Porque para este tipo de protocolo (de pruebas) se necesiota una serie de instrumental (sic), de equipos, de bancos (de pruebas) que, lamentablemente, aquí en el Perú, no lo tenemos”, alegó el general William Lozano.

El argumento es falso.

El dedazo

Como ha probado este diario con evidencia documental, en años anteriores el Ejército ha efectuado protocolos de pruebas varias veces en sus propios cuarteles, para seleccionar el mejor modelo de fusil. Esta vez no sucedió lo mismo porque todo había sido organizado para contratar con IWI.

Como informó ayer La República, la Contraloría General de la República emitió dos informes que concluyen que existieron deficiencias en la contratación de IWI. Entre otras, haber pasado por alto exigencias técnicas que no cumplía la fábrica israelí, por lo que el Ejército debió descalificar a esta compañía. Sin embargo, la Contraloría no escarbó lo suficiente en el origen de la compra de los 10.000 fusiles Arad 7 por US$27.000.000. Ha reproducido la versión de FAME de que hubo licitación o concurso de precios, algo que desmienten vigorosamente las empresas que presentaron sus propuestas y de la noche a la mañana el SMGE les informó de la cancelación del proceso. Evidentemente, porque el Ejército había cerrado trato con IWI.

A pesar de todo, los hallazgos de la Contraloría son la prueba cabal de que el Ejército orientó la contratación a favor de IWI, como sucedió con la adquisición de vehículos blindados. El instituto castrense presionó para contratar a la empresa turca Otokar. La propia Contraloría detectó que esta empresa debió ser descalificada, pero el instituto militar presionó para comprarle pese a que su oferta superaba el presupuesto de US$60.000.000.

 Responsables. El general David Ojeda ahora es jefe del CCFFAA y el general César Briceño, comandante general del Ejército. Foto: composiciónLR/difusión<br>

Responsables. El general David Ojeda ahora es jefe del CCFFAA y el general César Briceño, comandante general del Ejército. Foto: composiciónLR/difusión

¿Qué le pasó al ex comandante general David Ojeda Parra, que hizo cuestión de Estado para contratar con Otokar? Fue designado jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. ¿Y con el presidente de FAME que contrató con IWI? El general de división César Briceño Valdivia es ahora el comandante general del Ejército. Es decir, los responsables del contrato con IWI han sido galardonados con posiciones relevantes en la cúpula militar.

Al respecto, fuentes del Ministerio de Defensa manifestaron que los generales relacionados con el caso son los que deben responder a los cuestionamientos de la Contraloría, porque estos han tenido intervención directa con los hechos descritos.

“Que prueben los fusiles mediante un protocolo para todos es la única garantía para nuestros soldados”, señaló un representante.

“La única forma de elegir el mejor fusil es que todos se sometan a una competencia con las mismas reglas. Seleccionar sin concurso un modelo no es lo apropiado”, señaló otro fabricante. Es hora de que la Fiscalía intervenga.

Todo estuvo armado para contratar a IWI

El Ejército se defiende con el argumento de que los oficiales que viajaron a Israel para probar el Arad 7 son especialistas en la materia, y son los que dieron el visto bueno al fusil israelí.

El problema radica en que el único modelo de fusil de largo alcance que se sometió a pruebas fue el Arad 7 de IWI, una ventaja que otros competidores no tuvieron. El Ejército no sometió a su protocolo de pruebas a ningún otro modelo por la sencilla razón de que el Alto Mando ya había elegido el Arad 7.

Contraloría confirma

Dos informes de la Contraloría confirmaron las investigaciones de La República, pero dejó pendiente por qué el Ejército no convocó a licitación y probó varios modelos de fusil.

larepublica.pe
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